La enfermera que lavó el cuerpo inerte de Ernesto “Che”
Guevara tras ser ejecutado hace más de medio siglo, murió a los 86 años
en el mismo pueblo de Bolivia donde vio al guerrillero argentino
Susana Osinaga vivió sus últimos años en un albergue de ancianos en Vallegrande, 460 kilómetros al sureste de La Paz.
Era enfermera en el hospital del pueblo cuando un día de octubre de
1967 los militares bolivianos la llamaron para que lavara el cuerpo del
guerrillero antes de ser exhibido.
En los años siguientes la mujer fue entrevistada por cadenas internacionales.
“La mirada del Che nos conmovió a todos, parecía que estaba vivo. Parecía un santo. Esa mirada me ha seguido por mucho tiempo”, relató hace unos años.
Los restos de Osinaga eran velados el martes en su casa de
Vallegrande a poco pasos de la lavandería del hospital Señor de Malta
donde fue exhibido el cadáver de Guevara con los ojos abiertos y el
torso desnudo.
(Con información de AP)
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