Sálvame ha provocado este martes la indignación unánime de la audiencia.
El programa de Telecinco ha creído buena idea poner a sus colaboradores
a hablar sobre el franquismo, y el espacio se ha convertido, dadas las
opiniones de algunos de ellos, en una apología del dictador que gobernó
con mano de hierro en España durante cuarenta años, tras dar un golpe de
Estado y provocar una guerra civil.
Al hilo de un reportaje sobre el patrimonio y las inversiones de la familia Franco, Belén Esteban se ha desmarcado del franquismo pero se ha dirigido directamente a Pedro Sánchez para pedirle una votación sobre si exhumar o no los restos del dictador del Valle de los Caídos: "Votación. ¡Lo que diga el pueblo!", ha exclamaba la colaboradora del programa.
Eso no ha sido lo peor. El periodista Jesús Manuel ha asegurado que
desenterrar los restos de Franco para resignificar el Valle de los
Caídos es gastar "un dinero innecesario" y le ha colgado al dictador la
medalla de la Sanidad pública: "Tenemos sanidad gracias a Franco, todo
el mundo tenía trabajo en esa época y a los presos les hacía trabajar y
cobraban un sueldo".
La presentadora, visiblemente enfadada por los comentarios fascistas
Otro colaborador del programa, Antonio Montero, ha asegurado que todos
aquellos favorables a la exhumación de Franco tienen "lavado el
cerebro".
Las manifestaciones de estos colaboradores de Sálvame ha enfadado a Paz
Padilla y a Chelo García Cortés, que han acusado a sus compañeros de
blanquear ese período negro de la historia de España.
El enfado de la presentadora del programa, a la que muchos han aplaudido
por tratar de poner cordura ante las aseveraciones de sus compañeros de
plató, no ha sido nada comparado con el que se ha hecho patente en
redes sociales, donde muchos han cargado contra Sálvame por hacer
apología del franquismo e incluso han preguntado a la Policía si eran
denunciables algunas de las aseveraciones que los colaboradores del
programa han hecho en directo.
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