En
2006, Israel atacó el Líbano creyendo que aplastaría al Hezbollah
y que provocaría una respuesta militar de parte de Siria. Hoy en
día, Israel está preparando un nuevo ataque contra el Líbano,
ahora con intenciones de provocar una respuesta iraní. Al igual que
en 2006, el juego está arreglado de antemano ya que Israel, como la
rémora o pez-pega, está sólidamente adherido al tiburón
estadounidense, al extremo que ese escenario sirve de tema al
ejercicio militar israelo-estadounidense Juniper Cobra 2018.
Los
grandes ejercicios militares estaban programados durante la primera
mitad de marzo de 2018: uno en el Mediterráneo, frente a las costas
de Sicilia, y el otro en Israel, ambos bajo la dirección de los
mandos y bases que Estados Unidos y la OTAN tienen en Italia.
En
Dynamic Manta 2018 –ejercicio de guerra submarina que implica la
participación de las bases de Sigonella y Augusta así como del
puerto de Catania [instalaciones todas situadas en suelo italiano]–
con la participación de fuerzas navales de Estados Unidos, Canadá,
Italia, Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, España, Grecia y
Turquía, con 5 000 efectivos así como unidades de superficie,
submarinos, aviones y helicópteros.
La
dirección de ese ejercicio está en manos del JFC-Naples (mando de
la OTAN con sede en Lago Patria, Italia), bajo las órdenes del
almirante estadounidense James Foggo. Nombrado por el Pentágono, al
igual que sus predecesores, el almirante Foggo comanda
simultáneamente las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa y
las fuerzas navales de Estados Unidos en África, cuyo cuartel
general se halla en Nápoles Capodichino (Italia).
El
mismo almirante Foggo explica para qué sirve el ejercicio Dynamic
Manta 2018 y nos dice que, después de las dos Guerras Mundiales y de
la guerra fría, ha comenzado la «Cuarta Batalla del Atlántico».
Esa batalla se desarrolla contra «submarinos rusos cada vez más
sofisticados que amenazan las líneas de comunicación marítima
entre Estados Unidos y la Europa del Atlántico Norte». Este
almirante estadounidense acusa a Rusia de desarrollar «una actividad
cada vez más agresiva» y cita como ejemplo cazas rusos que
sobrevuelan a baja altitud navíos estadounidenses. Lo que no dice
este almirante es que esos barcos de guerra de Estados Unidos están
en las aguas del Báltico y del Mar Negro, muy cerca de las costas
rusas.
Lo
mismo sucede con los drones-espías estadounidenses Global Hawk que,
despegando desde la base de Sigonella (en Italia), vuelan 2 o 3 veces
por semana a lo largo de las costas rusas del Mar Negro.
Utilizando
su posición de comandante de la OTAN, el almirante estadounidense
Foggo prepara en Italia las fuerzas navales de los países miembros
de la OTAN en contra de Rusia. Y al mismo tiempo, como comandante de
las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa, este mismo almirante
envía desde Italia la Sexta Flota estadounidense a Juniper Cobra
2018, ejercicio conjunto israelo-estadounidense dirigido
principalmente contra Irán.
El
USS Mount Whitney, buque insignia de la Sexta Flota estadounidense,
salió de la base Gaeta (Italia), y llegó al puerto de Haifa
(Israel) acompañado del buque de asalto anfibio USS Iwo Jima. El USS
Mount Whitney es un cuartel general flotante vinculado a la red
mundial de mando y control del Pentágono, que incluye la estación
MUOS (Mobile User Objective System) instalada [por Estados Unidos] en
Sicilia (Italia) [1].
Juniper
Cobra 2018, ejercicio en el que participaron 2 500 militares
estadounidenses y la misma cantidad de militares israelíes, comenzó
el 4 de marzo, mientras que el primer ministro israelí Benyamin
Netanyahu afirmaba, en su encuentro con el presidente estadounidense
Donald Trump, que Irán «no ha renunciado a sus ambiciones
nucleares» –sin mencionar que Israel es el único país del Medio
Oriente que posee armas nucleares [2]– y terminaba recalcando que:
«Irán debe ser detenido. Es nuestro deber común.»
El
ejercicio Juniper Cobra 2018 simuló la respuesta israelí a un
lanzamiento simultáneo de misiles desde el Líbano, Irán, Siria y
Gaza. Pero el verdadero escenario podría ser un lanzamiento de
misiles atribuido falsamente al Hezbollah libanés, aliado de Irán,
que serviría de pretexto para atacar Líbano pero teniendo a Irán
como blanco. Según oficiales estadounidenses e israelíes, en sólo
72 horas como máximo, fuerzas estadounidenses llegarían desde
Europa (principalmente desde bases situadas en Italia) para respaldar
a Israel.
La
presencia en Juniper Cobra del general Curtis Scaparrotti, jefe del
EuCom, confirma ese plan, definido por ese general estadounidense en
un encuentro realizado el 11 de marzo con el estado mayor israelí.
Como Scaparrotti es también el Comandante Supremo de todas las
fuerzas aliadas en Europa (cargo que siempre ocupa un general
estadounidense designado por el presidente de Estados Unidos), el
plan incluye la participación de la OTAN, principalmente a través
de Italia, como apoyo a Israel en una guerra a gran escala en el
Medio Oriente.
[1]
«“Crisis de los euromisiles”, temporada 2», por Manlio Dinucci,
Il Manifesto (Italia), Red Voltaire, 28 de febrero de 2018.
[2]
Las bombas atómicas que tiene Arabia Saudita vienen de Pakistán o
de Israel y se encargan de ellas equipos de esos dos últimos países.
Nota de la Redacción.
Traducido
al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés
de Marie-Ange Patrizio
Manlio Dinucci : « La crise des euromissiles », seconde saison
*
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