martes, 26 de junio de 2018

¿A quién pretendemos engañar?

 
Michael Moore.


¡Ah, Estados Unidos! Pasamos de separar a los bebés indígenas de sus padres (y luego exterminarlos), a robar bebés de sus padres esclavos (y luego revenderlos como esclavos), a construir un país basado en el trabajo infantil (trabajando en fábricas desde los ocho años), a encarcelar niños japoneses-americanos en campos de internación, a permitir que sacerdotes abusen sexualmente de niños durante décadas, a forzar baldes de jarabe de maíz alto en fructosa por la garganta de los niños hasta que la mitad de ellos forman parte de una epidemia de obesidad infantil, a convertir nuestras escuelas en campos de exterminio porque amamos nuestras armas más que lo que amamos a nuestros niños.


¿A quién pretendemos engañar? Basta de hacerse los sorprendidos de que Trump está secuestrando niños hispanos, separándolos de sus padres, fingiendo que eso “no es lo que somos”.


 Sí, lo es. Y SIEMPRE lo fue. No digan que Trump está violando “nuestros valores estadounidenses”.


Abusar de niños es un valor histórico estadounidense. Estén orgullosos, estadounidenses: Trump somos nosotros.


Para acabar con esta locura tenemos que dejar de contarnos cuentos de hadas sobre el pasado y confrontar el presente, poniendo el cuerpo en la línea de fuego, en defensa de estos niños.


 Averigüen, en la zona donde vivan, dónde están encerrados los niños que la Seguridad Nacional secuestró -18 estados tienen cárceles donde encerraron a estos niños; en mi área, Grand Rapids (Missouri), están en “Bethany Christian Services”, lugar financiado por Betsy DeVos.


Vayan, rodeen el edificio y no se retiren hasta que esos niños se reúnan con sus padres. Si esos fueran sus hijos, es EXACTAMENTE lo que harían. Ellos son sus hijos.



(Traducido por Rebelión.org)






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