La Guardia Civil ha detenido a un joven español residente en la isla por posesión de pornografía infantil y por robar fotografías de cientos de mujeres de la isla
Hoy a las nueve de la mañana llegaba a
los juzgados de Ibiza el joven detenido el viernes por posesión de
pornografía infantil y el robo de imágenes de unas 300 mujeres de la
isla.
El arrestado declara en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza y la jueza, María Luisa Bustillos, decidirá si queda en libertad provisional o ingresa en prisión preventiva.
El arrestado declara en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza y la jueza, María Luisa Bustillos, decidirá si queda en libertad provisional o ingresa en prisión preventiva.
La detención
Un joven de Ibiza y de 29 años que poseía 500 imágenes de «carácter sexual denigrante de menores» y más de 300 de posibles víctimas que había robado de dispositivos electrónicos que reparaba fue detenido anteayer por la Policía Judicial de la Guardia Civil.
El Instituto Armado acusa al joven, que pasará hoy a disposición judicial, de un delito contra la libertad sexual y de otro contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio.
Un particular interpuso el pasado 14 de enero una denuncia ante la Guardia Civil de Ibiza la posible comisión de un delito de carácter sexual, por lo que el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil inició una investigación con la intención de confirmar estos hechos.
Como resultado de la misma, los agentes identificaron a un vecino de Ibiza que ofrecía sus servicios para reparar dispositivos electrónicos a particulares, actividad de la que se podría haber servido para obtener imágenes, vídeos y otros contenidos almacenados en los dispositivos que le entregaban para su reparación, según informó ayer, a través de una nota de prensa, un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Balears.
Los primeros archivos electrónicos a los que tuvo acceso la Policía Judicial de la Benemérita superan los 25 GB de datos.
Estas pruebas fueron «fundamentales» para que los agentes pudieran proceder al arresto del presunto autor de estos delitos contra la libertad sexual y contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio porque incluían información personal de las víctimas, tales como contraseñas y datos bancarios, así como instantáneas y vídeos íntimos de carácter sexual.
Tras analizar los 25 GB intervenidos al denunciado los guardias civiles identificaron a más de 300 posibles víctimas, en su mayoría mujeres residentes en Ibiza. Además, algunas de ellas mantenían una relación personal con el ahora arrestado.
Para recopilar esta ingente cantidad de imágenes, el joven se aprovechó de los servicios de reparación que prestaba a sus clientes y extraía fotografías de los dispositivos electrónicos. Asimismo, otra elevada cifra de archivos eran obtenidos directamente por el propio detenido sin ningún tipo de autorización por parte de los afectados.
Más de 800 fotografías
Aparte de estas imágenes, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ibiza localizó entre los archivos otras 500 imágenes descargadas de Internet, de «carácter sexual denigrante y de menores de edades aproximadas de entre 5 y 6 años».
Sin embargo, los agentes desconocen en esta fase de la investigación su origen, la identidad de las posibles víctimas o el uso indebido que el presunto pedófilo haya podido realizar en estos casos.
Para completar la operación, la Guardia Civil llevó a cabo anteayer un registro en el domicilio del detenido. Como resultado, intervinieron once discos duros, cuatro torres de ordenador, cinco teléfonos móviles, tres tarjetas micro sd, una tarjeta de memoria, tres USB, un Ipod, 25 CDs y un router.
Tras pasar dos noches en el calabozo, el detenido declarará hoy en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, que se encuentra en funciones de guardia.
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