sábado, 9 de diciembre de 2017

“El de ETA fue el único caso en el mundo en el que una organización armada estuvo dispuesta al desarme y el Estado se negó”



El reloj marcaba las 20:31 cuando Stephane Etxegarai, Mixel Berhokoirigoin y Jean Noel Etxeberri 'Txetx' escucharon los gritos: "¡Policía! ¡Policía!".


Era el 16 de diciembre de 2016 y el periodista independiente, el cooperativista y el activista estaban en una casa rural de Louhossoa, en el suroeste de Francia, rodeados de pistolas y fusiles y máquinas para inhabilitarlas.


Acababan de grabar el segundo video cuyo resumen pretendían entregar a dos personalidades internacionalmente reconocidas, y supieron de inmediato que debían abortar el plan A y poner en marcha el B.

Esta segunda opción culminaría meses después, el 8 de abril de este año, dando por finalizado un proceso inédito: el desarme de Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Euskadi y Libertad), la organización independentista vasca con casi 60 años de historia y más de 40 de actividad armada.


ETA nació durante el gobierno de facto del general Francisco Franco, con el objetivo de luchar contra su represión y crear un Estado vasco independiente formado por territorios del norte de España y del suroeste de Francia. Y es responsable de la muerte de más de 800 personas, la mayoría en el Estado español.


"Ha sido un caso realmente particular", dice Enekoitz Esnaola, el autor de Luhuso: ETAren armagabetze zibilaren kontakizuna ("Louhossoa: el relato del desarme civil de ETA").


"Por eso, y no solo lo digo yo, es justo hablar de un modelo vasco de desarme, distinto a todos los que se han dado a lo largo de la historia".


Su libro abarca lo acontecido entre la conferencia de paz del 17 de octubre de 2011, a la que le siguió el anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, y la ceremonia con la que se selló la entrega de armas y que tuvo lugar el 8 de abril de 2017 en Bayona, en el suroeste de Francia.


Y recoge detalles hasta ahora desconocidos, así como entrevistas a los ciudadanos que tuvieron la responsabilidad de llevar a cabo el desarme, políticos y representantes del gobierno vasco, y un portavoz de ETA.


¿Pero qué es exactamente lo que lo hace tan excepcional? Se lo preguntamos al autor en el contexto de la edición 52 de Durangoko Azoka, la feria de libro y discos que se celebra en la localidad vasca hasta el domingo.
 

"Sin negociación"


"Este ha sido el único caso en todo el mundo en el que una organización armada ha estado dispuesta a dar pasos para el desarme, sin pedir nada a cambio, y el Estado se ha opuesto", dice Esnaola, en referencia al de España.


Así lo manifestó el gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular, derecha) en numerosas ocasiones. Y en marzo, cuando se conoció la fecha para la entrega del arsenal, el jefe del Ejecutivo lo volvió a recalcar: "ETA ha decidido, así lo ha dicho, desarmarse unilateralmente. Que lo haga, y de paso que se disuelva".




"El gobierno de España lo que hará es lo que ha hecho siempre, aplicar la ley igual para todos", añadió. 


Pero en otros procesos, como el del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés), completado en 2008, y el de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), acontecido este año, existieron negociaciones y procesos de paz previos.


En el caso de Irlanda del Norte, el gobierno irlandés, los partidos políticos y la organización armada pactaron crear una comisión de desarme. Y la entrega fue verificada por una representación internacional, en presencia de enviados de las partes enfrentadas, un cura católico y uno protestante.


Este ha sido el único caso en el mundo en el que una organización armada ha estado dispuesta a dar pasos para el desarme, sin pedir nada a cambio, y el Estado se ha opuesto"


Enekoitz Esnaola, periodista
 
 
Con las FARC en Colombia también hubo un acuerdo de paz que rigió las condiciones del desarme, que fue llevado a cabo por los propios guerrilleros y supervisado por la ONU, y que finalizó en agosto.


Aparte de esto, el procedimiento del País Vasco tuvo otras particularidades, como que las armas se entregaron en un solo evento y no por fases, o el control que ETA ha mantenido sobre sus estructuras, ya que no se le conocen escisiones.

Desarme en manos de civiles


Pero quizá la más llamativa ha sido el protagonismo de la sociedad civil en el desarme.
"ETA le otorgó la responsabilidad política y técnica de llevarlo a cabo", subraya Esnaola.


Así lo confirman las cartas que en octubre y noviembre de 2016 intercambiaron con el grupo armado Txetx Etxeberri, Mixel Berhokoirigin y Michel Tubiana, tres de los "artesanos de la paz" — bakegileak, en euskara—, un grupo formado por sindicalistas y otros activistas.
  
Cuando la policía francesa halló 3,5 toneladas de armamento pertenecientes al grupo separatista en ocho ubicaciones secretas, lo hizo porque los "artesanos de la paz" guiaron a los agentes hasta ellas.


¿Pero cómo se llegó a ese punto? ¿Por qué se les dio ese papel tan protagónico a estos ciudadanos?
"Se llevaban años barajando opciones. Desde 2011 hubo varios intentos (para iniciar un desarme bilateral) que fueron bloqueados y otros planes que no funcionaron, y estaba claro que las puertas del Estado estaban cerradas", explica Esnaola.


"Así que, ante los años de bloqueo desde el anuncio del cese de la actividad armada, en 2016 se empezó a estructurar la opción civil", prosigue.


ETA le otorgó la responsabilidad política y técnica del desarme a la sociedad civil"

Enekoitz Esnaola, periodista
 
 
"¿De quién fue la iniciativa? Bueno, hubo relación entre la organización y miembros de la sociedad civil", contesta. "Y ETA tampoco tenía muchas opciones".


De los "artesanos de la paz" cuenta que ya eran figuras reconocidas por su militancia en varias instituciones, que siempre se habían manifestado en contra de la violencia política y que se sintieron "aludidos" ante el bloqueo de la situación y, por "coherencia" con sus ideales, se prestaron a ser intermediarios.


"Lo hicieron a pesar de que sabían que podían enfrentar el arresto", algo que finalmente ocurrió, recuerda el periodista.


  El primer ministro francés Bernard Cazeneuve describió el desarme de ETA como un "paso decisivo en el camino hacia el fin del terrorismo separatista vasco". 

 
Sin embargo, tras su detención el gobierno francés se alejó de la posición del español y aceptó cumplir un papel en el desarme.


"Vio que era una opción imparable", asegura el periodista.


Así, cuando se dio el desarme, el primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, lo describió como un "paso decisivo en el camino hacia el fin del terrorismo separatista vasco".


¿Pero cuán cerca está ese final?

¿El fin de ETA?

 

"Ahora, la clave para que el proceso siga avanzando es la cuestión de los presos", dice Esnaola.
Se refiere a los más de 300 presos, a los que ETA y varios sectores de la sociedad vasca consideran políticos, y están dispersos en cárceles de España y Francia.


Su situación es una de las consecuencias del conflicto que los "artesanos de la paz" pedían abordar, además del de las víctimas, en el texto que recoge su filosofía, que crearon el 25 de octubre y con el que ETA se mostró de acuerdo.


  La situación de los presos de ETA es una de las consecuencias del conflicto que los "artesanos de la paz" piden abordar. 

 
"No se está hablando de una liberación total. Antes de eso hay otras opciones, como que los traigan a las cárceles del País Vasco, que los acerquen. También está la libertad condicional o, para aquellos que estén gravemente enfermos, la excarcelación", explica.


"Es una cuestión compleja, porque son muchos y cada uno tiene su situación penal, jurídica y personal", reconoce. "Pero sería algo tangible para que se sigan dando pasos en el proceso".


¿Y qué pasará con ETA?


Esnaola dice que ETA está discutiendo terminar su "ciclo histórico".


"Lo que no se sabe es qué término se utilizará para anunciarlo, si se hablará de una desmovilización o de una disolución", añade.


Según el periodista, la organización está consultando a sus militantes, "aunque ya dejó claro que no se convertirá en un actor político".

 
Según Esnaola, ETA está consultando con su militancia cómo dar el siguiente paso, el de la desmovilización. 
 
Se espera, apunta Esnaola, que la discusión interna —algo que está llevando a cabo en la clandestinidad— termine en la primera parte de 2018.


"Y así, se abrirá una era completamente nueva con la desmovilización de ETA".


Según el autor, con el desarme se soltó un nudo, "lo que no significa que vaya a haber una paz inmediata".


"No es que de repente los familiares de una víctima de ETA y los que militaron en la organización se volverán amigos, ni que un torturado será amigo de un policía torturador", explica.


 "La convivencia, al fin y al cabo, es una cuestión del día a día".


"Pero en algún momento había que empezar a mirar hacia delante".


 http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42265608



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