Protectores del agua
Standing Rock en el
estado de Dakota del Norte forma parte de la Reservación Sioux, como se
llama comúnmente a los pueblos originarios dakota, lakota y otras tribus
de las praderas. El río Missouri, fuente de agua potable de unos 17
millones de personas, atraviesa el territorio, que está bajo
jurisdicción de las autoridades indígenas de la Reservación Sioux de
Standing Rock según los tratados firmados con el gobierno de EE.UU.
En violación de los
tratados y en contra de la voluntad de los sioux, la corporación
petrolera Energy Transfer Partners está construyendo un oleoducto que
destruiría el sitio sagrado y cementerio indígena de Standing Rock y
cuyo tramo subterráneo pasaría por debajo del lecho del río Missouri. El
proyecto es una inversión de 3.800 millones de dólares, financiado por
Goldman Sachs, Bank of America, HSBC, UBS, Wells Fargo y otros grandes
bancos. Tiene una extensión de 1880 km, va desde los yacimientos de
petróleo de Bakken en Dakota del Norte, pasando por Dakota del Sur, Iowa
hasta llegar a Illinois.
Desde la primavera de
2016, se han congregado en Standing Rock miles de personas, muchas de
ellas de diversas naciones indígenas, para protestar por la construcción
del oleoducto que destruiría sitios sagrados y contaminaría el agua. Se
autodenominan “protectores del agua”.
Se estima que se producen unos 300 derrames de petróleo por año en los oleoductos del país [1] ,
y por tanto los defensores del agua no creen en las promesas de la
empresa, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y de las autoridades de
que “este oleoducto es seguro”.
La mayor movilización indígena en más de cien años
“Standing Rock es la
mayor congregación indígena que ha ocurrido en el transcurso de mi vida;
día a día se fueron agregando nuevas banderas de las diferentes tribus…
A partir de la sexta semana, dejó de ser un campamento para
transformarse en una comunidad… Tomamos una postura contra el oleoducto,
no sabíamos que tendríamos este inmenso apoyo… Esta tierra es un sitio
sagrado del pueblo lakota; además el oleoducto contaminará el agua del
río Missouri… El Cuerpo de Ingenieros del Ejército no hizo una consulta
apropiada con las tribus. El oleoducto Dakota Access Pipeline tiene
trechos subterráneos en el lecho del río Missouri.
Los oleoductos tienen
un historial de derrames, han contaminado el suelo, el aire, y las
napas subterráneas… Si se construye destruirá no solo el río en esta
área, sino río abajo también. Las tribus asumen su responsabilidad como protectores.
Hay que cuidar de la tierra, el agua, el aire… Un día en nuestra
caminata diaria hacia el sitio sagrado, las abuelas y madres les dijeron
a los excavadores que no iban a permitir que destruyeran un sitio
sagrado. En respuesta, los custodios de seguridad privada lanzaron los
perros contra la gente. Varios protectores del agua fueron al hospital
por las heridas… Después de los perros, traerán las armas…”.
Esto decía en octubre
pasado Dennis Banks (79 años), histórico líder indígena y co-fundador de
American Indian Movement (Movimiento Indígena de América del Norte).[2]
Tal como lo predijo
Dennis Banks la represión contra la comunidad de protectores del agua
fue creciendo en las semanas siguientes hasta alcanzar su pico el
domingo 20 de noviembre. En temperaturas gélidas de cinco grados bajo
cero la policía reprimió a los manifestantes lanzando chorros de agua y
provocando cientos de casos de hipotermia.
También usaron gases
lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma que lesionaron a unos
trescientos manifestantes. El caso más grave fue el de Sophia Wilansky
(21 años) que fue herida por una granada que le impactó en el brazo y le
destrozó el hueso y los tejidos. En estos momentos se prepara para la
tercera cirugía, y deberá sobrellevar otras adicionales en el esfuerzo
por salvarle el brazo que fue prácticamente separado del cuerpo por la
granada.
Esta joven de Nueva York, que como numerosas otras personas
acudieron a Standing Rock para solidarizarse con los pueblos originarios
fue víctima de abuso de fuerza cuando ejercía el derecho a la protesta,
garantizado por la primera enmienda a la Constitución. Un derecho que
está siendo sistemáticamente violado por la policía de Morton (Dakota
del Norte) y la Guardia Nacional.
Linda Black Elk,
integrante del cuerpo médico de Standing Rock, que presenció la
represión del domingo pasado, afirmó: “La policía ha incrementado el
nivel de violencia contra los protectores del agua. Yo he visto las
diferentes armas usadas en contra nuestro: gas lacrimógeno, balas de
goma, granadas. Parece que están poniendo a prueba sus armas contra
nosotros en una creciente militarización de la represión”. Agregó:
“Sentimos una gran decepción con el presidente Obama. Estuvo aquí, hizo
promesas y no cumplió ninguna de ellas.”
Esta conducta
gubernamental contra los derechos de los pueblos originarios no es
sorprendente, sino coherente con la conducta histórica del gobierno de
EE.UU., que ha cometido y/o permitido abusos en tierras indígenas desde
el inicio de la colonización. Ejemplos de los abusos contra los pueblos
lakota y dakota son la apropiación de terrenos en Black Hills (Montañas
Negras) de Dakota del Sur después del descubrimiento de oro en la década
de 1870, y la construcción de embalses en el río Missouri que causó
inundaciones en poblados, en zonas forestales y en granjas en Dakota del
Norte y del Sur durante la década de 1950.
Mni Wiconi: El agua es vida
El jueves 24 de noviembre
medios alternativos como Unicorn Riot e Indigenous Rising Media
transmitieron en vivo desde Standing Rock. Es el día en que en EE.UU. se
celebra Thanksgiving (Acción de gracias). Según la
historia oficial los indígenas salvaron a los peregrinos de la muerte
ofrendándoles comida (versión tildada de falsa por historiadores como
Roxanne Dunbar-Ortiz, quien dice que los indígenas jamás recibieron con
los brazos abiertos a sus opresores).
Como un recordatorio
irónico de la fecha, los protectores del agua pusieron mesas con comida.
A pocos metros de ellos, varias decenas de policías cortaban la ruta,
de uno y otro lado, a modo de cerco. Hay carteles con la frase: “No
alimenten a los peregrinos” (Don’t Feed the Pilgrims). La consigna del día es: “No peregrinos, no oleoductos, no prisiones, no problemas”.
Cae una nieve ligera en
la pradera desértica, la gente con sus abrigos gruesos, la cabeza
cubierta con gorros o capuchas se mantiene en movimiento, algunos
empiezan a entonar los poderosos cantos tradicionales lakota, y el grito
“Mni Wiconi” (¡El agua es vida!)
Finalizó otra jornada en
la larga batalla por Standing Rock, la mayor congregación de pueblos
indígenas en más de un siglo, desde la Batalla de Little Bighorn -o
Greasy Grass – que tuvo lugar en 1876. Fue una gran victoria de la
alianza de tribus de las praderas -lakotas, cheyenes y arapahos- que
derrotó al Séptimo Regimiento al mando del general Custer.
Se dice que
una visión del jefe lakota Sitting Bull fue la inspiración de los
guerreros; un sueño en el que los soldados del ejército caían del cielo.
Fue la última victoria de los indígenas de las praderas. Hoy la
comunidad de Standing Rock protagoniza una movilización histórica que
por su capacidad de convocatoria, diversidad, continuidad y espíritu de
lucha está logrando una nueva y gran victoria.
[1] More Than 300 A Year… Common Dreams: http://www.commondreams.org/news/2014/11/17/more-300-year-new-analysis-shows-devastating-impact-pipeline-spills
[2] Entrevista realizada por Abby Martin, Empire Files, TeleSur. Traducida del inglés por Silvia Arana: http://youtu.be/KqanmctAoLs
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