Hoy informa el periodista Federico
Castaño de cómo Felipe González había ido comunicando de forma
periódica a Mariano Rajoy cada uno de los detalles del Golpe que iba a
producirse contra la secretaría general de su propio partido: contra
Pedro Sánchez.
Asimismo, sabemos gracias a esta información que la
operación ha estado perfectamente coordinada, y que no solo han
participado en ella personas como Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón,
Eduardo Madina o Susana Díaz, sino que también ha contado con la mirada
expectante –cuando no directamente la dirección estratégica–
del establishment financiero y de los grandes centros de decisión
europeos.
Y todo por la posibilidad de acercamiento de Sánchez a un
pacto con Podemos como alternativa de Gobierno.
Es por esto que todo lo que se diga es poco, y por lo que esta carta abierta escrita en 2011 por Javier Parra resulta hoy tan procedente y oportuna o más que en 2011, que es cuando su autor la escribió.
Javier Parra | javierparra.eu | 14/11/2011
Señor González,
Sé que es poco probable que esta carta
llegue a su poder y pueda leerla, aunque he remitido una copia a su
partido para que se la haga llegar.
Me dirijo a usted para manifestarle mi
sorpresa. Mi sorpresa ante el hecho de que siga usted creyendo en esta
campaña electoral que es capaz de movilizar a la izquierda para
conseguir parar a la derecha.
Leo con atención y estupor sus
miserables declaraciones de este domingo alertando de que votar a IU es
ayudar a que gane la derecha.
No señor González. A la derecha la han
traído ustedes, y la han traído poniéndole una alfombra roja hasta la
Moncloa y arrodillando a lo poco que quedaba de la democracia española
ante la pestilencia de los “mercados”.
Pero voy más allá. La situación actual
no es más que la recolección del fruto venenoso que políticos como usted
sembraron durante esa falsa transición modélica que vendisteis a los
españoles y que muchos os compraron.
Señor González, puedo decir sin miedo a
equivocarme que usted ha sido el mayor traidor a la izquierda en la
historia de este país. Y le voy a dar algunas razones:
-Nadie como usted durante la transición
trabajó para acabar con el Partido Comunista de España. Mire, algo en lo
que también coincide con Franco.
-Usted nos metió en la estructura de una
organización criminal como es la OTAN, después de prometer que nunca lo
haría, y de incluso incumplir el resultado del referéndum de 1986 que
se planteó en estos términos: “La participación de España en la Alianza
Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar
integrada.
Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o
introducir armas nucleares en territorio español.
Se procederá a la
reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en
España”. ¿Ve? Es usted un traidor y un mentiroso.
-Usted contribuyó decisivamente a anular el tejido social y la fuerza sindical que tenía este país en los años 80.
-Usted implantó el sistema educativo que supuso de facto la deseducación masiva y organizada de la sociedad española.
-Usted fue el principal responsable de que los derechos laborales fueran puestos a los pies de los caballos del gran capital.
-Usted inició el desmantelamiento del Estado con la mayor ola de privatizaciones que también ha vivido este país en su historia.
-Usted fue de la mano de grandes
criminales como Ronald Reagan, responsable de organizar golpes de
Estado, bombardeos indiscriminados y organizar movimientos terroristas
anticomunistas en todo el mundo.
-Usted, por si alguien no lo sabe, dio
un golpe incluso en su propio partido, el PSOE. ¿Recuerda cuando usted
propuso en el XVIII Congreso retirar la definición de “marxista” y fue
rechazada? Inmediatamente presentó la dimisión, convocó un Congreso
extraordinario amañado, se salió con la suya y convirtió usted al PSOE
en un pelele más al servicio del capital.
Señor González, ¿usted para quién
trabaja? ¿Para quién trabajó desde los años 70? Porque desde luego para
el pueblo español no, y para la izquierda tampoco.
No le voy a decir que se calle, señor
González. Siga hablando como lo hace porque ya no engaña a nadie, sólo a
esos incondicionales que no quieren ver que las estructuras del Estado
que hoy se desmoronan fueron hechas a la imagen y semejanza de usted y
de los que como usted trabajaron duramente por la aniquilación política,
organizativa y cultural de la izquierda.
Usted, señor González, es el pasado. Y
aquellos a los que usted odia, los que perdieron la guerra, los que
lucharon durante 40 años mientras ustedes estaban de vacaciones, los que
perdieron la transición, los que van sembrando poco a poco semillas de
justicia social, serán los que – como cantaba un gran luchador –
consigan que haya un día en que “todos, al levantar la vista veamos una
tierra que ponga libertad”.
Y para ir terminando, y sin dejar de citar a Labordeta, déjeme despedirme con otra frase suya, ésta vez más prosaica:
“Váyase usted a la mierda”.
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