Los españoles gastan de media 67 euros al mes en salidas nocturnas
La crisis económica y financiera fue la
primera en golpear a los locales de ocio nocturno de nuestro país en el
verano de 2008; la Ley Antitabaco que entró en vigor en 2011, sólo
agravió su situación, y los cambios que los consumidores aplicaron a sus
patrones de consumo, optando por salir más de día que de noche,
sirvieron para empeorarla aún más.
La conclusión de esta tormenta
perfecta es que la hostelería especializada en operar cuando cae el sol
pierde activos año tras año. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación
Según
se desprende de los datos de Nielsen, si en 2014 había 18.604 locales
de ocio nocturno operando, en la actualidad esa cifra se ha reducido a
17.638, es decir, 966 menos. Y no sólo eso: la cantidad de dinero que
los españoles se gastan en sus locales también se ha visto mermada en
los últimos ejercicios, al pasar de 95 euros al mes de media en el año
2009 a los 67 euros de la actualidad. Esto se debe no sólo a que los
españoles consumen menos que antes sino a que están cambiando la copa
por la cerveza que, al ser más barata, gana adeptos y consigue crecer un
3,1% frente al 0,7% de las espirituosas.
Muy distinta es, sin embargo, la
fotografía que arroja el ocio diurno, que sí crece alrededor de un 2% en
dicho periodo, con 226.450 establecimientos -sin contabilizar aquí ni
la restauración organizada ni los negocios estacionales de costa-. El
hecho de salir más de día que de noche también se nota en que el consumo
diurno de bebidas alcohólicas de alta graduación también crece, por
encima del 7%, casi tanto como la cerveza, que roza el 8% de incremento.
Sus ventajas no acaban ahí. Y es que el tirón del ocio diurno ha
conseguido que en España se vuelvan a abrir bares, un 3,6% más en 2015
que un año antes, y con una previsión de crecimiento de en torno al 1,5%
para este año.
En general, son 260.000 establecimientos
de hostelería los que se contabilizan a lo largo y ancho de la geografía
española, lo que supone un bar por cada 175 personas, la mayor densidad
de este tipo del mundo, y con un perfil donde seis de cada diez locales
se corresponden con el llamado bar de toda la vida, con más de 15 años
de tragos a sus espaldas.
No obstante, Nielsen destaca que se
aprecia una tendencia creciente en España en la apertura de locales de
restauración organizada, que son ya más de 7.500. Algo en los que tiene
mucho que ver la expansión vía franquicia como fórmula de autoempleo en
plena crisis o de inversión probada. Es precisamente la aparición de
formatos organizados uno de los principales cambios que el canal Horeca
-hoteles, restaurantes y catering- está experimentando en nuestro país.
Y
es que España sigue siendo país de bares, y los españoles siempre
seremos de calle, siendo esto lo único que se mantiene.
Una vez visto cuando los consumidores
suelen acudir más a los bares, de los datos de Nielsen también se extrae
un retrato de cómo es ese nuevo consumidor y qué le pide a un bar. En
concreto, al igual que se buscan promociones al hacer la compra, esta
tendencia se ha exportado a la hostelería.
La mitad de los consumidores
consideran que si los locales bajaran más los precios, acudirían más,
sobre todo motivados por packs promocionales como el aperitivo gratis
junto con la consumición. También funcionan fórmulas como los 2x1, los
cupones descuento o las happy hours.
Perfil del consumidor
Otro
rasgo de este parroquiano del siglo XXI es que se implica más con las
marcas que con los locales, es decir, la fidelidad atañe más al producto
que al establecimiento. No obstante, también exigimos a los bares; a
modo de ejemplo, un 40% declara preferir consumir bebidas en formatos
más grandes para poder consumir mayor cantidad. Sin embargo, aunque los
españoles no sean tan fieles al bar, no por ello dejan de ser exigentes
con el local, incluso más que antes de la crisis, demandando una buena
experiencia que con toda probabilidad compartirán en las redes sociales.
Uno de cada tres comparte su opinión en Internet tanto si está
satisfecho como decepcionado, y esto tiene una implicación enorme para
otros potenciales consumidores, pues las opiniones online son la segunda
fuente de información en la que más confían -sólo superado por la
recomendación de familiares y amigos-.
Y es que el bar debe ser más
e-bar que nunca, estar en la red para saber no solo qué dicen, sino para
llegar a nuevos consumidores, sobre todo a los millennials, que merecen
un capítulo aparte: son asiduos a las cadenas de restauración, adictos a
las ofertas -los cubos de cerveza, cañas a 50 céntimos, etc.- e
hipersensibles al precio, pues no en vano tienen dificultades de renta y
se incorporan de forma tardía al mercado laboral.
Según el director general de Nielsen
Iberia, Gustavo Núñez, "hoy hay dos buenas noticias para la hostelería:
que los españoles, cuando ven que su bolsillo está algo mejor, vuelve a
salir, y que el turismo está en cifras de récord".
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