Dos líderes aborígenes junto a una estatua de Junípero en la Carmel Mission de California la pasada semana.
Las tribus aborígenes de California denuncian el carácter genocida de las misiones de Serra
Instan al Papa a parar la canonización: 'Fue culpable de las muerte de más de 100.000 indios'
«Las misiones eran cárceles y campos de exterminio para mi gente. Bajo las órdenes de Serra se les encarcelaba de noche, privados de alimentos, torturados y violados. De día sirvieron para erigir algunos de los ejemplos más bellos de la arquitectura del estado de California, que no eran más que una fachada de los insalubres campos de la muerte».
Valentín López y Andrew Salas, líderes de tribus indias de California (presidentes de los Amah Mutsun y de los Indios Misioneros Gabrieleños, respectivamente), firman un duro alegato contra la figura de Fray Junípero Serra y su labor misionera, un texto enmarcado en la campaña contra la canonización que los indígenas californianos llevan alimentando desde hace meses. Junípero visto desde el otro lado.
La catedral de Los Ángeles asistía recientemente a una manifestación que recogía con fidelidad el clima de polémica generado entre los aborígenes tras el anuncio de la canonización. Las proclamas desde entonces no han cesado insistiendo en lo que consideran un acto genocida que tuvo en Juníper uno de sus principales estandartes. «Serra no fue un santo, fue un demonio».
La Iglesia no ha podido permanecer ajena al debate en torno a la figura del misionero franciscano, aunque ha tratado de quitar hierro a las protestas y al ideario que las sostiene. El arzobispo de Washington, Donald Wuert, opinó esta semana que esas ideas le parecen «algo exageradas», además de surgidas «muy recientemente». Asimismo, Wuert afirma que los historiadores más destacados tienen «una perspectiva diferente» sobre la labor de Serra.
Los miembros de las tribus indias de California y de otras regiones de los EEUU, armados con 10.000 firmas afines a su causa, confirmaron su presencia en Washington durante estos días para expresar su oposición a la canonización. Unos postulados recogidos en el texto remitido por sus representantes y que está siendo leído en manifestaciones y ruedas de prensa.
«La canonización del Padre Serra es un escándalo moral. Su fundación de un sistema de misiones en 1769 fue de todo menos santa. Sus políticas eran inequívocamente dirigidas hacia atrocidades en contra de nuestros antepasados. No merece el honor de la santidad».
Los representantes de las tribus aborígenes responsabilizan a Junípero de la muerte de «más de 100.000 indios de California y el exterminio de muchas tribus».
Su propósito, afirman, es la búsqueda de «la verdad» y del «pleno reconocimiento de las acciones de la iglesia», en un llamamiento personal al Papa Francisco para que «entienda y reconozca que no existe el derecho a la dominación».
http://www.elmundo.es/baleares/2015/09/23/56025b1eca4741805f8b4574.html
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