Un proyecto titánico. La mayor obra de infraestructura jamás construida. Una vía que, si todo marcha bien, marcará una época.
El Gran Canal de Nicaragua conectará
el océano Pacífico con el Atlántico y cruzará el territorio
nicaragüense de este a oeste. Es una ruta interoceánica de gran calado
alternativa al famoso Canal de Panamá.
Los invitamos a conocer todos los
detalles de este faraónico proyecto que cambiará el futuro de Nicaragua,
de América Latina y de todo el mundo.
¿Qué sabemos sobre el Gran Canal de Nicaragua?
Según el diseño preliminar, el Canal cruzará
el Gran Lago Cocibolca y sus afluentes, la zona de libre comercio de
Brito, el complejo turístico de San Lorenzo y el aeropuerto de Rivas,
uniendo los dos puertos en el Pacífico y el Caribe.
HKND, la compañía china responsable de la construcción del Canal, ha comunicado ya
que ha modificado el trazado de la infraestructura y está dispuesta a
hacer más ajustes para evitar perjudicar a la población local y el medio
ambiente.
De esta forma, la compañía reubicó la
entrada pacífica del canal en el río Brito y modificó el trazado a
través del departamento de Rivas. Además, ajustó el diseño para no
afectar a los habitantes de El Tule, una comarca agrícola por la que
discurre la carretera entre los puertos lacustres de San Miguelito y San
Carlos.
Esta ruta tendrá 278 kilómetros de
longitud y será tres veces más larga que el Canal de Panamá. Por otro
lado, su profundidad será de entre 26 y 30 metros, con un ancho que
variará entre los 230 y los 520 metros. Será casi el doble de profundo y
ancho que el de Panamá.
El costo total del proyecto asciende a 50.000 millones de dólares.
El Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega,
otorgó la concesión para la construcción del Gran Canal de Nicaragua al
consorcio chino HKND Group (Hong Kong Nicaraguan Canal Development
Investment Group).
Además de excavar el canal, la compañía tiene previsto construir carreteras, dos puertos, un lago artificial, un aeropuerto, un complejo turístico y una zona de libre comercio, así como fábricas de acero y de cemento.
Una larga historia
La primera mención oficial en Nicaragua sobre el proyecto de construcción de un canal interoceánico se hizo en 1833.
En 2004, el Gobierno volvió a la idea de
un canal que permitiera a barcos gran calado hacer su travesía a través
del país, pero el elevado coste del proyecto impidió que tomara forma.
En junio del 2013, Nicaragua finalmente
entregó a la compañía china HKND la concesión del canal y ese mismo mes
la Asamblea nicaragüense aprobó su construcción.
El 22 de diciembre de 2014, Managua puso en marcha la maquinaria para construir su propia vía interoceánica. Está previsto que las obras finalicen en 2019 y que entre en servicio en 2020.
El padre del Canal de Nicaragua
El propietario del consorcio HKND es el multimillonario chino Wang Jing. Según la revista ‘Forbes‘,
Wang es el duodécimo empresario más rico de China, con una fortuna
personal de unos 6.300 millones de dólares. Antes de la creación de
HKND, su interés principal eran las telecomunicaciones y también la
minería y la agricultura.
“Jing ya ha gastado más de 5.000
millones de su capital personal, más el dinero de su familia y sus
amigos, a quienes se lo había solicitado para capitalizar el proyecto
del Canal”, calcula Stratfor,
la empresa privada estadounidense especializada en servicios de
inteligencia, que decidió analizar qué fue lo llevó al empresario a
participar en el proyecto e incluso a invertir en él su propio dinero.
“No puedo dejar que este proyecto se convierta en un chiste de escala internacional”
Wang Jing, ‘padre’ del Canal de Nicaragua
Wang Jing, ‘padre’ del Canal de Nicaragua
Según concluyó la compañía de inteligencia, hay varias causas que influyen en la determinación de Wang para seguir adelante.
El proyecto no solo aliviaría el denso
tráfico del canal de Panamá, sino que también ofrecería rutas
complementarias para el comercio entre Asia y la costa oriental de
América del Norte. También proporcionaría un paso más rápido de las
naves masivas de carga procedentes de América Latina, especialmente de
Brasil, a Asia: hoy en día, estas naves son demasiado grandes para el
Canal de Panamá. Teniendo en cuenta el acelerado crecimiento del volumen
de comercio entre China y América Latina, el cambio se hará sentir.
Podría tratarse, además, del
establecimiento de nuevos sitios turísticos, gracias al desarrollo de
más puertos. Con apoyo de China, Nicaragua podría aprovechar también
cambios en las cadenas logísticas internacionales creando una zona de
libre comercio. Gracias a los bajos costes de la mano de obra y la
cercanía a los grandes mercados de EE.UU., México y Sudamérica,
convertir el país en un centro de producción y distribución regional
parece una idea perspicaz, concluye Stratfor.
Por su parte, el propio multimillonario
promete “transformar la vida” de Nicaragua con el canal y rechaza
cualquiera crítica al proyecto.
“Las acciones pesan más que las
palabras. Convenceremos a todos con los hechos. Los convenceremos al
tener éxito”, dijo Wang a la BBC.
“La mayor presión viene de tener que
ganar el reconocimiento del mundo. No puedo dejar que este proyecto se
convierta en un hazmerreír internacional”, subrayó el empresario.
Según él, la clave del éxito del Canal
es la presencia de China en el proyecto: “Las empresas chinas llevan
décadas acumulando enorme experiencia y conocimiento en grandes
proyectos de infraestructura. Por lo que tener compañías chinas al
frente de este proyecto aumenta enormemente sus perspectivas de éxito.
Esa es nuestra fortaleza”.
Sobre el secretismo que rodea el
proyecto, por ejemplo en lo referente a la financiación, Wang asegura
que tiene una justificación: “No estamos reteniendo información. Esto es
ser responsables.
Queremos ser vistos como héroes que hacen historia,
no como villanos, por lo que necesitamos tiempo”.
Consecuencias para la naturaleza
Probablemente, una de las mayores
preocupaciones respecto al proyecto está relacionada con el medio
ambiente y, en particular, con las consecuencas que tendría el canal
para el lago Cocibolca, una fuente primaria de agua potable en la
región.
Así, algunos activistas están
preocupados por la posibilidad de contaminación del lago debido a un
accidente o a la intrusión de agua salada, así como por el riesgo de
afectar al ecosistema del lago.
HKND Group ya entregó a la Comisión del
proyecto el estudio de impacto social y ambiental, que ahora será
sometido a revisión. El estudio, que consta de 14 volúmenes, fue
elaborado por la consultora Environmental Resources Management Group
Inc. (ERM), con sede en Londres, tras dos años de investigación de campo
con la participación de expertos nacionales e internacionales.
Según Bill Wild, asesor jefe para la
obra de HKND Group, dicho trabajo determina que el proyecto cumplirá con
los estándares internacionales y que, si se consigue mitigar, controlar
y compensar los daños, tendrá un impacto positivo neto, es decir, que
el impacto positivo ambiental y social será más alto que los impactos
negativos.
De hecho, la complejidad y el gran costo
del proyecto se explican parcialmente porque se escogió una ruta con un
menor impacto en el medio ambiente. Un ejemplo de esta actitud es la
creación del lago artificial Atlanta, para evitar la salinización de las
aguas dulces.
¿Qué significa para Nicaragua?
El Canal de Nicaragua será tres veces
más largo que el de Panamá y dará una nueva vida a la economía de las
áreas que atraviesa. Será de gran importancia para toda la región y, en
útima instanta, para todo el mundo, pero en primer lugar, sin duda, para
Nicaragua.
Perspectivas comerciales y económicas
Los numerosos proyectos complementarios del canal podrían convertir a Nicaragua en un núcleo comercial para toda la región.
Así, según el proyecto, se creará un
megacentro logístico en la zona de Rivas. Tan solo a unos kilómetros de
la costa del lago Cocibolca se construirá el mayor y más moderno
aeropuerto de América Central, que tendrá la destacada categoría 4E que
permite recibir grandes aviones de carga y de pasajeros como, por
ejemplo, Airbus 380 o Boeing 777.
La capacidad aproximada del nuevo
aeropuerto sería de un millón de personas y 22.000 toneladas de
mercancías. Un punto más a favor del país en calidad de centro de
tránsito.
El puerto Brito hoy no es más que una
pequeña aldea de pescadores, pero gracias al proyecto del gran canal
crecerá la zona con uno de los mayores puertos de aguas profundas de
todo el mundo. Esa área de la costa del Pacífico será una auténtica joya
de la corona de las rutas del Gran Canal, dado que en esa también se
desarrollará una zona de libre comercio y numerosos complejos
turísticos.
Una de las principales ventajas de esta
infraestructura, comparada con la panameña, será la posibilidad de
atender buques de mayor tonelaje. De hecho, en un futuro, los grandes
barcos de carga de última generación simplemente no podrán pasar por el
antiguo trayecto. El tránsito por Nicaragua será la única alternativa
para el transporte global de mercancías y acaparará buena parte del
tráfico marítimo mundial.
“Si comparamos por ejemplo un buque que
va de una costa a otra en EE.UU. por Panamá, y si lo hiciera en
Nicaragua, el mismo buque, con solo pasar por Nicaragua se ahorraría más
de 900 kilómetros. Eso tiene impacto económico para la empresa y
también para los usuarios de los productos que son transitados por allí.
Si navega menos, va a consumir menos combustible y va a contaminar
menos. Aunque el proyecto requiere muchas inversiones y esfuerzos, es
una brillante oportunidad para hacer de Nicaragua un país económicamente
más próspero y con bajo nivel de pobreza”, opina Telémaco Talavera,
ingeniero y miembro de la comisión de Desarrollo del Canal de Nicaragua.
“El Canal y el efecto multiplicador,
sobre todo el efecto multiplicador de la economía nicaragüense, va a
llevar a doblar nuestra economía, doblar los ingresos gubernamentales,
cortar a la mitad la pobreza extrema del 14 por ciento al 7 por ciento. Y
llevar al 25 por ciento de nuestra población a salir del sector
informal, que es abrumadoramente mayoritario actualmente”, asegura al
respecto Paul Oquist, secretario ejecutivo de la Comisión del Proyecto
de Desarrollo del Canal de Nicaragua.
Ventajas para la sociedad
Aparte de los evidentes beneficios
económicos para Nicaragua, se prevé que la construcción del Gran Canal
genere entre 200.000 y 250.000 empleos.
Además, según afirmó a RT el analista
Carlos Aznárez, el proyecto ayudará a lograr un mayor desarrollo social
del país, ya que los ingresos económicos que obtendrá Nicaragua se
podrían destinar a planes sociales de la región.
Por su parte, el sociólogo y profesor
universitario nicaragüense Freddy Franco estima que el Gran Canal será
un aporte fundamental al crecimiento económico y social del país, sobre
todo para su Plan Nacional de Desarrollo Humano.
Según explicó el experto en un diálogo con la agencia Prensa Latina,
en ese programa se trazan metas esenciales de transformación social
para la superación de la pobreza, la generación de empleos, una mejor
distribución de la riqueza y un desarrollo económico sustentable,
sostenible y diversificado.
Una prueba de sus palabras es que el
Gran Canal recibió recientemente los premios Proyecto Estratégico del
Año y Proyecto de Creación de Empleos del Año en Guatemala.
Tras la entrega de estos premios durante
el Foro de Liderazgo en Infraestructura de América Latina, celebrado en
la ciudad guatemalteca de Antigua, el asesor principal de HKND, Bill
Wild, aseguró que el Gran Canal Interoceánico tendrá un impacto positivo
en el país, tanto en el campo económico, como desde el punto de
vista social y ambiental.
“La construcción y operación del Canal
traerá un gran impulso a la economía de Nicaragua y creará un gran
número de oportunidades de empleo. El nivel de vida se mejorará de
manera significativa para todos los nicaragüenses”, afirmó el
representante de HKND, citado por el portal lavozdelsandinismo.com.
Asimismo, destacó que los resultados de
las encuestas realizadas por diversas organizaciones demuestran las
altas expectativas y el apoyo al proyecto por parte de la población de
Nicaragua.
¿Y para el resto del mundo? Beneficiados y perdedores
Más allá de Nicaragua, la obra
interocéanica acapara la atención mundial y ya ha despertado interés
de inversionistas de varios países, tales como Francia, Dinamarca y
Alemania, que anunciaron su intención de visitar el país
centroamericano para conocer el proyecto.
Oportunidad de desarrollo para América Latina
El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua
entró en la lista anual elaborada por la firma CG-LA Infraestructure,
que presenta los proyectos estratégicos de América Latina que
favorecerán el desarrollo de la región.
Según el portal Business Wire,
la construcción del Canal de Nicaragua se ubicó en el puesto 12 del
‘ranking’ de los 100 proyectos latinoamericanos que serán terminados en
los próximos 3 a 18 meses.
De acuerdo con Ronald Maclean-Abaroa,
portavoz de la empresa HKND Group, la puesta en marcha de esta obra
traerá grandes beneficios para toda la región centroamericana y el resto
de países de América Latina y el Caribe.
“Se trata de un gran proyecto que tiene
el potencial de transformar el comercio internacional y traer
importantes beneficios económicos y sociales a Nicaragua, sus vecinos y
Latinoamérica”, sostiene el representante de la compañía china.
China y Rusia
Mientras que las ventajas del proyecto
para Nicaragua parecen claras, hay quienes se preguntan sobre el alcance
de las posibles ganancias de China.
Mientras la mayoría de los analistas
pronostican la mejora en la competitividad de sus productos al
abaratarse el costo de transporte, otros destacan además las ventajas
estratégicas que representa para Pekín un aumento de su presencia en la
zona de Centroamérica y América Latina.
“Tendría un acceso estratégico muy cerca de América del Norte, que en este momento no tiene”, explicó a laBBC Mundo Heinz Dieterich, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México.
“Para China sería un golazo geopolítico frente a Estados Unidos y una respuesta a lo que hace Washington”
Heinz Dieterich, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México
Heinz Dieterich, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México
“Es como un ajedrez”, prosigue el
analista. “China dice: ustedes tratan de construir un muro de contención
en mi vecindad inmediata; pues nosotros podemos hacer lo mismo con
Costa Rica, México y ahora Nicaragua”, concluye.
Rusia también estudia la posibilidad de participar en la construcción del Canal de Nicaragua, según señaló a RIA Novosti el vicecanciller Serguéi Riabkov el año pasado.
Asimismo, el pasado mes de marzo el canciller ruso Serguéi Lavrov declaró que Rusia estaría preparada para proveer seguridad en la zona en caso de que las autoridades nicaragüenses lo solicitaran.
EE.UU. y “bomba geoestratégica”
Nicaragua insta a ver el Gran Canal como una oportunidad para las empresas de todo el mundo, no como un obstáculo.
“El Canal es una inversión comercial
para el mundo entero”, aseguró Francisco Telémaco Talavera, portavoz del
Canal Interoceánico y asesor del presidente Daniel Ortega, durante una
charla en la Casa América de Madrid el pasado mes de enero.
“Nosotros lo merecemos y el mundo lo necesita”, concluyó.
Sin embargo, parece que no a todos les sienta tan bien el gran proyecto.
El director del Instituto Nacional de
Energía de Rusia, Serguéi Pravosúdov, opina que el Canal de Nicaragua
debilitará en gran medida la posición de EE.UU., causando un duro golpe a
su prestigio.
“Estados Unidos controla los principales
lugares de las rutas marítimas: el canal de Panamá, el canal de Suez,
así como las principales rutas comerciales que pasan por Singapur,
Gibraltar, etc. Por lo tanto, para EE.UU. la aparición de una vía
alternativa es un desafío directo”, afirma Pravosúdov, citado por ‘Svobodnaya Pressa’.
Otros comentaristas, como el escritor
ruso Alexánder Projánov, sostienen que la colaboración entre Rusia,
China y Nicaragua en la construcción del Canal es “una potente bomba
geoestratégica que explotará cerca de EE.UU.”.
“Las empresas rusas y chinas interactúan
en una zona cercana a Estados Unidos. Por supuesto, esto no es
agradable para los estadounidenses”, explicó el escritor, citado por ‘Izvestia‘.
Algunos expertos van más lejos y
aseveran que EE.UU. trata de desestabilizar Latinoamérica para impedir
la construcción del Canal de Nicaragua.
Es obvio que EE.UU. está empezando un gran juego en América Latina con el objetivo de interrumpir la construcción del Gran Canal de Nicaragua
En este sentido, el periodista y
politólogo Ígor Ignátiev explica que después de que se tomara la
decisión de construir el Canal de Nicaragua, el Departamento de Estado
de EE.UU. empezó a materializar su plan de desestabilización de América
Latina y justificó su intervención en los asuntos de los países de la
región alegando preocupación por la presunta violación de los derechos
humanos en la zona.
De acuerdo con el artículo del experto publicado en el portal Politikus,
primero Washington intentó organizar multitudinarios disturbios en
Nicaragua y ahora su presencia se hace cada vez más prominente en los
países vecinos al futuro Canal.
Según el especialista, no hace tanto
tiempo se intensificó el control del supuesto tráfico de drogas en
Brasil y Venezuela, y ahora le ha llegado el turno a Ecuador. El
presidente ecuatoriano, Rafael Correa,
por su parte, ha declarado durante la emisión del programa ‘Kartina
mira’ (‘Imagen del mundo’), en el canal de televisión RTR-Bielorrusia,
que Ecuador también siente la presión de EE.UU. en materia de derechos
humanos y la intervención de grupos radicales estadounidenses de extrema
derecha destinados a desestabilizar la sociedad. La misma situación, de
acuerdo con Ignátiev, se puede observar en Argentina, Bolivia y
Venezuela.
“Es obvio que EE.UU. está empezando un
gran juego en América Latina con el objetivo de interrumpir la
construcción del Gran Canal de Nicaragua”, afirma el periodista. El
experto también señala que en este caso Washington utiliza su estrategia
común de traer inestabilidad en la región, agitar la situación
política, y con ello bloquear el flujo de inversiones de otros países.
A pesar de todas las potenciales
dificultades y obstáculos, Nicaragua ya ha tomado el camino hacia su
sueño. Un sueño que, al cumplirse, cambiará la historia de la región y
de todo el mundo.
En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, RIA Novosti, Reuters.
Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov
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