martes, 7 de abril de 2015

Haciendo dinero a lo grande

 

Haciendo dinero a lo grande 

 

A las personas del mundo de a pie le es difícil de entender que el dinero, ese dinero que utiliza en el día a día, no tiene respaldo alguno y en realidad su único respaldo es para comprar en un momento dado. Es más se trata de una mercancía cuyo valor cambia según una supuesta ley o regla del llamado mercado.


Más difícil es entender cómo se crea el dinero, sea físico o virtual que en el imaginario popular, se supone, lo crean los gobiernos y ellos saben lo que hacen.

Los que piensan así están muy equivocados. Para la creación de dinero en general se utilizan dos sistemas, uno, que lo crea el Banco Central más o menos aceptado por todos como el menor de los males. El otro que creación directamente por los bancos, que en general no lo imagina nadie, pero es muy real, y es la capacidad que tienen los bancos de prestar un dinero inexistente a cambio de recibir intereses por ese servicio.

Esto es muy sencillo: el banco entrega el dinero del préstamo al acreedor y anota en su sistema contable, como contrapartida, una deuda igual al solicitante del crédito, la que se irá pagando como principal, más los intereses que son propiedad del banquero.

Un sistema muy ingenioso de prestar dinero sin arriesgar absolutamente nada y que, si bien se dice existen ciertos límites teóricos para realizarlos, en la práctica nadie hace el más mínimo caso de esas reglas, fáciles de burlar.

El caso es que Islandia es el primer país en intentar corregir esto, promoviendo una ley de que solo su Banco Central podrá "fabricar dinero" y así saca el asunto a debate del Estado como único facultado para esa función social.

La creación de dinero por los bancos, que se calcula en mas de un 90 % del que circula, se cree tiene mucho que ver con las constantes crisis económicas del sistema, pues de forma incontrolada se emiten millones en deudas imposibles de pagar y solo una crisis es el mecanismo ideal para el borrón y cuenta nueva.

Por ejemplo, algunos creen que al haber sido eliminado en 2005 el único control sobre esto que existía en Estados Unidos (llamado M3), dejo ciego el sistema y permitió los miles de millones en préstamos que hundieron la economía mundial y después se tuvo que regalar a los bancos, algo en que no habían arriesgado absolutamente nada.

La buena noticia es que ya se habla del asunto claramente y allá por Islandia van a la vanguardia y debemos desearle suerte pues lo que se propone tiene enemigos muy poderosos
 

Antonio González
 





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