Pedro Morenés Eulate, ministro de defensa español, con El Decapitador
Los
mismos que se rasgan las vestiduras e inundan con sus protestas el
aparato mediático cuando un alcalde golpista es detenido en Venezuela,
miran para otro lado y callan como putos cuando, al más puro estilo del
Estado Islámico, una mujer es brutalmente decapitada en plena calle, en
Arabia Saudita.
Las autoridades saudís decapitaron este lunes a una mujer birmana en cumplimiento de la sentencia que fue dictada contra ella por haber presuntamente asesinado a su cuñada, una niña de siete años, según han informado medios saudís. Una grabación de la decapitación mujer, identificada como Laila Bint Abdul Muttalib Basim, ha sido difundida por internet.En el estremecedor documento, se escucha a la joven gritar "Yo no maté, yo no maté" mientras al menos cuatro policías la llevan a rastras hasta el medio de una calle donde un verdugo la esperaba para decapitarla. La joven lanzó un alarido ínstantes antes de que la espada del verdugo cayera sobre su cuello. Según los medios saudís, hicieron falta hasta tres golpes con el alfanje para cercenar el cuello de la mujer. http://www.elperiodico.com/es/
Ningún
gobernante "demócrata" alzará indignado su voz, ni por esta, ni por
otras atrocidades semejantes perpetradas por sus autocráticos socios, ni
llamará con urgencia a consultas a su embajador, ni desatará una masiva
campaña de airada protesta en los medios de comunicación. Bien al
contrario, El Decapitador será recibido con grandes honores y exquisita
amabilidad.
¿Y
qué más da que el precio de la sangre se desplome hasta derramarse en
la calle, si también baja, aunque no tanto, el del petróleo? Así
decapitamos dos pájaros de un tajo ¿verdad?: nosotros nos enriquecemos,
mientras los no sometidos y los reacios se empobrecen. Eso de los
Derechos Humanos y demás monsergas está bien para florear nuestros
discursos ante el aparato mediático o durante banquetes y fastos. O para
reprochar la violación de los mismos a quienes no pertenecen a nuestro
selecto club y se niegan a rendirnos pleitesía ¿no es cierto?
Leon Panetta, secretario de defensa americano, con el rey Salman bin Abd al-Aziz Al Saud... en el Pentágono.
Nosotros
somos así ¿verdad, Panetta pentagonal?, hemos hecho de la más criminal
hipocresía todo un arte. Sonríe, Panetta, sonríe. Ya hablaremos otro día
de Gaza, o de Ucrania, tal vez cuando se acerquen las elecciones y el
presidente quiera hacer gala de su Premio Nobel... de la Paz.
¡Vaya!
Hablando de paz. Mira quién está aquí, Netanyahu en el Congreso de los
Estados Unidos, proponiendo hacerla a bombazos e intentando convencer a
sus socios de ello. Aplaudan, congresistas, aplaudan. Aún pueden
acrecentar la deuda de su decadente país, bastará que roben al mundo y a
sus electores un poco más y que sigan armando a Israel y al gobierno
títere y fascista de Ucrania. Todo sea por la paz, por la democracia y
por la libertad que con tanto ahínco su selecto club viene defendiendo
con tan espléndidos resultados.
Descanse en paz Laila
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