Rusia,creemos que diplomáticamente,lo niega
Moscú (que sigue
comprando oro y tiene como aliado preferente al gigante chino) solo
tiene que sentarse a esperar el descalabro, que no derrumbe por
desgracia, de Arabia y EEUU. De momento, cientos de empresas
estadounidenses vinculadas al petróleo y al gas han quebrado, pero
claro: eso no te lo dicen. Veremos quien cede primero.
Arabia Saudí ha
intentado de nuevo chantajear sin éxito a Rusia para que este país
retire su apoyo a Siria y su presidente Bashar al Assad a cambio de
reducir su producción petrolífera para hacer subir los precios y aliviar
así la economía rusa, señaló el miércoles el New York Times.
Según el periódico, que
cita a responsables norteamericanos y saudíes, en el curso de los
pasados meses representantes saudíes llevaron a cabo conversaciones con
las autoridades rusas para tratar el tema de la producción petrolífera y
su repercusión en los precios, pero no se lograron, según estas
fuentes, “progresos considerables”.
Una reducción de la
producción por parte de Arabia Saudí podría hacer subir el precio del
petróleo y esto tendría una repercusión favorable en las economías de
Rusia, Irán o Venezuela, entre otros países.
Los precios del petróleo
han caído un 50% de su valor desde el pasado mes de Junio debido a la
sobreproducción de algunos países, principalmente Arabia Saudí, además
de otros factores como la debilidad de la demanda en un contexto de
ralentización de la economía mundial.
Arabia Saudí intentó ya
chantajear a Rusia en 2012 durante una visita del entonces jefe de los
servicios de inteligencia saudíes, Bandar bin Sultan, en la que éste
llegó a amenazar la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno en
Sochi a través de los grupos terroristas de los que Bandar ha sido un
gran patrocinador.
En una reciente
entrevista concedida a la revista norteamericana Foreign Affairs, el
presidente sirio, Bashar al Assad, manifestó que Rusia e Irán
continuarán su apoyo al gobierno de Damasco a pesar de las dificultades
que les causa la caída del petróleo.
De confirmarse este
informe significaría que Arabia Saudí está dispuesta a sacrificar los
intereses de su país y su pueblo, que sufre también los efectos de la
caída de precios, con el fin de llevar a cabo sus objetivos políticos
regionales.
Agencias
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