miércoles, 27 de mayo de 2015

Podemos, ¿éxito o fracaso?



¿Por qué será que los medios de propaganda del sistema nos están vendiendo los resultados de las elecciones muncipales y autonómicas del pasado 24 de mayo como un triunfo del "cambio", aunque por muchas vueltas que se le de no se ve cambio alguno por ningún lado?


Resulta que los líderes de Podemos y las encuestas de algunos medios proclives a la formación (medios, por otro lado, controlados como todos por el gran capital), publicaban que sus candidatos favoritos iban a arrasar en las elecciones, quedando los primeros en número de votos o, cómo poco, segundos. Sin embargo, la euforia se quedó en un suspiro cuando lo cierto es que los chicos de Podemos no ganaron en ninguna autonomía ni ayuntamiento, y ni siquiera quedaron segundos...

Sin embargo, los resultados de, principalmente, Barcelona en Comú y Ahora Madrid han desatado la fiesta mediática y dado rienda suelta a editoriales triunfalistas sobre un cambio que más parece un más de lo mismo. Cierto es que las candidaturas podemitas, en las que, por otro lado, Podemos es solo uno de los muchos integrantes, han conseguido un gran resultado en las dos principales ciudades españolas, y que en Madrid han puesto en jaque a la casposa y corrupta Esperanza Aguirre que ha recibido sin duda un rapapolvo sobre su engreimiento habitual. Pero, sobre todo en la capital, todo cambio tendrá que pasar por el filtro del PSOE, partido-casta (según terminología podemita) donde los haya, así que parece que lo que cambie será para no cambiar nada, siendo la "segunda transición"; como la han denominado algunos medios, tan estafa como la primera.

Aparte de los datos cuantitativos, que suenan más a desastre que a victoria para el partido de Pablo Iglesias (sobre todo en relación a sus expectativas), en lo cualitativo tampoco parece fácil echar las campanas al vuelo. Personalmente, en el caso de Barcelonal me provoca más simpatías que la de Madrid puesto que, independientemente de la desafinidad ideológica, Ada Colau es una mujer de acción, presente en las luchas contra desahucios y frente a los corruptos e, incluso, enfrentada a los guardias privados de los políticos catalanes (los llamados Mossos de Escuadra, pagados, sin embargo, por los contribuyentes). En Madrid la lideresa de la coalición podemita, Manuela Carmena, no me provoca, muy al contrario, ninguna simpatía.

El personaje es de lo más siniestro, cercana a aquel PSOE de Tierno Galván que es, ni más ni menos, que el mismo PSOE de hoy, lleno de corruptos y listillos varios aunque lo escondieran mejor engañando al personal con movidas y otras paridas disfrazadas de cultura alternativa. Carmena no cambió su posición años después, formando parte del grupo de asesores de Rodriguez Zapatero cuando este formó gobierno, continuando sin solución de continuidad las políticas del "fuhrercito" Aznar contra los trabajadores y favoreciendo a banqueros y otros ladrones con igual descaro que "Marianico Rajoy".

Por último, no hay que olvidar que, aunque empezara como defensora de trabajadores durante el franquismo, como muchos otros pronto se paso al lado oscuro tras el pacto de silencio democrático de la transición, y el reparto de cuotas de poder y de privilegios por el que se peleo la jauria de abogados laboralistas, sindicalistas y líderes "comunistas" tras la aceptación de la continuidad del franquismo y la traición a los miles de republicanos que siguen enterrados en las cunetas y fosas comunes en toda España. De hecho, convertida en empresaria, y con un marido sin escrúpulos, parece que aceptó que este se declarara en insolvencia para no pagar a sus obreros, que le acusan de alzamiento de bienes. Todo ello, por supuesto, está por demostrar, pero ella misma ha dejado claro en sus declaraciones que su marido avaló a su empresa con 800.000 euros, así que no parece que estemos hablando de gente que gana su dinero con su trabajo sino, más bien, suena a que lo hacen explotando a otros. Recordamos aquí algo que dejó escrito Honoré de Balzac en La comedia humana y en lo que creemos muy cierto: "Detrás de una gran fortuna siempre hay un gran delito".

Hay que recordar también que, la que fuera relatora de la ONU, criticó en su día el voto en contra de Podemos en el Parlamento Europeo la resolución pidiendo la excarcelación de los opositores venezolanos que participaron en el enésimo intento de golpe de estado contra el gobierno bolivariano, porque pensaba (y piensa todavia con seguridad) que en Venezuela hay una dictadura terrible y, al contrario, en España vivimos en una democracia como dios manda. Es decir, si llega a ser alcaldesa no les espera cambio alguno a los madrileños, si no más leña al mono, más de lo mismo, seguirá lloviendo sobre mojado.

No obstante, si que hay conclusiones relativamente positivas de los resultados del domingo: el PP ha perdido más de dos millones de votos, siendo el principal castigado por la corrupción, mientras el PSOE sigue en sus cloacas, donde cayó en las últimas elecciones europeas (aunque, paradojicamente, el 24 de mayo le haya colocado de nuevo como la pieza clave para el reparto del poder). Finalmente, Izquierda Unida ha recibido una pedrada en toda la frente; !a ver si espabilan y se dejan de hacer negocios con los banqueros, de jugar a ser corruptos y abandonan ese podrido revisionismo que no tiene lugar ya en un sistema en el que ya ni siquiera es necesario para los anticomunistas!. Aparte de estas menudencias, la vida, parece, va a seguir igual.


 





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