lunes, 21 de diciembre de 2020

Lo que sabemos hasta ahora de la nueva cepa del coronavirus

 


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  ÚLTIMA HORA. La variante que ha aparecido en Inglaterra podría haber llegado ya a España, según el ministro Illa.

 

Lo que sabemos hasta ahora de la nueva cepa del coronavirus

 
La terminal de transbordadores de Dover, en el sureste de Inglaterra cierra al tráfico por las restricciones impuestas en Francia debido a la nueva cepa del coronavirus.


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Una nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2, técnicamente llamada B.1.17, se ha extendido rápidamente en Inglaterra desde septiembre y llevó ayer a varios países europeos a suspender vuelos con el Reino Unido. Esto es lo que sabemos hasta ahora:

 

¿Qué es?

 

Es una cepa del virus que presenta numerosas mutaciones genéticas respecto a las cepas que circulaban anteriormente. La mayoría de estas mutaciones se concentran en la proteína S, que el virus utiliza para unirse a las células del cuerpo humano e infectarlas. Algunas de estas mutaciones tienen el potencial para aumentar la contagiosidad del virus. Varias de ellas se habían identificado anteriormente en otras cepas del virus. Nunca se habían encontrado juntas en una misma cepa.

 

¿Cuándo ha aparecido?

 

Las primeras muestras de la cepa B.1.1.7 del coronavirus se identificaron el 20 de septiembre en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, y el 21 de septiembre en el área metropolitana de Londres. El hecho de que se encontrara en dos pacientes de manera independiente sugiere que la nueva variante del virus había surgido unas semanas antes.

 

La cepa evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas

 

¿Cómo ha aparecido?

 

El hecho de que un alto número de mutaciones coincidan en una misma cepa sugiere que evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas, lo que dio al virus tiempo suficiente para adaptarse y acumular cambios genéticos. El equipo científico que lo ha identificado propone, como hipótesis, que esto pudo ocurrir en un paciente inmunodeprimido.

 

¿Es más virulenta?

 

Nada hace suponer en este momento que la nueva cepa del virus cause una forma de Covid más grave que las cepas anteriores. No se ha detectado un incremento de hospitalizaciones ni de casos graves en las zonas de Inglaterra más afectadas por la cepa B.1.1.7, más allá del aumento debido al mayor número de casos.

 

¿Es más contagiosa?

 

Sí. Según una primera estimación basada en modelos matemáticos, la nueva cepa eleva el número R de reproducción del virus en 0,4. Esto significa que en Catalunya, donde el número R está actualmente en torno a 1,5, esta cifra se elevaría a 1,9 si la nueva cepa fuera dominante en este momento.

 

¿Por qué es más preocupante?

 

El control de la epidemia depende de la contagiosidad del virus y de las oportunidades que se le dan para contagiar. Si la contagiosidad aumenta, para mantener el mismo nivel de control, es necesario reducir las oportunidades que tendrá de causar contagios. Esto significa que será necesario introducir medidas de control más estrictas para mantener el mismo nivel de control.

 

 En el ejemplo de Catalunya, las medidas introducidas para controlar la segunda ola a mediados de octubre, que incluyeron el cierre total de la restauración, redujeron el número R a alrededor de 0,7. Si la nueva cepa del virus eleva la R en 0,4, aquellas medidas hubieran sido insuficientes para controlar la segunda ola, ya que no hubieran conseguido reducir la R por debajo de 1.

 

FALMOUTH, ENGLAND - DECEMBER 20: Dr Emmie Carter, GP, attends the Falmouth Health Centre for her first Covid-19 vaccination on December 20, 2020 in Falmouth, England. The UK is in the second week of its covid-19 vaccination campaign, as the country struggles to halt the spread of the virus. Rising infection rates in southern England forced the government to scrap a 5-day window for household mixing over Christmas. (Photo by Hugh Hastings/Getty Images)

 

Reino Unido entre a la segunda semana de la campaña de vacunación contra la Covid-19 


¿Adónde ha llegado? 


Dentro del Reino Unido, la nueva cepa se ha extendido ya a toda Gran Bretaña, incluidos Gales y Escocia. Su mayor transmisión se da en el sureste de Inglaterra, en la región de Londres, donde era resposable del 28% de casos de Covid a principios de noviembre y del 62% a principios de diciembre. Fuera del Reino Unido se ha detectado ya en Dinamarca, Islandia, los Países Bajos y Australia.

 

¿Puede haber llegado a España? 


Es posible. En ningún país se secuencia el genoma del coronavirus de cada paciente para ver qué cepa del SARS-CoV-2 tiene exactamente. Por lo tanto, el hecho de que no se haya detectado no significa que no haya llegado. Los investigadores británicos que han identificado la nueva cepa indican que es imprescindible “reforzar la vigilancia genómica a escala global” para averiguar adónde se ha extendido ya la cepa B.1.1.7.

 

¿Afectará a la eficacia de las vacunas?

 

Probablemente no, pero es demasiado pronto para saberlo. Las vacunas estimulan la inmunidad contra la proteína S del coronavirus, la que presenta más mutaciones en la nueva cepa vírica. Dado que las vacunas generan una respuesta inmunitaria compleja que neutraliza la proteína S desde varios frentes, es improbable que un número reducido de mutaciones genéticas concretas las haga ineficaces. Ya hay estudios en curso para evaluar el posible impacto de la nueva cepa sobre la eficacia de las vacunas.

 

Es improbable que un número reducido de mutaciones genéticas concretas haga las vacunas ineficaces


 

 

 
 
 

 

domingo, 20 de diciembre de 2020

Clamor por la «democracia» frente al nuevo juicio del «caso Bateragune»

 


Cerca de 200 localidades acogen hoy, bajo el lema «Demokrazia», protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo español en la que ordena repetir el juicio del «caso Bateragune».

 

Contra la repetición del caso Bateragune

 

Clamor por la «democracia» frente al nuevo juicio del «caso Bateragune» 

 

 Agentes sociales, sindicales y partidos políticos se han movilizado en toda Euskal Herria para protestar contra la repetición del juicio por el caso Bateragune  

 

  La decisión del Tribunal Supremo es un ataque a la democracia  a la justicia y al sentido común.

 

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Hoy no ha habido una gran foto. Hoy se han contabilizado, al menos, 188 fotos. 

 

La situación socio-sanitaria no ha permitido dar una respuesta concentrada y masiva a la decisión del Tribunal Supremo de repetir el juicio a Miren Zabaleta, Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Rafa Díez y Arkaitz Rodríguez por el llamado «caso Bateragune». Sin embargo, se han convocado movilizaciones en casi 200 puntos de Euskal Herria.

 

La mayoría sindical vasca, formaciones políticas y agentes destacados llamaron a salir a la calle juntos este sábado. Según el último recuento de los convocates ayer por la tarde, el computo global de citas ascendía a 188. 73 de ellas en Bizkaia, 63 en Gipuzkoa, 43 en Nafarroa y 9 en Araba.

 

 

 

En la movilización de Iruñea ha participado Zabaleta. «Es un atropello jurídico, se trata de una aberración jurídica que solo puede entenderse en términos políticos como un ataque ante la democracia, la paz y la justicia», ha apuntado.

 

 El auto, ha dicho, «nos interpela a todos y a todas, no solamente a los cinco encausados del caso Bateragune, sino también a todas aquellas personas, agentes políticos, sociales y sindicales que están en contra de la deriva autoritaria y de la involución antidemocrática que se está viviendo en el Estado español».

 

 

En la mayoría de localidades la convocatoria ha sido a mediodía, pero todavía quedan algunos llamamientos para la tarde, como el caso de Donostia, donde la cita es a las 17.00 en Alderdi Eder.

 

A primera hora de la mañana también se han llevado a cabo protestas, como la realizada por EH Bai en Baiona, frente al consulado español. Ya al mediodía, en torno a un centenar de personas se ha concentrado a las puertas del Ayuntamiento de Hendaia.

 

 Entre los asistentes se ha podido ver a la bertsolari Maddalen Arzallus, que ha ofrecido una canción a los cinco de Bateragune.

 

Las concentraciones no se han producido tan solo en Euskal Herria. En Barcelona también han protestado contra la decisión del Supremo y han reclamado el fin de la represión tanto en Euskal herria como Catalunya.

 

  

Bilbo lanzado este sábado un mensaje unitario de «Democracia» frente al último movimiento de la judicatura española contra los cinco encausados en Bateragune, con llamamiento incluido a que no sea solo algo puntual, sino una agenda común de democratización.

 

 DemokraziaBilbo

 

Con el impulso de la mayoría sindical, una representación del arco de las fuerzas progresistas del país y agentes sociales de la proyección de Gure Esku Dago, Emakumeen Mundu Martxa o Sare y Etxerat, entre otros, Bilbo ha sido este sábado uno de los puntos centrales de las más de 188 movilizaciones a lo largo del país y en Catalunya y Galiza, que han mostrado el rechazo a la decisión del Tribunal Supremo español de volver a juzgar a los cinco encausados en un caso que «nunca se debió abrir».

 

Es uno de los mensajes centrales que se ha repetido en las intervenciones ante los medios de algunas de las voces unidas contra una decisión que se ha enmarcado en una dinámica habitual de algunos sectores del Estado para influir en la escena política «retorciendo» instrumentos jurídicos e intentando reproducir escenarios del pasado en una sociedad que mira al futuro.
 

El mensaje ha sido lanzado desde la plaza del Arriaga por cientos de personas en una movilización concurrida y plural que ha contado con la presencia de representares de los sindicatos ELA, LAB, Steilas y ESK, pero también una amplia representación política del Parlamento de Gasteiz, dado que ha contado con la asistenca de cargos públicos de EH Bildu, Podemos Euskadi y PNV.

 

Dos de los encausados, Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez, han estado en Bilbo, donde han recibido el apoyo de numerosas personas que se han acercado mostrarles su solidaridad.

 

La concentración se ha desarrollado en silencio con una sola palabra en la pancarta, “Demokrazia”, y ha finalizado con aplausos por parte de los convocantes, que han sido respondidos entre los asistentes.

 

Una de las cuestiones centrales que han destacado distintos agentes es la dimensión de la agresión que supone abrir de nuevo un juicio contra personas que «buscaban un escenario de paz y democracia», y por el que «ya fueron detenidas, enjuiciadas y encarceladas», cumpliendo las sentencias de forma íntegra, con una resolución del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo contra aquel proceso.

 

«Sectores poderosos»

La otra cuestión sobre a mesa es la reiterada dinámica en el Estado español por parte de «sectores poderosos» que «hace diez años se opusieron a un escenario de paz». Ahora pretenden «otra involución, una salida autoritaria» para que «nada trascienda del control permanente del Régimen del 78».

 

«Sectores que son los que instigan y promueven decisiones como esta del Tribunal Supremo», ha destacado el parlamentario de EH Bildu Unai Urruzuno, que ha llamado a los sectores progresistas y soberanistas a ir más allá de la repuesta puntual a este último ataque» y actuar como pueblo bajo una agenda democratizadora».

 

«Es el momento de profundizar en la democracia y decir alto y claro que el debate político le correspondde la ciudadanía y no a los tribunales», ha destacado Josu Etxaburu, de Gure Esku Dago, que ha considerado «inadmisible el afán de obstaculizar la normalización política».

 

Roberto Uriarte, diputado de Unidas Podemos, se ha referido desde la concentración en Bilbo al «tiempo nuevo abierto» desde disolucion de ETA, «para una normalización que todavía no esta concluida y a la que todos tenemos que aportar» y en la que ha destacado la «participacion de todos los agentes políticos en el juego democratico e institucional», por lo que ha reclamado como «paso fundamental el archivo definitivo de las diligencias del caso Bateragune».

 

 


 

 

sábado, 19 de diciembre de 2020

“Deberíamos haber luchado para tener una especie de ejército de salvación de la tercera edad” Miguel Ríos

El cantante y músico Miguel Ríos (Granada, 1944) posa en los estudios Black Betty en Madrid. 

 

Miguel Ríos: “Deberíamos haber luchado para tener una especie de ejército de salvación de la tercera edad”

 

Miguel Ríos & The Black Betty Trio - La Estirpe de Caín

 

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Dijo adiós al mercado discográfico hace diez años, pero ha seguido de gira y hoy prepara el regreso con un nuevo disco del que ya ha adelantado dos canciones que demuestran que, para hablar de la actualidad, nadie mejor que alguien que lleva décadas viviendo en ella

 

Uno es del Madrid cuando se le ve de lejos la cara de cabreo. Cuando se hace la siguiente entrevista, el Real Madrid estaba a una hora de jugar en Kiev frente al Shakhtar Donetsk (los blancos cayeron 2 a 0) y Miguel Ríos (Granada, 1944) no quería perderse el partido (al final, se perdió una parte). Ahora Miguel sale poco de casa y cuando lo hace es para ir a los estudios Black Betty de José Nortes, donde ha grabado los temas de su próximo disco con The Black Betty Trio (José Nortes, Edu Ortega, Luis Prado y Txetxu Altube).

 

 “De pronto tenemos hábitos que no conocíamos y podíamos tener. Podemos estar sin salir a la calle al menos una semana. Es acojonante”, dice con asomobro. A sus 77 años, sigue sorprendiéndose como un niño.

 

Se sabe que Miguel Ríos es un tío que va a perdurar cuando el mismísimo Raphael se viste de negro para cantar el Bienvenidos en el Viña del Mar. Sucedió en 1987, y a esas alturas de la película, al granadino Mike Ríos ya se le había rendido pleitesía en la plaza toros de México Distrito Federal. ¿Cómo puede decirle Miguel Ríos a su público que se iba a retirar? Lo intentó con el Bye, bye Ríos del 2010, pero acaba de regresar en 2020 con El blues de la tercera edad.

 

Está visto que una canción como Año 2000 (Look at that light) [Esta es la era de Mister Chip/Micro ordenador de tu porvenir/Que por lo pronto te quita el curro/Además de ser tu ficha sin fin], publicada en 1981, no ha perdido vigencia. Siempre he querido volverla a cantar, pero es que es de las pocas canciones que tiene fecha de caducidad, precisamente por el enunciado del propio título: Año 2000. En el 2001 ya no puedes. He estado intentando buscar la posibilidad de adaptarla, pero el corsé de la melodía es tan estricto que no te permite más que el 2.000 o el 3.000. 

 

La escribí porque había leído La tercera ola, de Alvin Toffler, que hablaba de todos estos conceptos cuando nos preguntábamos qué iba a pasar en el año 2000. Claro, lo que yo escribo en la canción son todos finales abiertos: “Un mundo feliz, un lugar de terror... Simplemente no habrá... vida en el planeta”. Siempre me ha gustado escribir –y hacía tiempo que lo estaba haciendo– canciones con un poco de sentido futurista, con un poco de ficción, de anticipación... Ahora, a la velocidad que va todo, las predicciones son terribles, pero tenemos que hacer algo para que no se cumplan, como dice mi amigo [Iñaki] Gabilondo.

 

No parece que hayamos hecho mucho con la segunda ola... Sí. Lo que pasa es que hay dos culpables de esta situación. Uno es el neoliberalismo, la política más infame para el desarrollo de la sociedad. A algunos tíos les va de puta madre, pero en general no a todos. Y luego está el otro culpable, que es esa concepción de inmortalidad que tienes cuando estás vivo y se va acortando cuando vas cumpliendo años. Yo entiendo que la gente de 20 diga que se la suda, porque piensan que no les va a tocar a ellos, sino a otro más mayor.

 

 No es un pensamiento formal, pero sí es una sensación de ser intocable la que tenemos a esa edad, de querer comernos el mundo y creer que va a ser así para siempre. Pero va pasando el tiempo y te vas dando cuenta de cómo se achata el espacio, que empiezan a llegar noticias de lo que te va a pasar seguro y entonces ya vas anticipando cosas. Ahí están los miedos, los temores... También sobreponerse a eso es un ejercicio cojonudo. Lo que tenga que llegar, llegará, no tienes más remedio que seguir día a día.

 

¿Usted también se ha sentido inmortal? Sí, pero en el sentido de ser intocable. Inmortal en el sentido de que mi obra perdurara, nunca. Pero en conciertos en los que hay una potencia increíble y estás en un momento en el que tú mismo te crees que lo que está pasando te está pasando a ti, es cuando hay una tercera mente y dices: “Joder, esto es lo que buscaba”. Pero ya sabes que todas estas cosas son pajas mentales.

 

Miguel Ríos dijo adiós en un disco de 2010, pero acaba de regresar en 2020.
 
 
 

   Miguel Ríos dijo adiós en un disco de 2010, pero acaba de regresar en 2020.


Miguel Ríos, The Black Betty Trio - El Blues de la Tercera Edad

 

 

 

El blues de la tercera edad, El blues de la soledad, El blues del autobús... ¿Tiene cada época su blues? El blues es más un estado melancólico que de pena, pero depende de quien lo cante. Muddy Waters lo cantaba porque tenía pena de que su tía esa noche no le abriera la puerta. 

 

También hay otros conceptos del blues sobre la solidaridad. Pero creo que sí, que cada época tiene su música, y debo admitir que hubo un momento de mi vida en el que yo creía que estaba empatado o, como dicen los americanos, “in the right place at the right moment”. Estar en el sitio exacto y en el momento perfecto, haber tenido la suerte de estar en una encrucijada sabiendo que, para donde tirara, iba a estar bien.

 

Al escuchar La estirpe de Caín sentí que había escrito el tema con urgencia, en estos meses, pero resulta que la idea de hacer un disco acústico ya les rondaba cuando estaban terminando la gira sinfónica. En 2014 hicimos un concierto con esa formación en el Teatro Monumental de Madrid. Fue un concierto para Un juguete, una ilusión. Era una bala que tenía guardada en la cartuchera, porque cuando es una carrera tan larga como la mía los conceptos también importan.

 

 Salgo con una sinfónica y vestimos las canciones de una manera, luego con una big band y le doy otra vuelta al repertorio... Una de las cosas por las que lo había dejado de verdad después del Bye, bye Ríos (2010) era porque no tenía mucha necesidad de escribir canciones y tampoco tenía facilidad para escribirlas. Para el primer disco que hice con José [Nortes], Solo o en compañía de otros (2008) encontrar o crear yo material mío era un dolor en el culo; me ponía a escribir y lo que me salía... No sé, no era el momento.

 

 Y la gente también tenía sus prioridades y había tíos que se querían quedar con sus canciones. (Quique González estaba haciendo una canción, Restos de stock, que yo canté antes que él). Me he dado cuenta que estaba entrando en una época en la que tenía que ser un poco más autosuficiente y tener un poco menos de dependencia, porque ya había menos oferta. Ahora Roque Narvaja no me hubiera dado Santa Lucía ni loco. 

 

El pobre sufrió una retorcedura de brazo moral cuando nos tuvo que dar la canción bajo la insistencia persuasiva de Carlos Narea. La he cantando durante tanto tiempo que la gente que cree que es mía, pero siempre ha sido de Roque Narvaja.

 

Bob Dylan, cuando Johnny Winter tocó su Highway 61 revisited, dijo que la había hecho tan famosa que ya era prácticamente suya... Sí. Con la pandemia me ha dado tiempo a ver un documental en Movistar+ que se llama Laurel Canyon, que es la historia de ese barrio entre los años 67 y 75. Frank Zappa y The Monkees vivieron allí, eran amiguetes. En ese tiempo sucedieron cosas acojonantes. También estaba Joni Mitchell... Era la mejor música que se hacía en ese momento. Yo he estado allí y veía los billboards de los Flying Burrito Brothers. Iba a A&M Records, donde grababan ellos, oía a Gram Parsons y decía: “¿Pero esto qué es? ¿Esto es country?”. ¿Pero sabes qué pasa? Que a mí me faltaba un cocimiento, una vuelta más de tuerca. También conocí a Scott McKenzie y nos veíamos en el estudio y en las oficinas de A&M. Era un tío que tenía un flower power alucinante y ganas de enrollarse; le parecía exótico cómo cantaba, aunque mi inglés no era –ni es– muy así. Si en ese momento yo le hubiera echado la cara que le he echado el resto de mi vida me hubiera ido al Troubadour, donde estaban todos estos.

 

¿Siente que se ha quedado a las puertas de ese mundo? Sí, pero por una razón cultural. Porque aunque toques muy bien flamenco y seas de Japón, nunca serás Paco de Lucía. Como si tocas muy bien blues pero no eres Muddy Waters; es una cuestión racial. Cuando vives mucho tiempo y tienes perspectiva, te das cuenta del momento que estabas viviendo. Pero esto que te cuento lo veo con mucha alegría, sin ningún tipo de resquemor. Me permite admitir que he vivido una vida mucho mejor de la que podía haber pensado. Estuve muy cerca, pero fue cojonudo estar allí. Sólo me faltó algo de intuición y, tal vez, algo más de cara. La verdad es que la experiencia americana era un poco frustrante, porque estar en un sitio donde tú ves que la gente cree que los entiendes pero en realidad no los entiendes al cien por cien, te deja un estado de ánimo un poco jodido y un poco vacío en el tiempo por un chiste que no has entendido y del que se ríen todos.

 

 Miguel Ríos, guitarra en mano, posa para ICON en los mismos estudios en los que ha grabado sus últimos temas. 

Miguel Ríos, guitarra en mano, posa para ICON en los mismos estudios en los que ha grabado sus últimos temas.

      

Cuando se publicó el vídeo de La estirpe de Caín [el pasado octubre] leí un comentario en YouTube que decía: “Ha tenido que salir Miguel de su retiro para contarnos cómo se hace. Le acaba de poner la cara colorada a más de uno, incluyendo mi generación. Gracias, maestro”. ¿Por dónde iba esta canción?

 

 ¡Ah! Muy amable... La verdad es que esta canción tenía otro título: S.O.S. Planeta Tierra. Ya estaba escrita y la teníamos ahí. Nos reíamos mucho José y yo, porque en el estribillo nos hacía gracia poner “Greta Thunberg... ¿Cóooooomo estás?” [Risas]. Nos salió una letra muy cañera. 

 

En el 74, yo había escrito –con José María Guzmán– una canción que se llamaba Desde mi ventana, que era un poco proecologista, pero no quería volver a escribir sobre eso, porque ya estábamos en la desescalada y pensábamos que nos iban a dar un respiro y tal, pero empezamos a darnos cuenta que no sólo no había desescalada, sino que estábamos haciendo el gilipollas de una forma alucinante.

 

 También esto nos ha pillado en un tiempo en el que políticamente, cada siete o quince días, hay que pedir permisos. Es uno de los bajonazos más grandes que se han visto en política desde la república y la guerra, pero con peor verso, claro.

 

Dice la letra que la primavera se estrelló en un hospital. Acaba de inaugurarse en Madrid el Hospital Isabel Zendal todavía sin acabar las obras, sin quirófanos... ¿Todo es de cara a la galería y por detrás no hacer nada? Siempre ha sido lo mismo. La derecha en este país –y ahora ya con muchísimo más fuelle, porque tiene una extrema derecha o una derecha extrema– ha utilizado lo público en su beneficio para enriquecerse. En el momento en el que han podido, han privatizado todo de una forma muy flagrante, muy evidente y muy deshonesta, aunque ellos digan que no. El cinismo político, en ese caso, es filibustero. 

 

Los profesionales de la medicina, los rastreadores –me parece una palabra del Medio Oeste–, la sanidad pública y primaria... Todo eso está desarbolado. Cuando la gente empezó a salir y se iban sucediendo todas las mareas (verde, blanca...) en pleno reinado de nuestra nunca bien ponderada Esperanza Aguirre, todo esto que está pasando ahora ya se estaba cociendo ahí. Es un suceso absolutamente anunciado: si llegaba una pandemia, iba a pasar esto. Por mucho que nos repitieran que teníamos la mejor sanidad del mundo, no dejaba de ser una chorrada como la copa de un pino.

 

 Si con esto no es suficiente como para –en un momento determinado– que alguien se avergüence de estar repitiendo la misma mentira continuamente y diga que le han visto con el carrito del helado, desde luego vamos a tener muchas dificultades en buscar una salida, digamos humanista, que se ocupe de todos los que no tienen, porque la brecha se está agrandando cada vez más. Y si tú puedes comer, no puedes comer del todo a gusto, porque hay mucha gente que no come. Entonces algún pellizco tienes que tener en el estómago, y pensar que algo habrá que hacer.

 

¿Nuestra respuesta habría sido diferente con los populares en el poder? ¿Sabes qué pasa? Que yo creo que el problema que tenemos, primero, es que ahora hay un acojonamiento general y que la gente se ha tirado a la calle a pedir. La gente de la cola del hambre es gente como tú y como yo que ha tenido tres desencuentros con la fortuna. Por un lado está eso. Por el otro, yo creo que este país está en vías de ser un país administrativamente fallido. Tenemos una administración del siglo XIX. Somos muchísimos más habitantes y además muchísimos más con derechos en comparación con esos años. Sin embargo, la Administración gestiona las cosas como si fuera todavía el siglo XIX.

 

 Eso hay que cambiarlo, pero tenemos que cambiar nosotros y la forma de cómo nos administramos, porque, entre otras cosas, nos costará más barato y se repartirá más. Si hubiera estado el Partido Popular en el poder, probablemente sí, a lo mejor hubiera habido más contestación en la calle. Es muy probable. La verdad es que yo aquí no veo una gran diferencia, de un partido a otro, en la forma de actuar –no cabe la menor duda–, simplemente porque a lo mejor, incluso dándole el beneficio de la duda, el Partido Popular no tendría más remedio que haber hecho lo que se está haciendo ahora. Pero la gente tiene que poder salir contra el Partido Popular, contra el PSOE o contra Dios.

 

Los franceses se han movilizado para protestar por la nueva Ley de Seguridad Global y han conseguido que el artículo 24 de esta ley sea reformado... Claro. Pero nosotros también, cuando se le montó una huelga general a Zapatero por su desliz del Artículo 315 y le obligaron a anticipar las elecciones. Toda la gente que lo habíamos votado –o no sé si toda– estuvimos llamando a la huelga general. Cuando votamos, no damos un cheque en blanco, sino la firma de un contrato.

 

 Puede fallar un porcentaje de cosas razonables, pero no ir contra el principio de lo que has firmado con el cargo, por mucho que las circunstancias te obliguen o te manden. Ahí, de alguna forma, creo que la sociedad tendrá que armarse de unas maneras para hacerle llegar al poder su mensaje. Pero ahora, leyendo todo lo que está pasando con los algoritmos, lo de Míster Chip de Año 2000 ha llegado mucho más lejos de lo que Toffler pudo precisar.

 

Además de las colas del hambre, en la canción menciona el desasosiego. ¿También hay desencanto en la clase obrera con respecto a la izquierda? Sí. Pero la palabra “desasosiego” la escribí porque yo estaba cantando la canción con mucho desasosiego, mucho más que en temas como En la frontera, porque estaba pensando: “Joder, cómo me gustaría no estar escribiendo esta puta canción”. 

 

Tiene esa carga. El desencanto viene –y es lógico que se tenga– porque son, como decía Charly García, “promesas en el bidé”. Si no pueden hacerlo, que no lo digan. Que nos vendan otra ilusión con unos visos de realidad, pero algo que, aunque caiga más tarde, pueda colocar en otra región de mis necesidades, de espíritu... Podríamos entender perfectamente que nos dijeran que no entienden qué está pasando, me daría mucho más confort, pero creen que nos vamos a poner todos histéricos o que entraríamos en pánico si nos dijeran que no tienen ni idea.

 

Si hay un desencanto en la clase obrera por las promesas no cumplidas, ¿partidos como VOX se aprovecharán de la situación y entonces habrá obreros que voten a la derecha? Pero eso es falta de cultura. Incluso diría de cultura general. Simplemente –casi– hay que mirar el comportamiento gestual del que te está ofreciendo trabajo y que te va a sacar de todas tus penas, cuando lo hace con pecho palomo, que le falta la lanza para encarnar perfectamente al Cid Campeador.

 

 Hay que ser muy bobo para creértelo, o ser de derechas, que es plausible, e incluso de extrema derecha, que también puede ser plausible. Incluso tener algunos ramalazos fascistas. Durante un tiempo de mi infancia estaba el careto de Franco y el careto de José Antonio [Primo de Rivera] en la fachada de mi casa puesto con una especie de tampón de metro y medio por dos metros (yo no sé cómo lo harían, supongo que con una plantilla, porque no habría ahí un tío pintando a Franco). 

 

Tú considerabas que esos eran los benefactores de la patria, porque te lo habían dicho en el colegio. Pero cuando entrabas en casa no se hablaba ni una sola palabra de esto. Entonces tenía 7 u 8 años. Cuando iba teniendo 12 ó 13 años, oía un ruido por la noche que era el ruido de un tío buscando en la radio La Pirenaica (Radio España Independiente). Mi padre murió cuando yo tenía 15 años. Un día escuché en esa radio a Paul Anka, entonces le dije: “¡Papá, ha llegado el rock and roll!”. 

 

Recuerdo que él me respondió [musita]: “Pues veras en Rusia eso...” [risas]. Era acojonante. De muy pequeñito entendí también que los libros, tan beneficiosos, eran armas cargadas de mal rollo, porque decían que no estábamos preparados para ellos, que no eran para nosotros... Entonces, cuando te enterabas de que había chavales que se habían leído Miguel Strogoff, tú decías: “¡Lo que me he perdido!”.

 

¿Estamos como estamos porque no estamos donde deberíamos estar? Sí, porque estamos muy equivocados. Realmente, viendo, leyendo y sintiendo, yo creo que todavía no nos hemos dado cuenta de que no podemos vivir como civilización. No tenemos dos planetas ni tres para vivir en ellos. Aparte, lo primero que nos ha enseñado esta pandemia es que necesitamos pocas cosas para vivir. Esta chaqueta que llevo es de Toni [Antonio] Miró y la hizo hace treinta y tantos tacos. ¡Y mira cómo está! ¡Impecable! Lo que quiero decir es extrapolable a todo.

 

 Es altamente desaconsejable buscar la satisfacción en el tener. Es una de las cosas más perniciosas que existen, porque siempre vas a estar insatisfecho. Si es eso lo que te llena, siempre vas a tener un hueco, porque siempre habrá gente más rica que tú, más alta y más guapa. Lo que tenían que enseñarnos en el colegio es a gustarnos. Y la admiración, que es una cosa que tampoco se cultiva. Cuando se crece en un país con necesidades parece que la mediocridad es lo que impera.

 

Luz Casal ha estado llamando a mucha gente que se encontraba sola. ¿Por qué esto no lo han hecho más compañeros de profesión? Eso fue estupendo, porque además, en ese sentido, cualquier cosa que hicieras era bienvenida. Hay mucha gente que lo que hizo fue hacer canciones, enrollarse, estar ahí, salir... Y también mucha gente que estaba hasta la punta de la polla de que lo tuvieran que hacer todo ellos: que sí, que estupendo, pero más rastreadores, porque no se trata de caridad, sino de justicia. 

 

Yo he tenido alguna intervención así, grabándome un vídeo y tal, pero en general podría haber sido más. El desconcierto ha sido grande, pero, en eso, chapó por Luz; es una tía con una sensibilidad estupenda que se ha puesto al servicio de la causa.

 

¿La tercera edad está en el ángulo muerto? Pues sí. No hay una definición más clara. Y solamente la ven [a la gente de la tercera edad] los que no tienen más remedio que verlos: su familia, los allegados... Los que tienen suerte de tener familia y allegados, claro. Pero quien tendría que abrir la panorámica es la sociedad para poder ver esos rincones donde de verdad habría que iluminar y focalizar. 

 

La gente de mi generación, digamos los que tienen 80 años para abajo, como tendría [John] Lennon, hemos tenido la suerte de no matar al padre, pero sí independizarnos de él. Aquel concepto tan decimonónico que decía Bruce Springsteen en The river: “They bring you up to do like your daddy done” [Te crían para que hagas lo que hizo tu papá]. Romper con eso fue algo importantísimo.

 

Que es justo lo que hace Ana, la protagonista de El blues de la tercera edad. Exacto. Es responsable de su rollo. Pero aguantar esa situación en ese estado de ánimo, como la protagonista de El Blues de la tercera edad, es muy difícil. Hay mucha gente sola, que además se ha quedado sola sin querer estarlo. Es una putada que no hayamos salido en plan generacional para seguir sacándole partido a esta revolución que iniciamos y habernos convertido en viejos cachondos que ya podían haber tenido una especie de ejército de salvación de la tercera edad. 

 

Está todo por hacer, lo que pasa es que de este rollo no sabemos nada, pero es que es así toda la vida. Yo me figuro que será como un viaje de ácido, lo que pasa que más tranquilo: “¿Esta es todavía la vida que yo estoy viviendo?”.

 

Después de todo, los viejos rockeros nunca mueren... [Risas] Bueno, cuando hice la canción fue porque los que se estaban muriendo en realidad se quedaban. Tenían una especie de resonancia que se quedaba dando vueltas en el éter. Y, de hecho, todavía siguen, como Lennon.

 

¿Y los viejos madridistas? Los viejos madridistas llegarán tarde al partido.

 

 

 El blues de España

 

 

 


Las colas del hambre en Milán.

 


 

Las colas del hambre en Milán. 
 
 
Las televisiones tienen orden de no mostrar.

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 Aquí en España... 
 
 
No tardando estaremos igual o peor.
 
 
 
 

 

Dos gigantes, Júpiter y Saturno, protagonizan una conjunción histórica

 


Dos gigantes, Júpiter y Saturno, protagonizan una conjunción histórica 
 

 

La alineación que protagonizarán el lunes, no se registraba desde hacía cuatrocientos años y no se repetirá hasta 2080

 

Júpiter y Saturno son los planetas más grandes del sistema solar, y los dos gigantes protagonizarán el lunes una conjunción que no reviste mayor relevancia desde el punto de vista científico pero sí como hito histórico, porque esa alineación no se registraba desde hacía cuatrocientos años y no se repetirá hasta 2080.

 

Una conjunción que además de excepcional y única será especialmente interesante por la proximidad de los dos planetas, que se situarán a "solo" 810 millones de kilómetros, un acontecimiento astronómico que ha movilizado a numerosas instituciones científicas y sociedades astronómicas de todo el mundo para hacer observaciones y retransmisiones del evento en vivo.

 

Coincidirá además la alineación de la Tierra con Júpiter y Saturno con el solsticio de invierno -el día más corto y la noche más larga del año-, y todos los astrónomos consultados por EFE han coincidido al señalar que son precisamente ese tipo de acontecimientos los que propician la conexión entre la ciencia y la sociedad y los que desatan la fascinación por el Universo.

 

Varias instituciones científicas, investigadores, aficionados y divulgadores han programado numerosos espacios y retransmisiones -aunque no habrá concentraciones presenciales- para la contemplación de una alineación que culminará el lunes y que será visible, si el cielo lo permite, a simple vista, pero que será "perfecta" con prismáticos o telescopios sencillos, con los que se podrán incluso distinguir los numerosos satélites de Júpiter o los anillos de Saturno.

 

El investigador Miguel Ángel López Valverde, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA/CSIC) ha apuntado que se trata de una ocasión "especialmente bonita" para observar este acontecimiento histórico -mejor incluso desde telescopios aficionados que desde los observatorios más sofisticados y profesionales-, y ha subrayado el interés que despiertan las alineaciones de los cuerpos del Sistema Solar y especialmente los eclipses.

 

Valverde ha explicado a EFE que esos eclipses, especialmente cuando un planeta se alinea con una estrella lejana, revelan a los científicos información sobre la composición y la densidad de la atmósfera de un planeta y por ello también las condiciones de habitabilidad.

 

Las órbitas de Júpiter y Saturno producen conjunciones cada veinte años, pero raramente tan cerca como la que se va a registrar este año, según el investigador Ricardo Hueso, miembro del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco, que ha apuntado que una alineación parecida no se producía desde 1623, aunque entonces fue más difícil de observar debido a la cercanía "aparente" de los dos objetos al Sol.

 

Hueso a explicado a EFE que los dos planetas se acercarán tanto que se presentarán a los ojos de los observadores "como una sola estrella brillante en lugar de como dos planetas", y que a partir del lunes comenzarán a distanciarse en el cielo nocturno, un efecto también "aparente" ya que los dos planetas se encuentran en órbitas muy diferentes.

 

La presidenta de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España, Blanca Troughton, ha incidido en lo fácil que va a resultar observar a simple vista esta conjunción, incluso en lugares -como las grandes ciudades- con mucha contaminación lumínica, ya que los dos planetas destacan entre los objetos más brillantes del cielo nocturno.

 

 

Troughton detalla a EFE cómo: hay que mirar al oeste, tras la puesta de Sol, para ver dos objetos brillantes muy cercanos a 20 grados sobre el horizonte (aproximadamente el espacio que cubre la palma de la mano extendida),y conforme pasan los días se aproximarán más hasta que el lunes se presenten como un solo punto luminoso.

 

Y aunque los dos planetas se mostrarán en el cielo como alineados, en realidad estarán separados por una distancia equivalente a cinco veces la que hay entre la Tierra y el Sol, ha observado la presidenta de esta federación.

  
 

Nada tiene que ver además este fenómeno con la "estrella de Belén", según los científicos, que han apuntado que no existe ninguna evidencia de que en el año 0 hubiera una conjunción de planetas similar.

 

"No sabemos a ciencia cierta qué pudo ser la estrella de Belén", ha manifestado a EFE Victoriano Canales coordinador de las actividades de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España y representante de esta organización en la NASA, y ha descartado también que fuera una "supernova" (explosión de estrellas) ya que los barridos realizados con radiotelescopios no han detectado ningún rastro de esas explosiones.

 

Instituciones científicas, sociedades y asociaciones astronómicas han programado retransmisiones en vivo del acontecimiento para la noche del lunes (entre ellas el canal de Youtube de la FAAE) para que cualquier persona pueda contemplar este acontecimiento histórico como si tuviera un telescopio.

 

 

 

 


 

Feliz Navidad a las reinas proscritas

 


Feliz Navidad a las reinas proscritas, a los príncipes destronados, a las estrellas errantes, a los cometas nómadas que alumbráis el mundo con versos de amor y bondad. 

 

A los parias que nacéis en establos abandonados y dormís vuestras quimeras en jergones de dolor y olvido.



Felices días a los excluidos y a los injuriados, a los perseguidos y a los crédulos, a los locos y a los trovadores, a los poetas, a los magos, a las brujas y a los alquimistas que convertís las piedras en utopías y los odios irredentos en afectos duraderos.



Feliz Navidad a los seguidores de este muro, sin excepciones. Que los dioses sean generosos con vosotros y os libren para siempre de la soberbia y de la estupidez.