La noticia la ha dado este sábado 11 de junio la Agencia Boliviana de
Información (ABI), pero el culebrón mentiroso y fraudulento, coincidió
con una consulta popular en Bolivia a propuesta de los movimientos
sociales acerca de una reelección del presidente Evo Morales.
El informe es reproducido numerosos medios en Internet, sin embargo, el
monopolio mediático se cuida de no relacionar el hecho a la guerra sucia, denunciada por el mandatario boliviano.
Al mismo tiempo silencian y no aluden al efecto, que habrían tenido en
la credibilidad de Morales, los ataques despiadados con el suceso y
otras matrices empleadas en su contra, también en redes sociales.
El parecido con la propaganda nazi y de guerra para los golpes suaves de
Estados Unidos, no es casualidad; es intencional. Que nadie espere
alguna disculpa, menos de la CNN.
El Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, confirmó el sábado que el
Ministerio Público aprehendió a cinco personas involucradas en el caso
del supuesto hijo del presidente Evo Morales con Gabriela Zapata e
informó que identificaron al niño que Zapata y sus abogados presentaron
ante un juez como hijo del Primer Mandatario.
En una conferencia de prensa, Guerrero precisó que se capturó en varios
operativos en La Paz a Claudio Rivera, hijo de la supuesta tía de
Zapata, Pilar Guzmán; a su hija Andrea Montecinos Guzmán, a Juan
Garrido, yerno de Guzmán, y a Víctor Vega e Isela Chávez, padres del
menor presentado ante el juez como hijo de Morales.
"Hemos podido dar con el domicilio de los padres del niño, los tenemos
plenamente identificados", explicó y reveló que el menor aceptó y contó
cómo "le enseñaban quién era su padre, su madre, su supuesta hermanita".
"Este trabajo del Ministerio Público, en coordinación de la policía
boliviana ha logrado ubicar con precisión que el niño nunca existió. Ese
niño fue contratado por un monto de dinero", remarcó al precisar que al
niño le ofrecieron pagar sus pensiones hasta que salga bachiller,
además de un terreno y entre 5 y 15.000 dólares para los padres.
Sobre los padres del niño, el Fiscal General aseguró que se prestaron a
esa trama al asegurar que todo forma parte de una asociación delictuosa
para delinquir, para suplantar, para utilizar a un menor con fines
ilícitos, por lo que dijo que los detenidos serán imputados por el
Ministerio Público por trata y tráfico de personas, por asociación
delictuosa, por obstrucción a la justicia y otros delitos.
En la conferencia de prensa presentó un organigrama de la forma cómo
funcionó esa asociación delictuosa y reveló que un punto importante de
la investigación, para dar con el paradero del niño, fue la presentación
del menor a la cadena multinacional CNN, en un edifico de la zona sur
de La Paz, adonde los acusados llevaron al niño en varios vehículos que
fueron identificados por las cámaras de seguridad.
Guerrero anunció que la investigación continuará y no descartó la
aprehensión de otras personas para "llegar a la verdad absoluta de los
hechos".
Albert Rivera es un dirigente político mediocre que maneja un discurso
simplista lleno de lugares comunes y cargado de rancios tópicos
neoliberales. Responde a los intereses de la vieja burguesía española
pero utiliza para ello nuevas técnicas de comunicación y marketing
político que le hacen parecer un político "de centro", "moderado" y
"progresista". Representa el recambio natural de una derecha corrupta
que se desangra. Sólo la complicidad de los grandes medios de
comunicación y de unos periodistas totalmente prostituidos han hecho
posible el ascenso político de este personaje.
Una de sus maniobras electorales más recientes fue viajar a Venezuela
para reunirse con la extrema derecha golpista y la oligarquía local para
denunciar la "crisis humanitaria" y la "falta de libertad" y de
"democracia" que sufren los venezolanos. Nada nuevo bajo el sol. La
agenda electoral de Rivera le exigía seguir los pasos de Felipe
González, José María Aznar, Álvaro Uribe Vélez,... y otros muchos
corruptos defensores de los intereses de las grandes corporaciones
que se presentan como defensores de los Derechos Humanos, a pesar de que
apoyan y participan en todas y cada una de las guerras imperialistas de
EE.UU-OTAN (Yugoslavia, Libia, Irak, Siria...), así como todos los
golpes de Estado o golpes suaves que se ejecutan en
América Latina (Venezuela, Honduras, Paraguay, Brasil...), o la
represión de todos los movimientos populares emancipadores del mundo
(como el de los campesinos y activistas en Colombia), amén de impulsar
un modelo de globalización capitalista y "libre mercado" que causa
muerte, pobreza y desigualdades por todo el planeta.
Pero a pesar de tanta propaganda mediática a su favor, ha sido el propio
Albert Rivera quien se ha encargado de desenmascarar la falsedad de su
propio discurso. En un acto electoral celebrado en Albacete, este
altruista defensor de los DD.HH., puso al régimen de Israel como un
modelo a seguir en España en materia tecnológica. [Ciudadanos quiere que España sea la nueva Israel... tecnológica,- El Mundo, 10/6/2016]
Pudo haber elegido cualquier otro país como ejemplo, pero eligió a
Israel. No fue un lapsus, no fue un error de cálculo político o
sencillamente un mal ejemplo. Es pura ideología. Esta no es la primera
vez que Rivera y su partido Ciudadanos ponen a Israel como ejemplo a
seguir y se muestran contrarios a cualquier tipo de boicot contra ese
régimen criminal. En enero de este año dirigentes del partido se
reunieron con el embajador y con varios diplomáticos israelís en España
para "tranquilizarles" y mostrarles su apoyo, es decir, su sumisión y
complicidad con sus crímenes. Los negocios son lo primero para un
neoliberal.
"(...) la opinión personal de Girauta es clara: Israel
puede contar con Ciudadanos (...). La formación emergente ya se
significó en público cuando el festival Rototom Sunsplash canceló este
verano una actuación del cantante judío estadounidense Matisyahu por las
presiones del grupo BDS País Valencià, cuyas siglas aluden al boicot,
desinversión y sanción a Israel. (...). Señalan al grupo BDS como lo
que es, una mafia que se dedica a coaccionar por pura judeofobia. (...)"
[diario El País, 21/1/2016]
Parece ser que estos dirigentes que se muestran públicamente tan
preocupados por los DD.HH. cuando se trata de atacar al gobierno
bolivariano de Venezuela, no encuentran ningún motivo para la crítica
cuando se trata de alabar al Estado genocida de Israel. Poco importa que
esa "tecnología" e "innovación" israelí esté estrechamente vinculada a
la industria militar y a la Seguridad que el régimen emplea después con
total crudeza para incrementar la ocupación ilegal de Palestina y
reprimir a su heroico pueblo, saltándose todas la resoluciones de la ONU
y el Derecho Internacional desde 1948. El Estado sionista de Israel
ocupa actualmente el 85% de los territorios palestinos,
manteniendo a cerca de dos millones de personas hacinados como ratas en
apenas unos cuantos kilómetros cuadrados a la espera de que se mueran
de hambre y de enfermedad.
El régimen sionista israelí es responsable de la muerte de miles de
palestinos inocentes, incluidos cientos de niños. La lista de crímenes y
atrocidades que Israel comete contra civiles con total impunidad sería
interminable. Un informe de este año denuncia que cerca de 250 menores
de edad están encarcelados en prisiones israelís en condiciones
lamentables y totalmente opacas. En 2012 otro informe de la organización
Defence for Children International denunciaba que Israel sigue “un patrón de abusos sistemáticos y de algunos casos de torturas practicadas a niños encarcelados en centros militares”. Cada año entre 500 y 700 niños son detenidos y encarcelados por el ejército israelí.
Albert Rivera y el resto de neoliberales del establishment español que
lloran por el encarcelamiento del millonario Leopoldo López, el golpista
al que llaman "preso político", no han derramado ni una sola lágrima
por estos niños. Tampoco por los miles de presos políticos palestinos,
muchos de ellos llevan años encarcelados sin saber ni siquiera de qué
se les acusa. Sin duda que estos niños y adultos encarcelados y
torturados estarán disfrutando de la alta "tecnología" e "innovación" de
la que disponen las cárceles sionistas.
“El maltrato de los niños que entran en contacto con el
sistema de detención militar parece ser generalizado, sistemático e
institucionalizado en todo el proceso”, concluyó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un informe de 2013 que recomendó la adopción de 38 cambios, luego de consultar a las autoridades israelíes." [Inter Press Service, 5 de mayo de 2015]
Pero es que además, si nos centramos únicamente en los datos económicos y
sociales del régimen, Israel no está en condiciones de ser un ejemplo
para nadie. En enero de este mismo año la OCDE alertó en uno de sus
informes sobre el grave problema de pobreza y desigualdad que sufre
Israel. Después de México (otro ejemplo del fracaso del Neoliberalismo)
la sociedad israelí es la más pobre de todas las que conforman la OCDE.
Los ancianos y los "grupos étnicos" excluidos por el régimen son los
colectivos más perjudicados [Expansión,
31 de enero de 2016]. Ni siquiera un organismo de pensamiento
neoliberal como la OCDE ha podido evitar hacer esta crítica al régimen.
Albert Rivera, como en tantos otros asuntos, no ha dicho nada al
respecto.
A todo lo expresado anteriormente hay que añadir que Israel
sigue prestando ayuda militar, asistencia médica y alimentaria a los
terroristas yihadistas en Siria, en consonancia con sus socios de la
OTAN y Arabia Saudí. [Israel suministra asistencia alimentaria al Frente Al-Nusra en Siria,- Hispan TV, 10 de junio de 2016]
No era necesario que Albert Rivera nos lo demostrara, pero con estas
declaraciones, y sobretodo con sus estruendosos silencios, deja en
evidencia el enorme tamaño de su hipocresía y la falsedad de sus
supuestos "principios democráticos". Tal y como ha hecho siempre
la vieja derecha fascista, neoliberal y pro-imperialista a la que
ideológicamente pertenece.
Alicia de
Borbón-Parma, su hijo Carlos de Borbón-Dos Sicilias, y dos de los hijos de
este, Cristina y Pedro. Todos ellos en la línea de sucesión de la corona.
Gente encantadora. Capaz de lucir la bandera de España con
escudo o aguilucho, que eso da igual, y, a la vez, hacer un servicio a Suiza,
donde depositan sus caudales. Y es que lo del patriotismo, en muchos casos, es
un disfraz digno de una opereta de Cantinflas.
Su España –que no es la mía--, les sirve. De hecho, mientras
que yo, como jubilado he pagado al Estado por una pensión media, un IRPF de un
20%, a ellos –que para algo son patriotas y aristócratas—Hacienda les ha salido
por un 1,84%. Eso sí, yo sobre una
cantidad irrisoria y ellos sobre algo más de cuatro millones de euros. Ya
saben: Hacienda somos todos. Aunque algunos más, mucho más, que otros.
No tienen vergüenza, pero lo suplen con dinero. Sí, con
dinero que depositan fuera de nuestras fronteras. Ya se sabe España no es un
lugar seguro para ellos y además se pagan demasiados impuestos. Ellos prefieren
Suiza, Panamá, o cualquier paraíso fiscal que para eso están. ¡Faltaría más!
Y se pasean por este país –que creen de su propiedad— y
cagan y mean en él, mientras que se llevan su riqueza –quién sabe de dónde ha
salido--, fuera. Todo ello sin que pase nada. Es más, no se preocupan, saben que
siempre habrá un ministro de que les haga una amnistía fiscal a su medida.
Unan a este grupito, para completar la camada, a la prima de
Juan Carlos, Inés de Borbón que también regularizó gracias a la ayuda de
Montoro y Cía (a la que además utilizaron en la trama Púnica, eso sí, sin que
ella, la pobre, supiera nada), así como a la hermana del rey emérito, Pilar de
Borbón, que, sin querer y sin saber, la pobre tuvo la titularidad de una
sociedad en Panamá, durante cuarenta años.
Por no hablar de la infanta Elena, ya saben, la del “no me
consta” y que hacía todo por amor, mientras tenía a medias con su marido el
“Empalmado” una empresa peculiar.
Por otro lado, siempre queda por aclarar la fortuna del
mismo Juan Carlos, de la que poco o nada se sabe, salvo que vino con una mano
adelante y otra atrás cuando su papá le dejó en manos de Franco y que ha
terminado con mucha más dinero de lo que ha podido ganar como rey, sin saber el
cómo ni el porqué. Quizá lo descubra Iker Jiménez.
En fin, una familia muy original. Sobre todo, muy patriota.
Se pasean por su “patria”, como Pedro por su casa, presumiendo de aristocracia
y españolidad, mientras procuran no pagar a Hacienda y tener su pastizal a buen
recaudo en un paraíso fiscal.
Gente encantadora. Lo mismo conviven con Franco que con la
democracia, que para eso son aristócratas. Eso sí, que nadie rompa España, que
ellos la defenderán a muerte, pero desde Suiza. Y es que habría que preguntarse
“¿qué puñetas hacemos manteniendo a estos mangantes (perdón: “presuntos
mangantes” quería decir)?
Luis Manuel Arce Isaac.─ Después de casi 15 años de avances hacia
un posneoliberalismo en ciernes y muy complicado, retrocesos en ese
empeño en Suramérica podrían crear una falsa apreciación de lo que está
sucediendo en el continente a la luz de los casos de Argentina, Brasil,
Venezuela y Bolivia.
En esos cuatro países esquemas tradicionales de la democracia
representativa que se pensaban chatarra política, han servido para un
restablecimiento de la derecha oligárquica que sobrevivió a los modelos
populares de gobierno con los cuales se inauguró el siglo XXI.
La apretada victoria electoral conservadora en Argentina, el golpe de
Estado parlamentario a Dilma Rousseff, la mayoría parlamentaria lograda
en las urnas por la derecha en Venezuela, y la mezquina negación en
referendo a un nuevo y necesario mandato de Evo Morales, perturba e
inquieta a muchos, pero no se puede perder de vista que son resultados
de una violenta lucha de clases.
Esas batallas ideológicas, económicas, sociales e incluso jurídicas y
culturales, se han librado dentro de los mecanismos políticos burgueses
sin desmantelar aún en esos países y que, contaminados por la
corrupción, han sido una camisa de fuerza que ha limitado la acción de
los gobiernos progresistas.
Esa es una característica común para todos ellos, incluso para
Venezuela, donde hay una Revolución bolivariana configurada ha tratado
de eliminar vínculos con instrumentos y políticas anteriores sin poder
desmantelar las fuentes de financiamiento y movilización de la
oligarquía ni su estructura social, incluida la cultura, donde los
cambios son más difíciles de aplicar.
En consecuencia, gran parte de la batalla ha tenido que ser dentro del
esquema de ese capitalismo salvaje mencionado por el papa Juan Pablo II,
en el cual la derecha tiene la ventaja del control, la experiencia y el
dinero, una ventaja que los hechos han demostrado ofrece extrema
resistencia al posneoliberalismo.
Aunque no pocos eluden términos de la filosofía marxista como si se
trataran de malas palabras, hay en América Latina y el Caribe un
fenómeno dialéctico de unidad y lucha de contrarios que opera en todas
partes, pero de forma más visible en países con gobiernos progresistas
donde la lucha entre lo viejo y lo nuevo es muy evidente.
Hace unos días el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera,
advertía en Buenos Aires que probablemente los gobiernos posneoliberales
en América Latina estén en un momento de descenso relativo y eso
concierne de una manera directa a la batalla ideológica, pero, al mismo
tiempo, recomendaba no tener miedo a esa situación y prepararse para la
segunda oleada de conquista revolucionaria.
Más reciente, el presidente de Cuba, Raúl Castro, señalaba en el
discurso de clausura de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del
Caribe, en La Habana:
"Sabemos todos, por la experiencia de la década perdida, que una nueva
oleada neoliberal, con el desmontaje de las políticas sociales
inclusivas, el aumento de la pobreza y la desigualdad, la desregulación
del mercado, la desprotección ambiental y la disminución del papel del
Estado, nos impedirá cumplir los objetivos de integración regional y
cooperación que nos hemos fijado".
Anteriormente había dicho que "esta coyuntura nos obliga a preguntarnos
cómo consolidar lo alcanzado y seguir adelante". Se trata de una
pregunta que requiere de una respuesta práctica y valiente, pero sobre
todo inteligente, en un ámbito de cooperación total.
Ante la ofensiva de la derecha continental encabezada por Estados
Unidos, algunos se preguntan si las fuerzas progresistas tiene elaborado
un Plan B, o C o D para revertir retrocesos ya concretos o potenciales.
La realidad demuestra que los neoliberales en su afán de retorno no
dejan alternativas, no conceden prórroga de tiempo y obligan a actuar
ya.
Una muestra de ello es la situación de mercenarismo diplomático creada
por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, al invocar la
aplicación de la Carta Democrática como antesala de una presunta acción
militar contra Venezuela. El rechazo por casi toda la región fue
inmediato.
Quizás los teóricos revolucionarios se apuraron demasiado al proclamar
como consumado el posneoliberalismo a la sombra de un socialismo del
siglo XXI utópico, pero única alternativa a una distopía brutal que se
construye en Estados Unidos y Europa para desestimular a gobiernos
progresistas y reinstalar naciones patriarcales.
Evidentemente aún los gobiernos progresistas que inauguraron la centuria
no han consolidado suficientemente el terreno ganado para hacer
irreversibles sus procesos, y las raíces neoliberales retoñan abonadas
por la corrupción y las deformaciones de una cultura del consumismo muy
peligrosa.
Todo ello apunta a que no hay tiempo para planes B, sino continuar la
lucha como se hace en Venezuela para impedir el derrocamiento de la
Revolución bolivariana y en Brasil por la restitución en la presidencia
de Dilma Rousseff.
Arthur Miller, escritor estadounidense, decía que una era se termina
cuando se agotan las ilusiones. A pesar de los retrocesos coyunturales
mencionados, los sueños y las utopías con los que se inauguró esta
centuria en América Latina y el Caribe, están vivos, como demostró la
VII Cumbre de la AEC en La Habana.
Como dijo Raúl Castro en la clausura, "la Cumbre que hoy concluye
demuestra la capacidad de nuestra región para dialogar y concertar
posiciones sobre los problemas y desafíos comunes que enfrentamos, y
para perseverar en la búsqueda de soluciones a los mismos, adaptadas a
las condiciones, necesidades y prioridades del área".
Esa capacidad hay que aprovecharla y ampliarla. No hay alternativas.
Todo está claro. Como dijo José Martí hace 120 años, de pensamiento es
la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento.|Prensa Latina
Tras 18 jornadas de medidas de fuerza, los ferroviarios de la
CGT, de UNSA-ferroviaire y Sud-rail anunciaron este miércoles por
primera vez una huelga por tiempo indefinido, mientras que los
trabajadores de 16 de las 19 centrales nucleares del país se sumaron al
paro de este jueves.
Pasaron de adherir a medidas de fuerzas parciales a una de 24 horas, según informó la sección de Minas y Energía de la CGT.
Mientras la ley de servicios mínimos del anterior gobierno de Nicolas
Sarkozy obliga a los trabajadores a mantener un porcentaje importante
de los trenes, subtes, colectivos y aviones, en el caso de los
ferroviarios, no pueden suspender la mayoría de los trenes locales, pero
sí de los regionales e internacionales.
El transporte aéreo también se verá afectado ya que, el principal
sindicato de la aviación civil del país llamó al paro, precisó un
despacho de la agencia EFE.
La aerolínea de bajo costo Ryanair informó que se vio forzada a
cancelar mañana más de 75 vuelos que sobrevuelan, despegan o aterrizan
en Francia, y la otra de bajo costo, Vueling, pidió a sus usuarios
consultar en su web la lista de trayectos afectados.
Estas nuevas medidas de fuerzas se sumaron a las tres jornadas
consecutivas de protestas y huelgas que ya habían sido anunciados para
los próximos 3,4 y 5 de junio para seguir luchando contra el proyecto de
reforma laboral que impulsa hace meses el gobierno de Manuel Valls y
del presidente, François Hollande.
La reforma contempla dar prioridad a la negociación directa entre
empresario y trabajador, por encima del código de trabajo y los
convenios colectivos; establece un techo en las indemnizaciones por
despido improcedente y las condiciones que justificarían el despido
económico.
El texto va en la línea de las reformas neoliberales que la Unión
Europea (UE) exige a Francia, y tanto Valls como Emmanuel Macron,
ministro de Economía, afirman que otorga flexibilidad a las empresas,
que es beneficiosa para los más jóvenes y da más garantías a los
trabajadores.
Sindicatos y estudiantes, por el contrario, dicen que es una ley
puramente neoliberal que busca debilitar a los trabajadores y hacer más
fácil y más barato despedir a empleados, además de suponer un retroceso a
la situación laboral del siglo XIX.
Por eso, desde hace tres meses cientos de miles de trabajadores y
estudiantes protestan en las calles y cada vez más en sus puestos de
trabajo para intentar frenar la reforma.
La semana pasada la presión de los paros y los bloqueos sindicales
llegaron a poner en peligro el abastecimiento de combustible del país y
escalaron la tensión política con el gobierno, que como ya hizo varias
veces a lo largo de este conflicto respondió reprimiendo a manifestantes
en París y otras ciudades.
La leyenda del boxeo mundial, Muhammad Alí, falleció la noche de este viernes a la edad de 74 años.
El considerado más grande boxeador de todos los tiempos murió en un
centro asistencial de Phoenix, Arizona, a donde había sido ingresado en
estado grave debido a problemas respiratorios que se complicaron por su
enfermedad de Parkinson.
Las causas de su deceso apuntan a complicaciones propias de la
enfermedad de Parkinson con la que luchó por cuatro décadas. Primero se
reportó que había sido llevado al hospital por un problema respiratorio y
se esperaba que su estancia fuera breve. Sin embargo desde la tarde de
este viernes se informó que su estado era muy delicado y que se temía lo
peor.
Ali no solo fue uno de los grandes del boxeo sino un activista social
que sacudió la sociedad estadounidense en los años sesenta, en plena
guerra contra Vietnam. Alí reivindicó de los derechos civiles de la
minoría negra y la rebeldía juvenil que caracterizó la década.
La personalidad de Ali -orgulloso, fanfarrón, provocador- encajó muy
bien con el nuevo papel de los medios de comunicación, en especial la
televisión, que hicieron del deporte, un espectaculo global.
Esa misma personalidad, junto a sus creencias religiosas, le indujo a
decir "no" al ejército, afrontar tres años y medios sin boxear y
convertirse durante mucho tiempo en uno de los personajes más odiados
por, al menos, la mitad de EEUU, que anhelaba su derrota cada vez que
subía al ring.
Biografía
Nació el 17 de enero de 1942 en Louisville, Kentucky. Hijo de Cassius
Marcellus Clay y de Odessa O'Grady. Tuvo una hermana y cuatro hermanos.
Su padre pintaba carteles y señales, su madre fue ama de casa. Aunque su
progenitor era metodista, aceptó que su mujer, Cassius y su hermano
menor, Rudolph, fueran bautistas. Sus abuelos paternos fueron John Clay y
Sallie Anne; su hermana Eva declaró que Sallie era natural de
Madagascar y, aunque predomina su ascendencia afroestadounidense,
también tiene ascendencia irlandesa, inglesa e italiana.
Se inició en el boxeo gracias a un oficial de policía de Louisville; el
también entrenador Joe E. Martin, que le conoció cuando estaba furioso
porque un ladrón le robó su bicicleta. Cassius le dijo que iba a pelear
con el ladrón. El oficial le recomendó que antes aprendiera a boxear.
Tras ganar una pelea callejera se convenció de que era el más grande
pugilista que había nacido en el mundo.
Durante cuatro años de carrera amateur fue entrenado por Chuck Bodak.
Clay ganó seis títulos Kentucky Golden Gloves, dos títulos nacionales
Golden Gloves, una título Amateur Athletic Union National, y la medalla
de oro Amateur en los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma. Su récord
amateur fue de 100 victorias con cinco derrotas. Afirmó en su
autobiografía de 1975 que poco después de su regreso de los Juegos
Olímpicos arrojó su medalla de oro al río Ohio después de que a él y a
un amigo se le negara usar el servicio "solo para blancos" de un
restaurante, aunque después declaró que aunque se le negó el servicio en
el restaurante, la medalla la perdió un año después de ganarla. Más
tarde recibiría otra de reemplazo durante un intermedio de baloncesto en
los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta.
En sus primeras peleas profesionales mostró una increíble rapidez de
manos y pies considerando su estatura de 1.88 metros y un peso de 85
kilogramos. Después de solo 20 combates profesionales venció a Sonny
Liston convirtiéndose en el campeón mundial de su categoría. La del 25
de febrero de 1964 aún es recordada como una de las jornadas más tensas
vividas en el Convention Hall de Miami Beach. La noche en que el
boxeador Cassius Clay arrebató, en siete rounds, su cinturón al entonces
campeón mundial de los pesos pesados, Sonny Liston. "¡Soy el más
grande!, soy el más grande!", fue la frase con que el futuro Muhammad
Alí oficializaría ese triunfo sobre el "Oso Feo", como llamaba
burlonamente a su contrincante. Y la frase con que el deportista negro,
elegido como uno de los más grandes del siglo XX, entró definitivamente
en la historia de la cultura occidental.
Se convirtió al Islam en ese mismo año y adoptó el nombre de Muhammad Ali.
"Yo no tengo pleitos con el Vietcong"
En 1967, al solicitársele incorporarse al ejército estadounidense para
combatir en la guerra contra Vietnam, Mohamed Alí se presentó en el
centro de entrenamiento del ejército de Houston, pero permaneció
inmóvil, callado, sin hacer caso a los requerimientos del oficial de
alistamiento. Le repetían que sería condenado por desertor, pero él no
abandonaba su postura. El campeón no respondía como Cassius Clay ni como
Mohamed Alí. Ese mismo día, la Comisión Atlética del Estado de Nueva
York le quitó su título mundial y de la licencia de boxeador.
Al ser entrevistado por periodistas, lanzó una frase que retumbó en la
sociedad estadounidense y en el mundo: "¡Yo no tengo pleitos con el
Vietcong!". Fue acusado de traidor a la patria,
Anti-estadounidense,
cobarde, simpatizante comunista, entre otros.
El 20 de junio fue condenado a cinco años de cárcel por Tribunal Federal
de Houston. Comenzó así un largo periplo de tres años y medio alejado
del boxeo. Siempre se negó a retractarse, convencido de que cuando
pudiera volver a boxear recuperaría su condición de campeón y su corona.
Su negativa de combatir en Vietnam le costó millones de dólares en
oportunidades perdidas, debido a no poder boxear. Sus deudas se
acumularon, y quedó con muy pocos recursos.
Le ofrecieron perdonarle la sentencia si se arrepentía públicamente, pero se negó en todo momento.
Luego de tres años preso, le fue concedida la libertad provisional bajo
fianza tras recursos de apelación, y otras cuestiones judiciales, hasta
que logró la libertad plena.
Comenzó a recorrer los EEUU a dar conferencias y foros en contra de la guerra en Vietnam y la discriminación racial en EEUU.
Una sociedad estadounidense ya más opositora a la guerra contra Vietnam
empezó a entenderlo y pasó de villano y cobarde a héroe y visionario.
La pelea del siglo
En octubre de 1974 recuperó el título de los pesos pesados al dejar
fuera de combate en el octavo asalto al campeón George Foreman. Fue "la
pelea del siglo", en Zaire, ante 120.000 personas. Él lo sabía, ese
título que le quitaron por oponerse al ejercito, volvería a ser suyo.
Cuatro años más tarde, en febrero de 1978, perdió el título ante Leon
Spinks en Las Vegas, Nevada.
Sin embargo en septiembre del mismo año
consiguió recuperarlo al ganar a Spinks en un combate de 15 asaltos en
Nueva Orleans, Luisiana. Retirado en 1979, volvió al año siguiente para
retar a Larry Holmes en el campeonato mundial perdiendo ante su
contrincante. Ali peleó por última vez el 11 de diciembre de 1981 en
Nassau perdiendo contra Trevor Berbick.
Con una reputación de luchador agresivo de fuerte personalidad, su
técnica fue definida como "volar como una mariposa y picar como una
abeja". Ali estuvo en primera plana en los medios de comunicación,
retando y provocando a sus contrincantes a través de entrevistas y
confrontaciones concertadas de antemano.
Llegó a ser una figura del
deporte reconocida a nivel mundial y se retiró como uno de los mejores
campeones de boxeo.
La International Boxing Research Organization (IBRO) lo clasificó entre los 10 mejores pesos pesados de la historia.
Fue diagnosticado de Parkinson en 1984, un síndrome neurológico
caracterizado por temblores, rigidez de los músculos y lentitud del
habla y de los movimientos que es común en actividades como el boxeo.
En los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996) encendió la llama olímpica en
el estadio.El 27 de julio de 2012, fue portador titular de la bandera
olímpica durante las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos de
2012 en Londres.
Se casó cuatro veces y tuvo siete hijas y dos hijos. Conoció a su
primera esposa, la camarera Sonji Roi, aproximadamente un mes antes de
casarse, el 14 de agosto 1964. Las objeciones de Roi a las costumbres
musulmanas contribuyeron a la ruptura del matrimonio.
Se divorciaron el
10 de enero de 1966. Ali se casó el 17 de agosto de 1967, con Belinda
Boyd. Después de la boda, ella se convirtió al Islam y después al
sufismo cambiando su nombre a Khalilah
Ali. Tuvieron cuatro hijos:
Maryum (nacido en 1968), los gemelos Jamillah y Rasheda (nacidos en
1970), y Muhammad Ali, Jr. (nacido en 1972). En 1975, se relaciona con
Veronica Porsche, una actriz y modelo.
En el verano de 1977, acabó su
segundo matrimonio y se casa con Verónica, con la que ya tenía una niña,
Hana, y estando embarazada de su segundo hijo al contraer matrimonio.
Su segunda hija, Laila, nació en diciembre de 1977. En 1986, Ali y
Verónica se divorciaron.
Su Laila se convirtió en boxeadora en 1999, a
pesar de los comentarios de su padre contra el boxeo femenino. El 19 de
noviembre de 1986, Ali se casó con Yolanda Williams. Habían sido amigos
desde 1964 en Louisville. Tuvieron un hijo, Asaad Amin, a quien
adoptaron cuando tenía cinco meses de edad. Tenía otras dos hijas, Miya y
Khaliah, de relaciones extramaritales.
Caracas, 04/06/2016..- Nicolás Maduro jefe de estado venezolano durante su participación en la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, agradeció el respaldo y la solidaridad de todos los Jefes de Estados, presidentes y delegados de los países miembros de la Asociación de Estados del Caribe.
Hizo mención especial al comunicado emitido por la cancillería y el
gobierno de la República de Cuba en solidaridad y en rechazo a las
acciones intervencionistas del Secretario General de la OEA en contra de
la soberanía del pueblo y gobierno de Venezuela.
Maduro empleando un discurso claro y firme ante los presentes, hizo un
largo recuento de diversos sucesos y actos injerencistas en donde el
terrorismo y el imperialismo han combinado esfuerzos para destruir
economías y desplazar presidentes; hizo mención especial en los casos de
países que ostentaban prósperas economías como, Libia, Irak y ahora el
drama que imponen en Siria.
Y recalcó en lo que hoy se han convertido
esos países árabes gracias a las fórmulas imperiales de intervención y
dominación. En donde lo que hoy impera es la violencia, destrucción en
medio de un terrorismo incontrolable. Salvo Siria que lucha por la
liberación de los grupos armados.
El Jefe de Estado venezolano recordó sucesos intervencionistas en
nuestro continente, como lo sucedido con el presidente de Guatemala
Jacobo Arden en 1954; el cual luego de ser acusado "comunista" fue
atacado vilmente, bombardeado hasta llevar su gobierno a la destrucción.
Después de 50 años un informe del Departamento de Estados (de Estados
Unidos), reconoce su error que costó 300 000 «equivocaciones», es decir,
muertos. Posteriormente rememoró sucesos similares, como el
derrocamiento del presidente dominicano Juan Bosch; y en 1973, la receta
sangrienta aplicada al presidente chileno de tendencia socialista
Salvador Allende.
Agregó en tono firme: "No se puede pretender romper el equilibro de estabilidad y respeto en la región para ceder a las presiones de Washington", subraya. "Por
eso llamó a a los presentes a mantener el nivel de cooperación, a no
dejarse someter a presiones para aprobar los designios de la OEA.
Venezuela no se va a arrodillar, vamos a luchar con la misma fuerza de
estos años. Respetamos todos los procesos políticos y económicos, pero
nuestra soberanía no se puede manosear".
Maduro retomó ante los presentes en la VII Cumbre de Estados del Caribe,
el compromiso asumido enero de 2014 por los países miembros de la
CELAC; en decretar la América Latina en territorio de paz y zona de
cooperación para su desarrollo.
Reitero su rechazo las pretensiones injerencistas del Secretario General
de la Organización de Estados Americanos OEA, el uruguayo Luis Almagro.
"Se nos amenaza con carta democrática por favor, enseñar a
Venezuela, en donde vivimos una democracia participativa y
protagónica"...
Se refirió a los efectos que hoy viven los países del continente gracias
a los efectos devastadores del cambio climático, recordó el compromiso
en asumir este fenómeno con planes estratégicos que puedan enfrentarlo.
Recuerda que fue Fidel Castro, en la Cumbre de la Tierra de 1992, cuando
señaló lo que parecía imposible que pudiera llegar. Ya estamos en esos
tiempos que avizoró Fidel.
Parece que nadie de los que tienen poder en
el mundo para cambiar cosas, se dan por enterados. Y a pesar de que
firmamos la Cumbre de París (COP 21), nos parece insuficiente para los
cambios climáticos que hoy padecen los páises del Caribe.
Maduro: "Conspiración permanente en la República Bolivariana de Venezuela"
El presidente venezolano, hizo recuento de las veces que desde el
Ejecutivo Nacional han convocado al diálogo nacional a los sectores
adversos al gobierno; quienes siempre han mostrado su carta de violencia
y destrucción; mostrando duda si esto cambiará ahora realmente, en
clara alusión al compromiso de diálogo con sectores de la oposición
venezolana que se deberá llevar a cabo, como lo propone la declaración
de la OEA y la recomendación de la UNASUR. Expresó, "ojalá, ojalá esta vez sí podamos dialogar" sin planes oscuros, si retirarse de la mesa de encuentro…
El presidente venezolano Nicolás Maduro ya en el cierre de su
intervención en la cumbre, con tono firme reiteró su rechazo a todo plan
injerencista, y recalcó que Venezuela no aceptará fórmulas de aquellos
que intenten imponerlas; recordó que defenderán los postulados de la
Revolución Bolivariana ante aquellos enemigos que quieran destruirla.
La fotografía que encabeza éste artículo lo explica todo. Nusaybin ya
no existe. Entre sus ruinas el 26 de mayo se entregaron las pocas
decenas de personas que resistían, desde hace 74 días, el ataque brutal
del ejército turco. Un asalto inhumano, desproporcionado, entre aviones (sí, Turquía ha
bombardeado a su población civil en pleno siglo XXI), tanques y
artillería pesada contra unos centanares de civiles apenas armados con
fusiles.
En Nusaybin sólo queda el silencio. El mismo silencio de
toda la comunidad internacional. De oenegés supúestamente humanitarias,
de la izquierda europea que sí clama por otros conflictos, de la
derecha que exige en Venezuela, de los Estados Unidos
que condenan a otros regímenes como el sirio y callan con el turco.
Nadie ha ido a Nusaybin. Un silencio global, asqueroso, que ha cerrado
los ojos a un Ghetto de Varsovia del año 2016. Del que no se sabe ni el
número de muertos, ya ni se cuentan. Cómo mínimo un millar.
Nisêbîn,
su nombre en kurdo, tenía 80.000 habitantes antes de que el gobierno
turco del AKP decidiera borrarla del mapa. Hoy ya no están. Son
refugiados en su propio país. Pero no los refugiados que pueden llegar a
Europa. Son de los refugiados que no existen para nadie. Los que no se
pueden pagar cruzar el Mar Egeo. No llegarán a Grecia ni a Europa.
Vagan por su propio Kurdistán ocupado, nunca mejor dicho, manu
militari. Sus invasores los han dejado sin casas, literalmente.
Más de
8.000 edificios han sido destruidos por las balas y las bombas turcas.
Lo han perdido todo: su vivienda, sus bienes, sus recuerdos, sus calles.
En Nisêbîn, ya no quedan ni perros, o los han matado o han huído.
El
diputado del HDP (Partido Democrático del Pueblo), Ali Atalan, al que
se le acaba de retirar la inmunidad parlamentaria, ha cifrado en unos
900.000 euros el daño económico. A ello hay que añadir las 50.000
personas que, ni tan sólo, han podido ir a vivir a otros lares. Los que
lo han perdido todo.
En las pocas paredes que quedan, los soldados,
muchos de ellos neo fascistas que saturan el ejército turco, han
escrito: "Ahora vereis el poder de los turcos".
El
ejército que ha cometido ésta salvajada es nuestro aliado, el segundo
ejército de la OTAN. Y todo ello, rayándo la ignomínia, con el
beneplácito de la Unión Europea. La que ha entregado a éste gobierno
islamista turco 6 millones de € para que se ocupe de las personas
refugiadas que Europa repudia.
Un gobierno que se acaba de gastar 500
millones de euros en un palacio de mármol para su presidente, el asesino
sanguinario Recep Tayyip Erdogan. Con nuestros impuestos, la UE, es la
cómplice, necesaria, de un crimen horrendo. A veces, sin embargo, son
más culpables los quecallan que los asesinos.
Cómo decía Martin Luther
King: "Esta generación se arrepentirá, no de sus malas acciones de los
perversos sino del silencio de la buena gente". Y esa buena gente calla,
con un silencio atronador.
Iñigo Sáenz de Ugarte.─ La diplomacia no es un asunto para
aficionados. En países en guerra o en mitad de un gravísimo conflicto
político y social, aún menos. Coger un avión, hacerse unas fotos,
pronunciar unas declaraciones a favor de uno de los dos bandos
enfrentados y volverse a casa un par de días después no servirá para
mucho en una crisis profunda. Es muy probable que sea contraproducente
en la medida en que sólo consiga enconar los ánimos. Si existe la
posibilidad por pequeña que sea de iniciar un proceso de diálogo, es
también posible que la aparición de un político extranjero tenga como
efecto anular esa opción. Nadie puede estar completamente seguro. En
cualquier caso, el precio es muy alto para estos experimentos.
Como cuenta hoy este medio, el ministro García Margallo y el expresidente Zapatero intentaron convencer a Albert Rivera de que no viajara a Venezuela.
No le prohibieron solidarizarse con la oposición al Gobierno de Maduro,
pero le advirtieron de que su viaje podría suponer una situación
incontrolable para el Gobierno español y atizar la crispación allí. En
palabras de Zapatero, “no ayudas a la reconciliación de las partes
enfrentadas”.
Habrá gente que piense que esa reconciliación es imposible, pero se han
vivido en años anteriores en ese país situaciones similares que se han
logrado reconducir. Lo que está claro es que arrojar gasolina al fuego
no es la mejor forma de evitar una explosión de violencia.
EEUU, que no es precisamente un aliado de Venezuela, ha apoyado en
privado la iniciativa de Zapatero y de varios líderes latinoamericanos.
Ni el Gobierno ni la oposición de ese país han vetado esa vía de diálogo
por más que sus posibilidades de éxito no sean muy altas.
Sencillamente, no hay una alternativa mejor.
La oposición de Venezuela no carece de apoyos internacionales, incluidos
varios gobiernos latinoamericanos. No puede decir que ha sido
abandonada a su suerte. El secretario general de la OEA ha promovido un
proceso de sanciones contra el Gobierno de Maduro, que ha perdido en el
exterior el apoyo con el que contaba en Brasil y Argentina. Eso resta
margen para una mediación exterior que debería contar con interlocutores
aceptados por ambos bandos.
Rivera rechazó los consejos de Margallo y Zapatero y prosiguió con su
viaje a sólo unas pocas semanas del inicio de la campaña electoral
española. Un político que había mostrado hasta ahora un interés muy
escaso por la política internacional decidió ponerse el disfraz de
libertador para iniciar una competición con el Partido Popular en
beneficio propio. Fue su forma de contrarrestar de forma preventiva los
ataques del PP por haber pactado con el PSOE tras las elecciones de
diciembre. Se colocó durante unos días en primera línea de la carrera
para utilizar la crisis venezolana como ariete contra Podemos. La
reacción cabreada de varios dirigentes del PP confirmó esa impresión,
bastante obvia cuando Ciudadanos se permitió luego dar lecciones al
Gobierno. Al menos, esta vez Rivera no llamó chavista a Rajoy. Quizá
haya que esperar al comienzo de la campaña electoral para eso.
No hay que engañarse. En Venezuela no habrá solución pacífica si no hay
un diálogo que haga posible la coexistencia de Gobierno y oposición.
Ambos movimientos políticos cuentan con la legitimidad de representar a
una parte del país y sólo pueden resolver ese enfrentamiento en las
urnas. Rivera prefirió dar prioridad a sus intereses electorales
inmediatos, a su ofensiva contra Podemos y a su disputa con el PP por el
voto conservador y liberal.
Al líder de Ciudadanos le gusta proponer pactos y diálogo como receta
milagrosa para solucionar todos los problemas de España. En el caso de
Venezuela, ha preferido representar el papel de pirómano despreciando el
papel de los que buscan promover una salida negociada a la crisis.
La diplomacia no es un asunto para aficionados. En
países en guerra o en mitad de un gravísimo conflicto político y social,
aún menos. Coger un avión, hacerse unas fotos, pronunciar unas
declaraciones a favor de uno de los dos bandos enfrentados y volverse a
casa un par de días después no servirá para mucho en una crisis
profunda. Es muy probable que sea contraproducente en la medida en que
sólo consiga enconar los ánimos.
Si existe la posibilidad por pequeña
que sea de iniciar un proceso de diálogo, es también posible que la
aparición de un político extranjero tenga como efecto anular esa opción.
Nadie puede estar completamente seguro. En cualquier caso, el precio es
muy alto para estos experimentos.
Como cuenta hoy este medio, el ministro García Margallo y el expresidente Zapatero intentaron convencer a Albert Rivera de
que no viajara a Venezuela. No le prohibieron solidarizarse con la
oposición al Gobierno de Maduro, pero le advirtieron de que su viaje
podría suponer una situación incontrolable para el Gobierno español y
atizar la crispación allí. En palabras de Zapatero, "no ayudas a la
reconciliación de las partes enfrentadas".
Habrá gente que piense que esa reconciliación es
imposible, pero se han vivido en años anteriores en ese país situaciones
similares que se han logrado reconducir. Lo que está claro es que
arrojar gasolina al fuego no es la mejor forma de evitar una explosión
de violencia.
EEUU, que no es precisamente un aliado
de Venezuela, ha apoyado en privado la iniciativa de Zapatero y de
varios líderes latinoamericanos. Ni el Gobierno ni la oposición de ese
país han vetado esa vía de diálogo por más que sus posibilidades de
éxito no sean muy altas. Sencillamente, no hay una alternativa mejor.
La oposición de Venezuela no carece de apoyos internacionales,
incluidos varios gobiernos latinoamericanos. No puede decir que ha sido
abandonada a su suerte. El secretario general de la OEA ha promovido un
proceso de sanciones contra el Gobierno de Maduro, que ha perdido en el
exterior el apoyo con el que contaba en Brasil y Argentina. Eso resta
margen para una mediación exterior que debería contar con interlocutores
aceptados por ambos bandos.
Rivera rechazó los
consejos de Margallo y Zapatero y prosiguió con su viaje a sólo unas
pocas semanas del inicio de la campaña electoral española. Un político
que había mostrado hasta ahora un interés muy escaso por la política
internacional decidió ponerse el disfraz de libertador para iniciar una
competición con el Partido Popular en beneficio propio. Fue su forma de
contrarrestar de forma preventiva los ataques del PP por haber pactado
con el PSOE tras las elecciones de diciembre.
Se colocó durante unos
días en primera línea de la carrera para utilizar la crisis venezolana
como ariete contra Podemos. La reacción cabreada de varios dirigentes
del PP confirmó esa impresión, bastante obvia cuando Ciudadanos se
permitió luego dar lecciones al Gobierno. Al menos, esta vez Rivera no
llamó chavista a Rajoy. Quizá haya que esperar al comienzo de la campaña
electoral para eso.
No hay que engañarse. En
Venezuela no habrá solución pacífica si no hay un diálogo que haga
posible la coexistencia de Gobierno y oposición. Ambos movimientos
políticos cuentan con la legitimidad de representar a una parte del país
y sólo pueden resolver ese enfrentamiento en las urnas.
Rivera prefirió
dar prioridad a sus intereses electorales inmediatos, a su ofensiva
contra Podemos y a su disputa con el PP por el voto conservador y
liberal.
Al líder de Ciudadanos le gusta proponer
pactos y diálogo como receta milagrosa para solucionar todos los
problemas de España. En el caso de Venezuela, ha preferido
representar el papel de pirómano despreciando el papel de los que buscan
promover una salida negociada a la crisis.
Agencias.- Tras 18 jornadas de medidas de fuerza, los
ferroviarios de la CGT, de UNSA-ferroviaire y Sud-rail anunciaron este
miércoles por primera vez una huelga por tiempo indefinido, mientras que
los trabajadores de 16 de las 19 centrales nucleares del país se
sumaron al paro de este jueves.
Pasaron de adherirse a los paros parciales a una de 24 horas, según informó la sección de Minas y Energía de la CGT.
Mientras la ley de servicios mínimos del anterior gobierno de Nicolas
Sarkozy obliga a los trabajadores a mantener un porcentaje importante
de los trenes, subtes, colectivos y aviones, en el caso de los
ferroviarios, no pueden suspender la mayoría de los trenes locales, pero
sí de los regionales e internacionales.
El transporte aéreo también se verá afectado ya que, el principal
sindicato de la aviación civil del país llamó al paro. La aerolínea Ryanair informó que se vio forzada a cancelar mañana más de 75 vuelos que sobrevuelan, despegan o aterrizan en Francia, y la otra de bajo costo, Vueling, pidió a sus usuarios consultar en su web la lista de trayectos afectados.
Estas nuevas medidas de fuerzas se sumaron a las tres jornadas
consecutivas de protestas y huelgas que ya habían sido anunciados para
los próximos 3,4 y 5 de junio para seguir luchando contra el proyecto de
reforma laboral que impulsa hace meses el gobierno de Manuel Valls y
del presidente, François Hollande.
Los pueblos latinoamericanos están atravesando un momento crucial y
crítico en su devenir emancipatorio. Tras 15 años de conquistas
populares sin precedentes en la historia del continente, la oligarquía
local y el imperialismo yanqui-europeo están decididos a recuperar,
cueste lo que cueste, los espacios de poder que les fueron arrebatados
por los sectores populares.
Así es como una brutal ofensiva ha sido puesto en marcha a lo largo y
ancho de la región, en todos los frentes, para restablecer el orden que
las fuerzas reaccionarias nacionales e internacionales les reservan a
los pueblos de este continente: sobreexplotación, miseria, saqueo y
subordinación total y absoluta a los amos del norte. Si bien el
imperialismo nunca ha dejado de intervenir en esta región, desde
Askapena entendemos que estamos entrando en una fase definitiva donde se
está jugando el futuro del ciclo de lucha emancipador abierto a finales
del siglo pasado.
Es en este marco, donde ya no cabe medias tintas, que hay que ubicar
tanto el golpe de Estado recientemente efectuado en Brasil como y, sobre
todo, la feroz embestida que esta padeciendo el proceso bolivariano en
Venezuela. En efecto, la guerra económica, mediática, institucional,
callejera y hasta paramilitar desencadenada estos últimos años contra el
gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela se está
agudizando de forma drástica, llevando el nivel desestabilización a
cuotas sumamente preocupantes.
El imperialismo yanqui y el fascismo español, claros promotores de la
agenda golpista venezolana, están decididos en poner fin a un proceso
que ha osado levantar la bandera del socialismo y del internacionalismo,
recuperar su soberanía política y energética, fomentar la participación
de los sectores populares en la arena política y asegurar los derechos
sociales y económicos de los mas humildes. En pocas palabras, el
imperialismo quiere destruir una vez por todas el proceso que ha sido
hasta ahora el motor de la agenda transformadora y antiimperialista
latinoamericana a la vez que apropiarse de sus tan ansiadas y ingentes
reservas de petroleo.
Ante esta situación, desde Askapena entendemos que, hoy mas que
nunca, el pueblo trabajador vasco tiene que estar a la altura de este
momento histórico y volcarse en la defensa del proceso bolivariano. En
este sentido, nuestro deber internacionalista es el de denunciar la
sistemática campaña política y mediática de agresión al gobierno
venezolano impulsada por el imperialismo yanqui y, sobre todo, por la
derecha política española y vasca.
El devenir del proceso bolivariano,
su defensa y profundización es responsabilidad de todas aquellas
personas que creemos en la soberanía y libertad de los pueblos. El
pueblo bolivariano nos necesita y nosotras, mas si cabe, lo necesitamos
victorioso.
Utzi bakean Venezuela!
Euskal Herria iraultza bolivariarrarekin!
Carlos Aznarez.─ En Venezuela y el continente no son tiempos para
posiciones tibias ni edulcoradas. El imperio y la derecha regional
vienen con todo y ya no hacen falta más pruebas sobre qué es lo que
buscan y por qué están dispuestos a utilizar todos los medios posibles
para lograr sus fines.
Lo cierto es que en varias de esas embestidas a las que nos están
acostumbrando, vienen obteniendo ciertas cuotas de éxito. Se apoderan de
gobiernos, provocan giros abruptos en las políticas que estaban en
curso, y comienzan a aplicar las recetas neoliberales, esas mismas de
los años 90, que habían sido relegadas por la irrupción de los pueblos y
algunos mandatarios que los acompañaron.
Allí está el nuevo mapa latinoamericano y caribeño para demostrar que la
intencionalidad de estos nuevos conquistadores no es temporal. No
podemos mentirnos más ni seguir con discusiones bizantinas sobre si se
acabó o no el ciclo de los gobiernos progresistas. Las cosas son como
son: entre los gobiernos de derecha y los que sin serlo todavía,
coquetean desvergonzadamente con los Estados Unidos y sus aliados de la
Unión Europea, suman mayoría en la región. Las estructuras de
integración regional están paralizadas y casi autistas. Desde la OEA,
ese engendro impuesto por Tabaré Vázquez y José Mujica, llamado Luis
Almagro, cumple prolijamente con lo que le imponen sus propias y muy
reaccionarias ideas y el guión que el Imperio le ha escrito para la
ocasión. La batalla diplomática hay que darla, pero no es la definitiva
ni la más eficaz para no perder terreno.
Tenía razón el Comandante Hugo Chávez, cuando se planteó en su momento
generar estructuras populares de milicias para que junto con las Fuerzas
Armadas Bolivarianas se prepararan para contingencias de defensa de la
Revolución. Lo que hace unos años parecía difícil de imaginar hoy está a
la vuelta de la esquina. El enemigo sabe que Venezuela no es un terreno
fácil de horadar, porque Nicolás Maduro no es Fernando Lugo, ni el
pueblo que lo acompaña estaría dispuesto a aceptar golpes palaciegos sin
lanzarse a la pelea en cada uno de los sitios donde todos estos años se
ha ido construyendo poder popular.
No, en Venezuela todo será diferente a lo que últimamente hemos visto en
Sudamérica. La población humilde, la que emergió como nunca con el
proceso revolucionario sabe muy bien, que el nivel de revanchismo y odio
de la oligarquía es de tal envergadura, que no habrá otra alternativa
que defenderse con lo que se tenga a mano. Tiene mucha razón Maduro
cuando se encomienda al pueblo, porque allí solamente está la
posibilidad de salir airosos de una guerra integral (como ya está
planteada) que no admite un final sin vencedores ni vencidos. Es lucha
de clases sin maquillaje, y los conciliadores, social demócratas,
pacifistas de ocasión u oportunistas están de más. O gana la Revolución o
gana la Contrarrevolución, con todo lo que ello significa.
Por eso precisamente es que a nivel de la solidaridad continental con
Venezuela hay que dejar de lado diferencias y críticas de por qué se
llegó a este momento y encarar tareas de unidad revolucionaria para
evitar, en primer lugar, que Venezuela Bolivariana sea destruida por una
oposición interna que no duda en convocar a la intervención militar
extranjera para saciar su revanchismo, sumado a la acción sostenida del
gobierno de Washington, de sus multinacionales y lobbies de poder, que
están dispuestos a transformar la tierra venezolana en un escenario
similar a los que estamos acostumbrados a ver en Medio Oriente.
Es la hora de los que luchan y no de los que lloran, recordando al
guerrillero Jorge Ricardo Masetti en el 87 aniversario de su nacimiento,
y en ese sentido todo lo que decida a partir de esta instancia Nicolás
Maduro (el comandante en jefe de esta contraofensiva antiimperialista)
es fundamental. Ya ha dado un paso importante apuntando al corazón de
esa Asamblea Nacional espúrea que constitucionalmente ha caído
vergonzosamente en la figura de “traición a la Patria”, pero hace falta
poner aún más el pie en el acelerador y obviar el “qué dirán”. Escuchar
las voces que llegan desde las Comunas y los barrios más combativos,
esos que están dispuestos a formar filas en la línea del frente, no
titubear sobre la necesidad de endurecer la política para salvar la
Revolución. Mandar al demonio a la OEA y sus alcahuetes, como hizo la
Cuba digna de Fidel, exigiendo además la urgente conformación de un
frente de rechazo con los países del ALBA.
Sobran las declaraciones de buena voluntad, lo que hace falta en tiempos
de guerra es saber con cuantos hombres y mujeres se cuenta, y no
esperar que los acontecimientos se precipiten de tal manera que cuando
se quiera reaccionar ya no haya tiempo de hacerlo.
He
aquí una lista de países invadidos por fuerzas de EEUU (navales,
terrestres y aéreas) desde su creación siguiendo un orden de mayores a
menores incidentes. Este catálogo está basado en el trabajo del
estudioso norteamericano Dr. Zoltan Grossman, “From Wounded Knee to
Libya: a century of U.S. military interventions” [1], el libro de Gideon
Polya Body Count. Global avoidable mortality since 1950 (que
incluye una breve historia de todos los países desde los tiempos
neolíticos) [2] y el libro de William Blum Rogue State [3]. Esta lista
incluye casos de despliegue violento de fuerzas de EEUU dentro del país
(por ejemplo, contra manifestantes, mineros, etc.) y bombardeos y
operaciones militares a escala pequeña, así como evacuaciones militares
de estadounidenses y casos específicos de amenazas explícitas de empleo
de armas nucleares.
La lista no incluye las operaciones US Marine
Barbary War de 1801-1805 contra los piratas bereberes de Marruecos,
Argelia, Túnez y Libia, y tampoco toma en consideración las operaciones
secretas de EEUU en prácticamente todos los países del mundo.
(1) Pueblos indios americanos (de 1776 en adelante, genocidio de los
indios americanos; 1803, Compra de Luisiana; 1844, ilegalización de los
indios del este del Mississippi; 1861 en adelante, genocidio de
California; 1890, masacre de los indios lakota). (2) México (1836-1846;
1913; 1914-1918; 1923). (3) Nicaragua (1856-1857; 1894; 1896; 1899;
1907; 1910; 1912-1933; 1981-1990). (4) Fuerzas estadounidenses
desplegadas contra norteamericanos (1861-1865, Guerra Civil; 1892; 1894;
1898; 1899-1901; 1901; 1914; 1915; 1920-1921; 1932; 1943; 1967; 1968;
1970; 1973; 1992; 2001). (5) Argentina (1890). (6) Chile (1891; 1973).
(7) Haití (1891; 1914-1934; 1994; 2004-2005). (8) Hawai (1893-). (9)
China (1895-1895; 1898-1900; 1911-1941; 1922-1927; 1927-1934; 1948-1949;
1951-1953; 1958). (10) Corea (1894-1896; 1904-1905; 1951-1953). (11)
Panamá (1895; 1901-1914; 1908; 1912; 1918-1920; 1925; 1958; 1964;
1989-). (12) Filipinas (1898-1910; 1948-1954; 1989; 2002-). (13) Cuba
(1898-1902; 1906-1909; 1912; 1917-1933; 1961; 1962). (14) Puerto Rico
(1898-; 1950). (15) Guam (1898-). (16) Samoa (1899-). (17) Honduras
(1903; 1907; 1911; 1912; 1919; 1924-1925; 1983-1989). (18) República
Dominicana (1903-1904; 1914; 1916-1924; 1965-1966). (19) Alemania
(1917-1918; 1941-1945; 1948; 1961). (20) Rusia (1918-1922). (21)
Yugoslavia (1919; 1946; 1992-1994; 1999). (22) Guatemala (1920; 1954;
1966-1967). (23) Turquía (1922), (24) El Salvador (1932; 1981-1992),
(25) Italia (1941-1945), (26) Marruecos (1941-1945), (27) Francia
(1941-1945), (28) Argelia (1941-1945), (29) Túnez (1941-1945), (30)
Libia (1941-1945; 1981; 1986; 1989; 2011), (31) Egipto (1941-1945;
1956; 1967; 1973; 2013), (32) India (1941-1945), (33) Birmania
(1941-1945), (34) Micronesia (1941-1945), (35) Papúa Nueva Guinea
(1941-1945), (36) Vanuatu (1941-1945), (37) Austria (1941-1945), (38)
Hungría (1941-1945), (39) Japón (1941-1945), (40) Irán (1946; 1953;
1980; 1984; 1987-1988; ), (41) Uruguay (1947), (42) Grecia (1947-1949),
(43) Vietnam (1954; 1960-1975), (44) Líbano (1958; 1982-1984), (45) Irak
(1958; 1963; 1990-1991; 1990-2003; 1998; 2003-2011), (46) Laos
(1962-), (47) Indonesia (1965), (48) Camboya (1969-1975; 1975), (49)
Omán (1970), (50) Laos (1971-1973), (51) Angola (1976-1992), (52)
Granada (1983-1984), (53) Bolivia (1986; ), (54) Islas Vírgenes (1989),
(55) Liberia (1990; 1997; 2003), (56) Saudi Arabia (1990-1991), (57)
Kuwait (1991), (58) Somalia (1992-1994; 2006), (59) Bosnia (1993-), (60)
Zaire (Congo) (1996-1997), (61) Albania (1997), (62) Sudán (1998), (63)
Afganistán (1998; 2001-), (64) Yemen (2000; 2002-), (65) Macedonia
(2001), (66) Colombia (2002-), (67) Pakistán (2005-), (68) Siria (2008;
2011-), (69) Uganda (2011), (70) Mali (2013), (71) Níger (2013).