Los medios de comunicación, más los afines a su causa en Centro América y caribe, informaban en la mañana del viernes 27 de mayo acerca del anuncio hecho por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de un plan de la OTAN para invadir su país.
Esta proclama tuvo un desarrollo inesperado ya que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reunió en la mañana del viernes a los miembros del Consejo Nacional de Seguridad que es un órgano no ejecutivo, consultivo, consultor y coordinador del presidente del Gobierno y que le ayuda en la toma de decisiones.
Integran ese Consejo los Ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, de Justicia, de Defensa, de Hacienda y Administraciones Públicas, del Interior, de Fomento, de Industria, Energía y Turismo, de Presidencia, de Economía y Competitividad y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el Secretario de Estado de Seguridad y el Secretario de Estado-Director del Centro Nacional de Inteligencia.
El que se reúna este Consejo es un hecho de gran relevancia en sí mismo pues no es habitual, y solo lo hace en momentos realmente críticos. Es más, a iniciativa del Presidente del Gobierno, “podrá funcionar en pleno y como consejo ejecutivo”. Incluso el Rey, en situaciones que lo requieran, puede presidir el Consejo.
La LEY ORGÁNICA 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional, determina que “el Presidente del Gobierno ejerce su autoridad para ordenar, coordinar y dirigir la actuación de las Fuerzas Armadas así como disponer su empleo. Ordenar las misiones de las Fuerzas Armadas”.
Además, al jefe del Ejecutivo corresponden “la gestión de las situaciones de crisis que afecten a la defensa y la dirección estratégica de las operaciones militares en caso de uso de la fuerza”.
Pese a esto, la Constitución y restantes leyes que regulan lo que atañe a la Defensa Nacional señalan deberá ser el Congreso de los Diputados el que autorice el envío y despliegue de la fuerza: “En particular, al Congreso de los Diputados le corresponde autorizar, con carácter previo, la participación de las Fuerzas Armadas en misiones fuera del territorio nacional, de acuerdo con lo establecido en esta Ley”.
Por tanto, el proceso de decisión de una acción militar española es complejo y requiere la participación y concurso de diversos órganos y personas. No sería así en el caso de que el país sufriera una agresión directa del exterior ya que entonces algunos mecanismos se activan sin tanto protocolo. Precisamente la complejidad del proceso de toma de decisiones en este ámbito y la participación de diferentes actores está así establecida para que en ningún caso la decisión corresponda a una sola persona.
Por ello, digamos que la hipotética “invasión de Venezuela por parte de la OTAN”, con participación de España, es un asunto difícil, aunque no imposible.
“Razones para invadir Venezuela”
En cuanto a que la OTAN esté preparando una invasión de Venezuela, hoy por hoy es bastante inviable, salvo que Estados Unidos sea quién promueva dicha acción, y por el momento no lo parece. La OTAN, en las grandes decisiones, hace generalmente lo que “sugiere” EEUU y así, de pronto, no parece que en Venezuela se den las circunstancias para desatar una invasión, siempre desde el punto de vista de la OTAN.
Ahora bien, si la situación en el país caribeño empeora en la calle, con muertos, o se produce un ataque directo a ciudadanos o intereses europeos y estadounidenses, quizás si se estudiaría una acción intervencionista. Probablemente, una acción de rescate o de imposición del orden público.
Otra cosa podría ser que esa situación provocara el empeoramiento de la situación y forzara la intervención de los militares venezolanos. En ese caso, puede llegar a haber un enfrentamiento entre oficiales jóvenes y sus superiores, por negarse los primeros a reprimir con violencia a los ciudadanos, solución tipo Revolución de los claveles. Es decir, a disparar contra la población.
Ahora bien, la actitud provocadora permanente de Maduro, el desgobierno y la situación de penuria de la población, pueden precipitar las cosas acercándose a una situación casi de Estado fallido, aquel en el que el Gobierno es incapaz de asegurar el corrrecto funcionamiento de las cosas. ¿Una buena excusa?
Ahora mismo fuerzas de la OTAN o de sus países miembros, -España incluida-están desplegadas en el África Subsahariana, en Afganistán, Golfo de Guinea, Gabón, Mediterráneo Oriental, Bosnia-Herzegovina, Líbano, Centro África, países bálticos, Estonia, Lituania, Cuerno de África, Océano Índico, Irak, …y otros escenarios. Y no hay tanta fuerza.
Y como se puede observar, las misiones están concentradas en África, Mediterráneo Oriental, con Turquía, y países bálticos. No hay ni una sola en Las Américas, Norte, Central, Sur y Caribe.
Razones para una intervención
Movida hay y muy gorda. Y tensiones para llegar a iluminar un país. Estamos en lo que en diplomacia se denomina política de gestos y escalada de tensión.
Sigue faltando una “causa”, una razón, para que Occidente se piense una acción militar. Por ejemplo, lo que ocurrió con las armas de destrucción masiva de Sadam Husseim, una de las más grandes falacias de la historia contemporánea. Pero se hizo la guerra y Sadam fue a morir a la horca.
El problema siempre radica en encontrar una razón, aunque no sea ni verdad ni razonable. Pero una razón. Y el propio Maduro la puede dar porque no es un tipo como era Hugo Chavez que dominaba la escena controlando todo, incluso en ocasiones a sí mismo. Maduro es un torpe y su sostén, Diosdado Cabello, carece de mente abierta, visión espacial y capacidad de proyección en el tiempo.
A lo que sí se dedicó Diosdado, y desde 2013, es a comprar todos los medios de comunicación
venezolanos, como El Nacional y el Universal, que se le ponían a su alcance
Paralelamente, otros empresarios enriquecidos de la mano de PDVSA invirtieron también en medios de comunicación y en entidades financieras fuera de Venezuela.
¿Podría ser parte de la estrategia?
En la situación actual cualquier hipótesis puede convertirse en realidad. Incluso la de que a Maduro le “venga bien” una acción militar exterior en su contra. La posible “invasión” de Venezuela por parte de la OTAN, es algo que ha lanzado el propio Maduro.
Hay tanta tensión que se dan las circunstancias exactas para cualquier situación extrema, proveniente de cualquier sitio. Y la gente de Madura también está muy “calentita”.
Venezuela no parece que se vaya a calmar por si sola ni que las cosas vayan a mejorar.
http://diario16.com/esta-pensando-la-otan-invadir-venezuela/