Un oso polar muerto en la playa de Sjuøyane, al norte de Spitzbergen, Noruega. La falta de una declaración conjunta del Consejo Ártico por la negativa de EE.UU. a reconocer el cambio climático supone un golpe mortal para la zona
*Por primera vez en dos décadas, los países del Consejo del Ártico, reunidos en Rovaniemi (Finlandia), no lograron redactar su tradicional declaración final. Según algunos delegados, esto se debió a la negativa de Estados Unidos a hacer alusión al cambio climático.
Las poblaciones indígenas representadas dentro de la instancia, los principales afectados por el cambio climático, que altera sus modos de vida ancestrales, criticaron ese fracaso.
Al término de la 11ª reunión ministerial del Consejo del Ártico, la habitual declaración común final fue sustituida por un texto -más breve y con un peso simbólico menor-, firmado por todos los ministros de los ocho Estados miembros. No se hizo ninguna referencia al cambio climático en ese documento.
"No quiero acusar a nadie", se limitó a decir el jefe de la diplomacia finlandesa, Timo Soini, en una rueda de prensa. "Pero, por supuesto, está claro que las cuestiones climáticas son distintas en función del punto de vista de cada país", agregó.
Varios delegados confirmaron a la agencia AFP que la falta de declaración conjunta estuvo directamente relacionada con el rechazo de Estados Unidos a incluir el clima en el documento final.
En el texto que sí pudo ser consensuado, de apenas 25 líneas, los ocho ministros se comprometen a "mantener la paz, la estabilidad y la cooperación constructiva en el Ártico" y a salvaguardar "el desarrollo sostenible y la protección medioambiental" de la región.
En otro texto de la presidencia finlandesa, Soini señaló que "una mayoría de nosotros consideramos el cambio climático como un desafío fundamental para el Ártico". Una formulación que ilustra la falta de consenso, inusual en la institución.
Esa mayoría -cuya composición no se precisó- "elogió" el programa de trabajo para la puesta en marcha del Acuerdo de París sobre el clima, del que Estados Unidos pretende retirarse, a iniciativa de su presidente Donald Trump.
Es la primera vez desde sus comienzos en 1996 que el Consejo del Ártico fracasa a la hora de emitir una declaración final al término de sus reuniones ministeriales, de carácter bienal.
Las organizaciones que representan a las poblaciones indígenas dentro de la instancia expresaron su preocupación unánime.
"Se está atacando a nuestra cultura y a nuestro modo de vida. Los animales, las aves y los peces de los que depende nuestra supervivencia reciben cada vez una mayor presión. Estamos preocupados por nuestra seguridad alimentaria", subrayó James Stotts, del Consejo Circumpolar Inuit.
"Ha llegado el momento de dejar las cosas claras: el cambio climático existe y los humanos son los principales responsables", afirmó. "Pensamos que ha llegado el momento de dejar de pelearnos" sobre esa cuestión.
El Consejo del Ártico,que incluye a Estados Unidos, Rusia, Canadá y los cinco Estados nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia), suele ser considerado como un modelo, en el que la cooperación intergubernamental prima sobre la competición.
Pompeo, en contra de los acuerdos colectivos
"Los objetivos colectivos, aunque sean bienintencionados, no son siempre son la solución", destacó el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en su intervención.
"A partir del momento en el que un
país no está de acuerdo con ellos, quedan vacíos de sentido, e incluso
pueden llegar a ser contraproducentes", subrayó.
En un discurso pronunciado el lunes, la víspera de una reunión ministerial, Pompeo atacó con dureza a China y Rusia.
Criticando "la actitud agresiva" de Beijing y Moscú en el Ártico, los acusó de intentar aprovecharse de los abundantes recursos naturales y de las oportunidades económicas en la región.
Sin embargo, el responsable estadounidense no pronunció ni una sola vez las palabras "cambio climático" pese a que, según los científicos, el calentamiento global avanza al doble de velocidad en esa región comparado al resto del mundo.
"La administración Trump debería preocuparse más por la amenaza inminente a la que expone a los estadounidense con su falta de acción en el área climática, que a las ambiciones chinas y rusas", comentó Victoria Herrmann, presidenta del Arctic Institute, un centro de investigación no gubernamental estadounidense.
Condenas a Estados Unidos
Además de la oposición que se registró entre los otros países que forman parte del Consejo del Ártico, hubo también otras voces que salieron a criticar la intransigencia de Estados Unidos y su postura respecto al cambio climático.
En una editorial publicada en el diario británico The Guardian, se señala que la región es una de las más vulnerables al cambio climático en todo el mundo, y advierte que el incremento de temperatura de entre 3 y 5 grados centígrados en la zona para mediados del siglo XXI parece inevitable.
"Intensificar la competencia entre grandes poderes en la región del Ártico es una distracción zonza respecto a otros problemas globales más urgentes. Los miembros del Consejo del Ártico deberían tomar una postura. Decirle a Estados Unidos que reconozca los peligros... o alejarse de todo esto".
Fuente: AFP, Télam, The Guardian y The Washington Post
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