Oriol Junqueras y Carles Puigdemont
La declaración institucional del
presidente incidió, por ello, en que España es una democracia basada en
el Estado de Derecho, que se distingue por la separación de poderes,
frente a un Cataluña que con la aprobación de las leyes de Ruptura y
Transitoriedad se saltó todas las normas del Parlament y acabó con la
fragmentación de poderes.
Las actuaciones judiciales van
dirigidas a los altos cargos de ERC y PDeCat que participaron en la
organización del referéndum y el desarrollo de las leyes de la República
Catalana, para extender el temor entre el resto de colaboradores de la
consulta ilegal.
Aunque no se descarta que en el
futuro alcance al propio Puigdemont o a Junqueras y Forcadell, como dijo
Rajoy en su declaración de esta semana, al advertirles de "males
mayores", como su inhabilitación o el recurso al artículo 155 para tomar
de manera temporal las riendas del Govern.
Los síndicos electorales y varios
altos cargos han sido apercibidos con sanciones que van de 6.000 a
12.000 euros diarios por el Tribunal Constitucional, en lugar de con
penas de cárcel, para evitar convertirlos en mártires.
La estrategia de
ir contra el patrimonio personal, ensayado con éxito con Artur Mas, se
extiende ahora a sus secuaces. Las armas económicas sustituyen así a las
penales. ¿Servirán estas sanciones de escarmiento para el resto de
independentistas?
Es aún pronto para dar una
respuesta. Puigdemont intenta dar la impresión de que es inmune a
cualquier ofensiva. El referéndum es prácticamente imposible, al menos
con las garantías necesarias para su reconocimiento internacional.
Puigdemont aprovecha cada intervención de las Fuerzas de Seguridad para
llamar a la movilización y sembrar el odio a lo español.
Es indudable que es su manera de
ganar adeptos, probablemente para convertirlos en votos en las
elecciones constituyentes, que se celebrarán tras el 1-0. El objetivo
sería obtener una mayoría sólida para un Gobierno de PDeCat y ERC, que
estaba en duda en los últimos sondeos.
La gran beneficiaria es Ezquerra
Republicana, favorita en los sondeos. Con su líder, Oriol Junqueras, en
el papel de víctima tras la detención de su números dos, Josep María
Jové, y la del secretario general de Hacienda, Lluis Salvadó.
Tras el 1-0 llegará la hora de la
verdad. El PP teme que el tándem Puigdemont-Junqueras o sus sucesores,
después de que sean inhabilitados, utilicen la movilización de la
sociedad para acercarse a Podemos y el Partido Socialista de Cataluña
(PSC) para lograr un referéndum legal.
Tanto Pablo Iglesias como Ada
Colau son favorables a este tipo de consulta y el PSC tampoco se negaría
si tiene una base legal.
Las conversiones entre los tres
partidos pueden desembocar en la presentación de una moción de censura
para derribar a Rajoy. Una vez en el Gobierno de España, sería más fácil
promover la modificación de la Carta Magna para celebrar el referéndum
con todas las garantías.
En Moncloa, desconfían hasta
ahora de Pedro Sánchez, lo consideran capaz de cualquier cosa con tal de
satisfacer su ansia de poder. El bloque constitucionalista está
agrietado, como lo demostró la moción presentada por el líder de
Ciudadanos, Albert Rivera, en apoyo de la política de Rajoy, que obtuvo
el rechazo de los socialistas. El líder de C'S metió la pata hasta el
fondo.
Una de las víctimas será Albert
Rivera, que perderá apoyos en Cataluña por su defensa del Estado, y aquí
ante un Rajoy, que se revaloriza entre sus electores como el gran
defensor de la unidad nacional.
El fantasma del Frente Popular,
el pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana,
PSOE, PCE, Poum (Partido Obrero de Unificación Marxista) y Esquerra
Republicana de Catalunya ronda los pasillos de la Moncloa.
De momento, Puigdemont ha logrado
ya posponer los Presupuestos. El PNV quiere esperar un largo tiempo
antes de dar su apoyo al PP, ante la posibilidad de que sus bases le
exijan que siga los pasos de Cataluña. El lehendakari Iñigo Urkullu
acaba de cambiar su discurso para pedir cosoberanía para Euskadi.
En el Gobierno ya se rumia un
adelanto electoral a 2019, o incluso antes de esa fecha, si no logran
pactar los Presupuestos, y, sobre todo, si Rajoy sale fortalecido del
referéndum.
Como prueba de sus intenciones, Montoro acaba de adelantar
una subida salarial de en torno al 7% a los funcionarios para los
próximos años y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ofrece a los
sindicatos medidas contra la temporalidad en las contrataciones
laborales.
Ambos se adelantan a Ciudadanos, para que no les arrebate la
iniciativa ante los próximos comicios.
PD.- La primera ministra
británica, Teresa May, eligió la bella ciudad de Florencia, frente al
Palacio de los Medici y a solo unos metros del David de Miguel Ángel
para claudicar ante la denostada Unión Europea, a la que ofreció un
Brexit suave con dos años de transición para negociar, en los que
seguirá pagando sus cuotas y respetará los derechos de los europeos
residentes en Gran Bretaña.
Una decisión inteligente, alejada del
populismo que solía practicar. La dulce derrota de May viene como anillo
al dedo a Angela Merkel, que es favorita para renovar su mandato en los
comicios de este domingo.
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