El programa del partido de Abascal recurre con frecuencia a una estrategia política: criminalizar a las minorías, ya sea por razón de sexo, raza, religión, ideología o condición social


No hay más que echar un vistazo al programa electoral de Vox para comprobar que, entre otras cosas, coquetea peligrosamente con la homofobia. Todo lo que hay en ese documento transpira una total falta de respeto hacia las personas que no son heterosexuales, y lo que es aún peor: demuestra un intento por discriminarlas mediante políticas similares a las que Franco impuso en su tiempo para reprimirlas y marginarlas.


Así, para la formación de Santiago Abascal la celebración del día del “orgullo gay” en nuestras ciudades se ha convertido en los últimos años “en una imposición institucional, un problema de convivencia y en la causa de la vulneración de los más elementales derechos de las poblaciones donde se lleva cabo”.


 El partido extremista recalca que en el caso de los ciudadanos madrileños la situación se vive con “verdadera angustia por los excesos, en todos los aspectos, que se cometen”


. La obsesión por difundir una ideología claramente discriminatoria lleva a Vox a criticar la “vulneración” del derecho de los vecinos –“a los que se ha impuesto esta fiesta”–, a disfrutar de un “tiempo de descanso, un horario limitado de ruidos y un barrio seguro y limpio”.


Para Vox, las actividades “claramente escandalosas” de las personas que participan en la cabalgata del orgullo gay, “a la vista de adultos y menores”, se llevan a cabo sin que “quienes debieran hacerlo velen por el respeto debido a la intimidad, conciencia y moral personal de los ciudadanos”.


En el fondo, lo que está queriendo decir Vox con términos como “problema de convivencia”, “excesos” o “actividades escandalosas a la vista de adultos y menores” –la idea de orden público es la piedra angular de toda ideología ultraderechista y totalitaria– es que aquellas personas del colectivo LGTB que se manifiestan por las calles en desfiles y carrozas son ruidosas, sucias y promiscuas y mejor sería para todos que se recluyeran en sus casas sin molestar y sin alterar las buenas costumbres.


En una palabra: homofobia.