Un barco de militantes de extrema derecha europeos que quieren devolver a
los migrantes hacia África navegaba este domingo rumbo a Túnez, donde
un grupo de pescadores se movilizó para evitar que esta embarcación
atracara en el puerto de Zarzis, en el sureste del país.
El C-Star, un barco de 40 metros de eslora fletado por el grupo de
extrema derecha ‘Generación Identitaria’, atravesó la víspera las aguas
de Libia, donde persiguió brevemente al Aquarius, una de las numerosas
embarcaciones de ONG que realizaba labores de salvamento en esa zona,
donde han muerto muchos migrantes en los últimos años al hundirse los
barcos con los que intentaban llegar a Europa.
Se cree que el C-Star, que abandonó Chipre el 1 de agosto, necesita
abastecimiento, pero los pescadores de Zarzis no tienen intención de
ayudar a sus tripulantes. “Si el barco se acerca al puerto, cerraremos
el canal que permite el repostaje. Es lo mínimo que podemos hacer dado
lo que ocurre en el Mediterráneo, la muerte de musulmanes y africanos”
en el mar, indicó el presidente de la asociación de pescadores,
Shamseddin Burassin.
Los militantes ultraderechistas navegaron desde Chipre hasta las aguas
libias, después de que se les disuadiera de atracar en puertos de Grecia
o Sicilia, donde las autoridades temían protestas antifascistas.
Desde el inicio de su misión, “Defendamos a Europa”, los pasajeros del C-Star tuvieron un viaje accidentado.
Las autoridades egipcias retuvieron al barco durante una semana en el
canal de Suez para registrarlo en busca de armas. Tras su llegada al
puerto chipriota de Famagusta el mes pasado, varios miembros de su
tripulación abandonaron la embarcación y pidieron asilo en Europa,
exactamente el tipo de situaciones que esta iniciativa pretende evitar.
Según los organizadores del viaje, su mayor objetivo es mostrar la
colaboración entre los barcos de rescate de las ONG y los traficantes de
personas que envían barcos atestados de migrantes desde las costas de
Libia.
Varios grupos humanitarios opinaron que ‘Generación Identitaria’ lleva a cabo una campaña publicitaria potencialmente peligrosa.
Desde principios de 2014, cerca de 600.000 personas de África, Oriente
Medio y el sur de Asia fueron rescatadas de barcos de traficantes y
conducidas a Italia.
Más de 10.000 han muerto en naufragios mientras trataban de cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa.
Los barcos de las ONG rescataron a cerca de un tercio de las casi
100.000 personas salvadas este año, pero sus relaciones con Italia se
tensaron al tiempo que crecían las presiones para detener el flujo de
migrantes.
Tensiones
Algunos critican a las ONG al considerar que, gracias a ellas, los
traficantes pueden garantizar a los candidatos a la emigración un viaje
seguro hacia Europa, alimentando así un negocio lucrativo.
Las autoridades italianas se incautaron la semana pasada del barco de
una ONG, fletado por la asociación alemana Jugend Rettet, y acusaron a
su tripulación de estar en contacto directo con los traficantes para
organizar recogidas de embarcaciones de migrantes muy cerca de la costa
libia.
El Aquarius y la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) participaron
este domingo en una operación de salvamento en la que rescataron a unas
100 personas que se encontraban bordo de un bote inflable.
En los últimos cinco meses, el número de operaciones de ese tipo en
aguas internacionales se redujo casi a la mitad en comparación con el
mismo periodo del año pasado
.
Italia se muestra optimista respecto a este dato y cree que refleja un
avance en sus esfuerzos para reforzar la capacidad de la guardia costera
libia a la hora de combatir a los traficantes.
La Marina libia dijo a la AFP que, entre el jueves y el sábado, su
guardia costera, que recibió entrenamiento y material de Roma,
interceptó cinco barcos de traficantes con 878 personas a bordo.
Varias ONG mostraron su preocupación respecto a la estrategia que
consiste en devolver los barcos a Libia, donde, según ellas, los
migrantes corren el riesgo de ser detenidos en campos o de sufrir
torturas o abusos sexuales.
"C-Star" busca “atacar, bloquear y, si es necesario, hundir” embarcaciones con inmigrantes
Decenas de personas protestaron este domingo en Túnez por la llegada del barco antinmigración “C-Star”, fletado por el movimiento juvenil de
extrema derecha “Generación Identitaria”. Sindicalistas, militantes,
pescadores y trabajadores portuarios participaron en la manifestación
convocada en el puerto de Zarzis para impedir la entrada del barco,
procedente de las costas libias, dijo el dirigente del Fórum Tunecino
por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES) Romdhane Ben Amor.
Al ver la movilización en tierra, el “C-Star” comenzó a alejarse del puerto de Zarzis con la intención de atracar en
la isla turística de Yerba o en la ciudad industrial de Sfax, según la
fuente. Ben Amor explicó que las asociaciones de Derechos Humanos están
organizando manifestaciones en esas dos ciudades contra la presencia en
aguas de Túnez de barco que calificó de “racista”.
“Hay que boicotearlo por poner en peligro la vida de personas, al querer forzar el regreso a tierra de los barcos cargados de inmigrantes”, añadió.
El “C-Star”, de 40 metros de eslora, fue fletado por “Generación Identitaria” en el marco de su misión “Defendamos Europa” financiada por donaciones de simpatizantes de Francia, Alemania e Italia, según las fuentes.
El portavoz de este movimiento en Italia, Lorenzo Fiato,
dijo en la víspera que el objetivo del C-Star era “atacar, bloquear y,
si es necesario, hundir” embarcaciones de migrantes y refugiados, además
de “vigilar” a las ONG y devolver a Libia a los emigrantes que
encuentren.
Esta semana, el barco llegó a aguas territoriales tunecinas desde la vecina Libia, en donde fue visto este sábado a 20 millas al norte de Trípoli.
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