viernes, 27 de noviembre de 2015

El sustrato del dolor


Niño asesinado por Israel en Palestina

La Unión Europea desde su constitución, los Estados Unidos, Canadá, los países enriquecidos del planeta han cometido el mayor holocausto de la historia de la humanidad, responsables directos de las muertes masivas por hambre de millones de seres humanos, personas inocentes que cada día mueren por inanición, de sed, de enfermedades curables, víctimas de la depredación sin límites del llamado “Primer Mundo”, un terrorismo estructurado, gubernamental, que nadie crítica, que está bien visto por el conjunto de los medios de comunicación, que no se discute en las vergonzosas tertulias televisivas, que se asume como parte del guión de un sistema criminal.

Familias enteras, niños y niñas mueren cada día sin comida, sin agua, sin los recursos mínimos para sobrevivir, pero eso no es noticia, no interesa, miles cada día, cientos de miles cada mes, millones cada año, que son asesinados por el sistema capitalista, el que explota sus países, financia grupos armados para sembrar el terror, organiza guerras a la carta para destruir la felicidad de los pueblos, quedarse con sus recursos, montar gobiernos títeres fieles al poder financiero, a las multinacionales del petróleo, de los diamantes, del gas, miles de millones de seres humanos han muerto en poco tiempo, pero esto parece ser lo normal, lo que no escandaliza a nadie, ni siquiera a estos políticos que ahora montan sus funerales solemnes con las víctimas de su propio terrorismo, que son incapaces de sorprenderse cuando una patera se hunde con decenas de personas que desaparecen para siempre en él mar, cuando aparecen niños y niñas muertos en las playas de Turquía o Grecia nada parece alentar la solidaridad internacional, no se montan los funerarios actos con militares engalanados, presidentes vestidos de luto riguroso, nadie siente la capacidad de la empatía solidaria, la tristeza que sentimos, que sienten las personas decentes que somos capaces de descubrir la verdadera y destructiva realidad, la que se nos oculta, la que se nos tapa para que jamás seamos capaces de descubrir que España, Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Estados Unidos, Israel, etc., son los culpables de que millones de personas mueran abandonadas por su depredación ilimitada, que la tristeza inunde la madre tierra cada vez que una cajita blanca recorre un humilde pago con un niño muerto en su interior.

Todas y todos nacemos desnudos, sin nada, venimos al mundo para realizar un viaje hasta el final de nuestros días, no merecemos que nos sigan engañando, que manipulen la esperanza, que nos vendan el católico mensaje de que siempre hubieron ricos y pobres, yo no me lo creo, mucha gente de bien no nos creemos esta película, porque si hay empobrecidos es porque hay enriquecidos que destruyen la vida, que matan, que practican un terrorismo asumido por gran parte de la ciudadanía, por los voceros de los regímenes que alienan, que mienten, que manipulan, para que pensemos que somos privilegiados/as por haber nacido en esta parte triste de la tierra, de que más allá solo viven seres que nacieron para sufrir y morir sin nada.


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