lunes, 29 de junio de 2015

...y los pueblos les siguen mansa y democráticamente hacia los esquiladores, y de allí hacia los mataderos.

El bellwether es un carnero castrado a cuyo cuello se le cuelga un cencerro.  Va por delante de la manada y  los demás ovinos siguen su din-don y no se pierden ni se aparten del camino. Un chollo para el pastor.

Como están castrados, no hay ningún riesgo de rebelión por parte de los bellwethers, ni iniciativa propia ni comportamiento políticamente incorrecto, ni nada que salga de las ideas recibidas, el idealismo pequeño-burgués y el patriotismo. Son seres infinitamente aburridos que carecen de imaginación y de creatividad.

Existen muchos mansos bellwethers. Suelen llevar corbatas en vez de cencerros.


Los pastores mundiales, el BM, la FMI, la OMS, la OTAN, la ONU, los Mercados, Bilderberg, etc. les cuelgan a los cuellos de estos obedientes animales, sus cencerros de autoridad administrativa democráticamente elegida, y los pueblos les siguen mansa y democráticamente hacia los esquiladores, y de allí hacia los mataderos.

El Judas Goat –no encuentro traducción oficial– es una cabra (o macho cabrío… o cabrón sencillamente) entrenado en los mataderos, a asociarse con los demás animales para que confían en él como guía,  y luego llevarlos a los matarifes o a los vagones para ganado, etc. Se le perdona la vida para que pueda seguir siendo útil en el matadero.

En los campos de concentración, había internados Judas que conducían a los que confiaban en ellos a las “duchas”. (Bajo pena de muertes particularmente horribles.)

Tal vez deberíamos elevar el rango de nuestros políticos de bellwethers a Judas Goats, cabrones Judas. Triple A.
 
 
 
 
 
 
 

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