lunes, 25 de agosto de 2014

El levantamiento de Ferguson ilumina el camino



El siguiente artículo es un comunicado de la Sección de Richmond del Grupo Comunista Maoísta, extraído del blog Maoist Road (La Vía Maoísta),  que los camaradas de Gran Marcha hacia el Comunismo han traducido al español:

EL LEVANTAMIENTO DE FERGUSON ILUMINA EL CAMINO

 “No importa que el tío tenga cara negra. Son todos policías”

-Un manifestante hablando para un reportero del Guardian

El pueblo de Ferguson: los luchadores, lo saqueadores, los incendiarios. Aquellos tachados de “criminales”, a través de su valerosa intervención, han creado una nueva situación política, nuevas posibilidades para hacer valer nuestro poder colectivo.

Responder a la primera línea de soldados de un genocidio, arrebatar la mínima fracción de lo que os ha sido arrebatado durante siglos de la propiedad de esclavos y el trabajo asalariado: la ideología burguesa denomina a esto crimen, pero no es un crimen.

Es vital. Es necesario. Es justicia.

Los verdaderos criminales son los arquitectos y apologistas del orden capitalista supremacista blanco, el orden que asesina a sus víctimas sin concesión alguna, ya sea descaradamente con balas o porras, o de forma sutil e insidiosa por medio de la negligencia médica, tiempo en prisión y privaciones extremas. Los auténticos criminales son los Jay Nixons, Barack Obamas, Dwight Joneses, Al Sharptons. Ellos son todos y cada uno de los policías que justifica su brutalidad diciéndose a sí mismo “es sólo un trabajo”, cada “activista comunitario” que trabaja para sofocar el odio justificado de las masas trabajadoras gritando en pro de una falsa paz y diálogos desiguales.

Antes o después, el pueblo ajustará cuentas.

Desde la Reconstrucción [periodo de la historia estadounidense que duró de 1865 a 1877, durante el cual los Estados Unidos se dedicaron fundamentalmente a resolver las cuestiones que habían quedado pendientes tras el final de la Guerra Civil], el pueblo tuvo esperanzas en que se eliminase el racismo eliminándolo de este Estado.

Desde la Reconstrucción, este Estado ha traicionado sus esperanzas y las ha ahogado en sangre.

Emplear la persuasión no hace historia. Una vigilia no hace historia. La violencia rebelde de las masas sí la hace. Para que emerja lo nuevo lo viejo debe ser destruido. En tanto nuestra acción permanezca encorsetada dentro del orden legal del Estado capitalista sólo podemos marcar el ritmo bajo las ataduras de nuestra impotencia.

Es precisamente, y sólo cuando las masas violan este orden legal, el momento en que igualamos la violencia del Estado con la nuestra, que nuevas posibilidades históricas empiezan a emerger. Esto es lo que el pueblo de Ferguson nos ha dado dejándonos con la responsabilidad de tomar en nuestras manos estas posibilidades, y la esperanza auténtica de aprovechar esta nueva situación.

La violencia espontánea de las masas es excelente, pero organizada es incluso mejor. En tanto exista opresión, habrá resistencia.

Nuestro trabajo es aprender de esta resistencia, organizarla, aumentarla, para que los disturbios de hoy se conviertan en la guerra revolucionaria del mañana. La actual situación está llena de potencial, pero este potencial sólo se puede aprovechar sobre la base de nuestra unidad, sobre la fortaleza de nuestra organización, coordinación y disciplina.

Grupo Comunista Maoísta – Sección de Richmond

Gran Marcha hacia el Comunismo


 




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