Hay
personajes que si no están permanentemente generando polémicas, no están
en su salsa. Y generalmente suelen ser aquellos/as que dicen
constantemente como hemos de como tenemos que comportarnos, pero sin que
esa norma sea de aplicación para ellos/as. Una de ellas es la
presidenta del P.P. de Madrid, Esperanza Aguirre.
Esta semana nos ha
regalado su particular visión de la españolidad. Porque para ella ser
español de pro significar ser defensor de la tortura animal. Para ella, "ser antitaurino es ser antiespañol, porque significa renunciar a la esencia misma de nuestro ser español". O sea que el español de pro tiene que ser una persona que disfrute con la tortura.
Pues parece que cada día
quedan, por suerte, menos españoles con esa clase de pedigrí. Por
suerte para la imagen de España, para lo que ellos llaman "marca España"
ese español está en franco retroceso. Ese español casposo es una
especie en peligro de extinción y si no fuera por el empeño que pone el
Partido Popular en seguir subvencionando a la mal llamada fiesta
nacional ya se habría extinguido.
Esperanza Aguirre tiene la cara dura de defender algo y su contrario. En su Twiter decía "Los aficionados nunca vamos a obligar a nadie a ir a las plazas para admirar la bravura de los toros ni el valor de los toreros".
Pero en cambio no se corta en obligar a las mujeres a tener un hijo no
deseado y/o malformado. Su liberalismo, como en todo, tiene una doble
moral. Una para ella y otra para el común de los mortales.
Eso le lleva a defender a
ultranza el modo de hacer política en el Reino Unido, pero por
contra no se aplica la moralidad con que se comportan los políticos
británicos. Si así lo hiciera ya habría dimitido por su incidente con la
policía municipal de Madrid. Por mucho menos, diputados conservadores
británicos han dimitido.
Pero en todo caso, como
en muchas otras cosas, se confunde en el concepto de antiespañol. No se
es antiespañol por ser antitaurino, en todo caso se es defensor del
bienestar de los animales y contrario a su tortura. Lo de antiespañol es
otra cosa, aunque el concepto de español sea excesivamente subjetivo.
- Ser antiespañol es tener la mentira como modo de hacer política.
- Ser antiespañol es financiarse políticamente de manera ilegal.
- Ser antiespañol es cargar sobre la espaldas de los más desfavorecidos las consecuencias de una crisis económica que no han creado.
- Ser antiespañol es salvar bancos con dinero público y abandonar a las personas necesitadas.
- Ser antiespañol es privatizar los servicios públicos y entregárselos a los amiguetes para que hagan negocio con ellos.
- Ser antiespañol es recortar derechos y libertades a los españoles de a pie.
- Ser antiespañol son muchas cosas mas que tienen que ver con la política el modo de hacer política de Esperanza Aguirre y el P.P.
Pero ser antitaurino no
es ser antiespañol por mucho que lo grite Esperanza Aguirre o los, cada
día más escasos, defensores de la tortura animal. Ser antitaurino
significa estar en contra de la barbarie, estar en contra de un
espectáculo trasnochado y que no tiene cabida en una sociedad civilizada
del siglo XXI. Pero en Esperanza Aguirre es normal, nos quiere imponer
un espectáculo bárbaro de varios siglos atrás de la misma manera que
ella y su Partido Popular quieren imponernos unas relaciones laboral y
una libertades civiles más propios del feudalismo que de la época
actual.
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